Precaución: niños trabajando

Es prácticamente un niño. El hecho de ocupar la presidencia de una empresa no cambia ni un ápice su cara de nerd –un clon hispano de Bill Gates, a quien admira, pero no imita–. A los 15 años, Juan Riera, español, está al frente de tres compañías de internet y controla el destino de más de 30 empleados.

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A los siete años acompañó a su hermana a las clases de computación y se enamoró del mundo de las tecnologías de información. Como dice él, “fue amor a primera vista”. A los 10 años, ya ostentaba certificaciones en tecnología de Microsoft y Apple. Doce meses más tarde, el joven dictaba una conferencia sobre enciclopedias electrónicas.

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La trayectoria empresarial inicia en el ocaso de la década de los 90. En junio de 1998, Riera funda Babysoft. Hoy, la compañía forma parte de un grupo que incluye otras dos firmas: Islaweb y Webdivision. Babysoft ocupa un edificio de cinco plantas en Manacor, Islas Baleares, y tiene oficinas de representación en tres ciudades españolas (Madrid, Ávila y Vigo). En 1999 la empresa facturó $790,000 dólares. Para 2000, Riera espera duplicar las ganancias. La hermana de 19 años administra la organización y los padres de Riera están en la nómina. A pesar de su historial, Riera odia que lo llamen superdotado.

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¿Cómo surge Babysoft?

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Empecé diseñando software de administración empresarial para familiares y amigos. En junio de 1998 decidí montar mi propia empresa: Babysoft. El factor económico fue uno de los motivos principales, ya que mis padres no podían pagar todas mis necesidades personales.

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Aunque la formación técnica es amplia y sólida, ¿cómo se adquieren las cualidades de un jefe?

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Nadie me enseñó a ser presidente de una organización. Aprendí sobre la marcha: no hay que ser ni muy blando ni demasiado estricto, ningún extremo es bueno. La familia me apoya en todo momento y juntos formamos un buen equipo de trabajo, cada quien se encarga de lo suyo. A la hora de tomar decisiones importantes mis padres proponen alternativas; sin embargo, mi  hermana y yo somos los que finalmente damos el visto bueno.

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¿Qué recursos fueron necesarios para la apertura de Babysoft?

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Un capital social de $2,700 dólares, el cual aporté gracias una computadora que adquirí con los regalos de mi primera comunión.

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La familia está involucrada en el negocio. ¿La situación genera conflictos?

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Algunas veces se presentan discusiones en el marco laboral. No obstante, todo vuelve a la normalidad cuando la familia está en casa, como si no hubiera pasado nada. En el trabajo, al momento de evaluar alguna idea, es posible que se formen bandos –por ejemplo, mi hermana y yo defendemos una opción, mientras que mis padres apuestan por otra alternativa–. Ha ocurrido que durante la cena en casa, alguien pone sobre la mesa un tema estrictamente laboral, que por lo general no terminó de discutirse en la oficina. En ese momento, mamá detiene la controversia y nos recuerda que el espacio familiar es campo neutral y que mañana será otro día.  Además, mi hermano menor se queja de que no entiende nada. Trabajo y familia son dos ámbitos perfectamente separados.

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¿Cuál es el perfil corporativo de la organización que dirige Juan Riera?

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El grupo está integrado por: Babysoft, compañía que construye software de gestión empresarial a la medida –es decir, programas administrativos totalmente personalizados–; Islaweb, proveedor de servicios de internet orientado al mercado corporativo y Webdivision, una incubadora para nuevos proyectos web –como Solodrivers.com, una base de datos de más de 25,000 drivers de periféricos y componentes informáticos–, y Listin.com, un directorio de correo electrónico en español y portugués. Hoy día las metas principales son seguir avanzando, crecer con orden y sin preocuparnos por la competencia, generar riqueza y crear valor para los clientes. Para alcanzar los objetivos, la corporación utilizará una estrategia muy concreta: brindar un servicio a la carta, no uno estandarizado.

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¿Qué personas fueron importantes en la creación de la empresa?

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Mi familia, que siempre entregó su apoyo. Asimismo, muchas personas depositaron su confianza, como Adolfo de la Salud, director del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) de Manacor (Palma de Mallorca, en las Islas Baleares) y Juan Carlos Ureta, presidente de Renta  4 (firma de telecomunicaciones), entre otros. La lista sería demasiado larga.

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¿Tienes algún pasatiempo fuera de la informática?

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Me gusta el cine, la moto acuática y cenar con los amigos.

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¿Cuántas horas del día dedicas al trabajo?

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Mínimo siete u ocho horas diarias; a veces más, ya que me encanta trabajar de noche en casa, a mi propio ritmo y sin las interrupciones que normalmente se presentan en los horarios de oficina. Muchos sábados por la noche los dedico a trabajar con la computadora familiar. El domingo despierto casi a la hora de cenar. 

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¿Contratas a personas de tu edad?

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Sí. En la compañía la plantilla laboral incluye a individuos de 17 años en adelante. Apuesto por la juventud. Sin embargo, reconozco que la fortuna me sonríe: el factor humano de la organización es muy joven pero sobradamente preparado. Los más viejos en la empresa son mis padres, y aún así, no son unos ancianos –al menos, eso dice mamá–.

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¿Has recibido ofertas de empleo o propuestas para vender el grupo?

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Sí, las intenciones se han manifestado, sobre todo de gente que quiere entrar a las empresas. Sin embargo, no tengo ningún interés en deshacerme de las compañías, ni me gustaría trabajar para otros de manera exclusiva. Quiero crear tecnología sin  que nadie  fije límites o dé órdenes. Todas mis actividades están guiadas por el placer y el gusto personal. Además, estoy preparado para sacar adelante al grupo. Desde un principio tuve las cosas muy claras y no cambiaré de opinión.

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¿El portal favorito de Juan Riera?

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Yahoo.

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¿Qué cambios provocará internet en la vida diaria?

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La revolución más importante radica en la capacidad de estar informado en tiempo real. Y más allá de la oportunidad de adquirir mercancías, la web permitirá que muchos trámites –tradicionalmente lentos y complicados– se realicen desde la comodidad del hogar. En ese sentido, la red le regalará a las personas más tiempo para el ocio. Cada quien utilizará internet como mejor le parezca. No obstante, la gente debe entender que no es una obligación adaptarse a la web. En realidad, internet se amolda a las necesidades de la comunidad.

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En opinión de un ciberempresario de 15 años, ¿cuáles son los avances tecnológicos más importantes de los últimos años?

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El protocolo de aplicación inalámbrica (WAP, Wireless Application Protocol), el UMTS (Sistema Universal de Telecomunicaciones Inalámbricas –la implementación europea del sistema telefónico inalámbrico de tercera generación–) y el comercio electrónico.

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En internet se exhibe una gran cantidad de material no apto para menores –sitios pornográficos, por ejemplo—. ¿Qué medidas se deben tomar para evitar la proliferación de ese tipo de contenidos?

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Yo no promovería la censura. En todo caso, hace falta diseñar una legislación que regule los espacios de la web que ofrezcan información para adultos. Una buena opción sería establecer una especie de código de conducta.

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Con el auge del comercio electrónico, el tema de la protección en internet se convirtió en una de las principales preocupaciones de los usuarios. ¿La web es segura?

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Sí, aunque alcanzar un alto nivel de inmunidad no es una tarea sencilla. Utilizar una tarjeta de crédito para pagar una mercancía que se adquiere en internet, te lo garantizo, es más seguro que entregarle el plástico a un mesero. Si el camarero copia el número de la tarjeta, el cliente es más vulnerable a padecer un problema.

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¿Y la privacidad de los usuarios?

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En España, la intimidad está garantizada por la Ley de Protección de Datos. Sin embargo, como ocurre casi siempre, las reglas existen para incumplirlas y cada quien hace lo que le viene en gana.

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