El círculo virtuoso inversión-productividad sigue dando frutos en la industria siderúrgica. De acuerdo con informes de la Cámara Nacional del Hierro y del Acero (Canacero), la producción de acero líquido en el primer semestre ascendió a 6.4 millones de toneladas, superando en 10.9% la producción del ciclo comparativo 1995.
- Destaca el impulso adquirido en la producción de aceros laminados, la cual logró un nuevo récord histórico de 4.9 millones de toneladas —24% arriba de los registros de 1995—, gracias a la rápida expansión de los productos planos, especialmente de las láminas roladas en caliente y en frío que alcanzaron volúmenes de 1.3 millones y 802,000 toneladas, con incrementos de 39 y 58% en el mismo orden. Los productos no planos presentaron un ligero repunte de 8.2% sobre el periodo comparativo anterior, encabezados por los segmentos de barras y varilla corrugada, mismos que aumentaron su producción 49.6 y 15.1%, respectivamente.
- Igualmente notable fue el repunte de 62.4% en la producción de tubería con costura, que en 1995 fue el segmento más afectado por la recesión. También destaca la tubería sin costura, que sostuvo su marcha ascendente a un ritmo de 33.3%. Además, las láminas galvanizadas, estañadas, cromadas y pintadas alcanzaron un volumen de producción acumulado en el periodo de 425,000 toneladas, con un crecimiento promedio de 33.2%.
- Este dinamismo se explica por los aumentos en la capacidad instalada de las grandes siderúrgicas integradas, como AHMSA, Hylsa, Ispat Mexicana (Imexsa) y TAMSA, que en el último año han puesto en marcha nuevas plantas, líneas de productos y han realizado mejoras a sus plantas y procesos de producción. Otra causa es el aumento de la demanda interna que se refleja en un aumento de casi 28% en el Consumo Nacional Aparente.
- Según datos de la Canacero, en el primer semestre las importaciones ascendieron a $554 millones de dólares (con un aumento de 18.6% contra el mismo ciclo semestral de 1995). Este comportamiento contrasta con la baja de 22% registrada en el primer semestre de 1995 contra el ciclo comparativo anterior.
- Así, mientras que en el primer semestre de 1995 la factura externa de las empresas siderúrgicas registró un valor de $1,215 millones de dólares y un aumento de 120% respecto de 1994, en el primer semestre de 1996 las exportaciones sumaron $1,335 millones de dólares (un crecimiento de sólo 9.9%). Los productos planos y no planos aumentaron apenas 1.3% en el periodo, a diferencia de los de tubería y manufacturas, que se incrementaron 33 y 46%.
- La modificación de las tendencias en los flujos externos de la industria deriva de tres cambios en el entorno: 1) La sobreoferta de productos siderúrgicos y la baja de los precios internacionales; 2) la reactivación de la demanda interna, y 3) la apreciación absoluta y relativa de la moneda nacional frente al dólar, factor que reduce la rentabilidad de los negocios de exportación.
- Con todo, se espera que continúe el repunte de la economía nacional, lo que permitiría a las acereras incrementar el volumen y el valor de sus ventas. Esto último se logrará por el mejoramiento de la mezcla de productos hacia géneros de mayor valor agregado, así como por un moderado incremento en los precios internos. No obstante, la expansión de las ventas enfrentará el fuerte reto de las importaciones en caso de mantenerse la tendencia descendente de los precios mundiales y la apreciación del tipo de cambio peso-dólar.
- Un signo alentador es el mantenimiento de ambiciosos proyectos de inversión. Tan sólo en el bienio 1996-1997 se estima un flujo de nueva inversión por más de $1,000 millones de pesos. Entre los programas de inversión más importantes se encuentran los de AHMSA ($350 millones de dólares), Imexsa ($236 millones de dólares), e Hylsa ($150 millones de dólares).