Terapia de grupo para CEOS

A sala cerrada, cada mes se reúnen grupos de 16 altos ejecutivos mexicanos, todos de diferentes empresas y sectores. Durante ocho horas no atienden el teléfono, no están disponibles para nadie y sólo se dedican a analizar sus propios problemas en una especie de sesión de autoayuda VIP.

- La mayoría tiene entre 30 y 40 años, ostentan el cargo más alto de una multinacional en el país o en una empresa familiar y facturan más de $5 millones de dólares al año.

- Los une un problema común: No tienen con quien compartir sus angustias empresariales o plantear objetivamente sus proyectos de negocios o planes de crecimiento.

- “Vienen aquí para que su grupo les ayude a tomar decisiones, para que sean como su propio comité independiente. Es un fenómeno muy mexicano el de los ejecutivos que no tienen a quien rendirle cuentas”, afirma Clive Bayne, director general de The Executive Connection (TEC) Worldwide México, una organización internacional de CEOS que desde hace más de un año abrió su filial en el DF.

- Consiste en una asociación donde las cabezas de las empresas comparten sus ideas, experiencias y personalidades y cuya finalidad es la de proveer desarrollo y aprendizaje en forma continua a través de grupos de apoyo.

- “Nuestra principal misión es la de incrementar la efectividad y mejorar la calidad de vida de los altos ejecutivos”, explica Bayne con su marcado acento estadounidense.

- Uno de los problemas que se repiten en todo el mundo –y que ha permitido a esta organización hacerse fuerte- es la sensación de aislamiento que experimentan los CEOS, esa soledad que muchas veces acompaña al mayor puesto de un organigrama.

- Las charlas frontales y sinceras con un grupo de personas que sienten y viven lo mismo pero que no son ni sus competidores, ni sus familiares, ni su consultor contratado, ni su proveedor, es una excelente manera de disminuir el estrés, sopesar decisiones importantes y descargar tensiones.

- En equipo
El sistema del TEC consiste en formar grupos de entre ocho y 16 directivos de empresas no competidoras entre sí. Cada grupo se reúne una vez por mes, durante un día entero.

- A lo largo de esa sesión los participantes pueden compartir sus conocimientos y experiencias, sondear ideas, discutir problemas (que muchas veces son comunes a pesar de estar en diferentes sectores) y ayudarse a llevar los negocios en forma eficiente.

- “Cada miembro que se suma al grupo debe plantearse una meta, un desafío que deberá llevar adelante en un tiempo que él se fije y para lo cual sus compañeros de equipo serán sus mejores jueces y le exigirán el cumplimiento del mismo”, agrega el director del TEC México.

- “A diferencia de cualquier otro tipo de consultoría tradicional, uno es el responsable y debe rendir cuentas frente a los demás ejecutivos que cada mes se reúnen para ver tus avances. Aunque sea por orgullo, uno se pone a trabajar en sus propios problemas. Y en definitiva es una autoexigencia muy justificada”, afirma Luis Álvarez González, miembro desde hace un año y medio de uno de los grupos del TEC.

- Cada grupo es guiado por un chairman, generalmente un ex ceo con mucha experiencia en el mercado y una intachable carrera en los negocios, quien se convierte en el consejero del equipo. Él es el que ayuda a que las alternativas y propuestas fluyan en el grupo y que las metas de cada uno de los miembros finalmente se cumplan.

- Adicionalmente, este mentor se reúne individualmente con cada uno de los ejecutivos al menos dos horas al mes, para enfocarse en sus necesidades particulares y para guiar los pasos a cumplir de cara a la siguiente sesión. Juntos identifican los pros y contras de los avances en cada uno de los desafíos.

- Actualmente en México existen cinco grupos que suman 42 socios.

- Todos han sido elegidos de acuerdo al perfil de empresarios que conforma la organización en el mundo. “Debe ser un líder empresarial que quiera superar sus metas y que quiera cada día mejores resultados”, resume filosóficamente Clive Bayne.

- Uno de los principales pilares en los que se asienta este “grupo de autoayuda empresaria” es en la confidencialidad. Nada de lo que se trata en las reuniones se puede comentar fuera de ella, ni siquiera se usa como networking para terceros negocios.

- Sólo se trata de un equipo de asistencia recíproca y un foro para discutir de manera privada problemas de los empresarios.

- Según las estadísticas de la organización en el mundo, un empresario permanece un promedio de seis años en el TEC. Una vez transcurrido ese tiempo, ya las metas se han cumplido y no es necesario seguir participando de las sesiones.

- “Es un mecanismo muy útil para ayudar a otros y recibir ayuda de homónimos para manejar el crecimiento y el desarrollo personal”, agrega Bayne.

- Hubo un caso interesante en uno de los grupos, de un empresario a cargo de una firma familiar que estaba a punto de vender la mayoría de las acciones a un grupo internacional. Llegó a la reunión, planteó el problema y varios ejecutivos de su equipo (que habían vivido la misma situación) le aconsejaron la mejor manera para preservar su capital. Y finalmente el ejecutivo obtuvo casi el doble de lo que esperaba por la venta.

- “Tenemos una estadística a nivel mundial, donde hemos comparado el desempeño de las empresas antes y después de que sus directivos se sumen a la organización. La mayoría de ellas presenta un crecimiento tres veces mayor que antes”, agrega como detalle de marketing el directivo a cargo de la filial mexicana.

- ¿Cómo sumarse al TEC?

- Si no es seleccionado y buscado por la organización, un empresario puede presentarse por motu propio en la asociación, que decidirá, tras un proceso de evaluación, si puede sumarse a alguno de los grupos.

- A partir de allí deberá pagar una cuota trimestral de $6,000 pesos para cubrir los costos de todas las reuniones uno a uno y en grupo.

- “El plan del TEC para México es, en tres años, tener una comunidad de 2 a 3% de los CEOS de nuestro perfil, que calculamos que sumarán unas 300 personas”, agrega Bayne.