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Nuevo apoyo a deudores <BR>¿Otro parche

El nuevo programa de apoyo a los deudores de créditos hipotecarios está lejos de resolver un probl
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

El Acuerdo de Apoyo Inmediato a Deudores (ADE) no funcionó para solucionar el problema de la cartera vencida de los bancos, sobre todo en el rubro de los créditos hipotecarios. Lo venció el peso de 10 meses a marcha forzada, sin recuperación económica y sin dinero circulando en la economía.

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Por lo tanto, el nuevo frente a atacar fue precisamente ése: unos 900,000 créditos -hipotecarios, que suman pasivos por más de $60,000 millones de pesos, comenzaron a reestructurarse a partir del mes de mayo. Pero la alternativa fue implantada sólo para aquellos que confiaron en las Unidades de Inversión -(UDIs) y reestructuraron sus adeudos en esta unidad de cuenta antes del 30 de abril.

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De entrada, la medida tendrá un costo adicional para las finanzas públicas del orden de 1% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que equivale a unos $20,000 millones de pesos de 1996.

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Independientemente de la evaluación que cada cual forje en torno a los alcances y efectividad de los programas de reestructuración de adeudos, el nuevo Programa de Beneficios Adicionales a los Deudores de Vivienda se traducirá en un alivio relativo y temporal para los bolsillos de un grupo importante de deudores. Y es que la inflación ya había ganado la carrera a los beneficios iniciales del ADE.

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De acuerdo con la previsión gubernamental, durante 1996 el descuento en la mensualidad de los deudores del rubro hipotecario será de 30% (tomando como referencia lo que pagaron en abril) y los ahorros se reducirán progresivamente cada año, durante una década, hasta ubicarse en 5% en el último bienio. La -aplicación de estos descuentos sólo es válida para viviendas con valor inferior a las 500,000 -UDIs ($750,000 pesos).

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El programa aclara que los deudores tienen derecho a que los descuentos se apliquen automáticamente, es decir, sin solicitarlo expresamente en el banco, si se han mantenido al corriente en sus pagos. Quienes se encuentren retrasados pero hayan reestructurado en -UDIs en meses anteriores, pueden conseguir dinero suficiente para regularizarse y tener derecho a los descuentos o solicitar un nuevo préstamo a su banco por la cantidad que requieren para ponerse al corriente y gozar de ese derecho.

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¿Rentar la casa propia?
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Sin embargo, su alcance es parcial. México tiene acumulado un déficit crónico de casas-habitación que actualmente rebasa los 4.6 millones de bienes inmuebles, según cifras oficiales, y alcanza un total de seis millones, de acuerdo con las -estimaciones de especialistas del sector inmobiliario.

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Así, la reestructuración de créditos a la vivienda es sólo una parte del todo. En este programa de beneficios adicionales nadie habló sobre la participación futura de la banca comercial en el mercado inmobiliario, y por una razón muy simple: dichas instituciones están inhabilitadas para desarrollarse en este renglón, por la crítica situación que viven.

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Un estudio de Modesto Gutiérrez, especialista del sector y director general de la empresa de autofinanciamiento inmobiliario Tu Casa Express, refiere que la banca comercial otorgó financiamiento para la vivienda por un total de $19,681 millones de pesos en 1994, antes de la devaluación. Al año siguiente, los créditos otorgados se redujeron a $6,549 millones de pesos, una tercera parte del año previo.

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Otro problema serio que revisó el Programa de Beneficios Adicionales a los Deudores de Vivienda fue la incapacidad absoluta de un grupo importante de deudores para afrontar sus compromisos con el banco, incluso reestructurando por segunda vez sus pasivos y aun con los descuentos en las mensualidades. Para ellos se fijó un Esquema de Pagos Mínimos Equivalentes a Rentas en virtud del cual el gobierno creará un fideicomiso, antes de diciembre de 1996, que comprará la vivienda en cuestión y el deudor podrá seguirla habitando mediante el pago de una renta durante un plazo máximo de seis años.

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El deudor debe apostar a que en ese periodo la economía retorne al crecimiento y sus expectativas laborales mejoren; de lo contrario perderá su vivienda. Pero si antes de los seis años quiere reiniciar el pago de su crédito, debe solicitarlo a su banco, para dejar el esquema de rentas y regresar al de adquisición original, donde amortizará mes a mes la deuda que tenía acumulada. Este proceso requerirá que la vivienda sea valuada por un perito que el banco pagará y las rentas de los deudores serán liquidadas en -UDIs.

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Así, estos parches al ADE se perfilan sólo como alivios temporales a un problema añejo. La falta de viviendas suficientes para el crecimiento demográfico y la incapacidad del gobierno para promover esquemas alternativos que incentiven la construcción y venta a costos accesibles para todos, sigue siendo un problema sin resolver.

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