Cuando todo presagiaba cierto estancamiento, se registra un súbito incremento en el Índice de Sentimiento del Consumidor BGC -Expansión” (ISC) hasta alcanzar los 98 puntos, nivel no visto desde hace dos años. Esta alza se debe a una generalizada mejoría en los indicadores que miden las percepciones sobre la situación económica actual y sobre las perspectivas para el corto y largo plazos. De hecho, tanto el Índice de Condiciones Económicas Actuales como el Índice de Expectativas mejoran en prácticamente la misma magnitud y ambos se sitúan en los 98 puntos.
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En esta mejoría puede incidir el hecho de que algunos sectores aprecian mayor estabilidad del tipo de cambio peso-dólar, mayor capacidad de compra y esperan una menor alza de precios, lo cual contribuye a disminuir la incertidumbre sobre la economía interna, aun cuando la percepción negativa sobre la situación del desempleo no varía. Además, se va consolidando la impresión de que el entorno internacional, en particular el referido a la economía estadounidense, se torna más favorable.