Se lleva aplausos por partida doble. “Hay una historia de resurrección, después de los tiempos difíciles, entre 1999-2001”, afirmó Deustsche Ixe. Pero la empresa que lidera Roberto González Barrera no sólo recuperó terreno, también se lanzó a un proceso de expansión global. A través de Gruma compró 51% de la empresa italiana Nuova De Franceschi & Figli y 100% de la panificadora holandesa Ovis Boske. Hacia el Este, la estrategia involucró inversiones por $100 MDD para la construcción de una planta en Shangai, China, donde sus ventas alcanzaron los $20 MDD. Mientras, en EU (que genera 50% de sus ventas), abrió una fábrica en Las Vegas para producir sus marcas Mision Foods y Guerrero. Cerró el año con ventas por $2,500 MDD. El mercado recibió con beneplácito la emisión de deuda “a perpetuidad”, un novedoso sistema en el que Gruma es el primer corporativo privado de los mercados emergentes en utilizarlo. Colocó $300 MDD entre inversionistas individuales del mundo (41% en Asia). Con esto, refinanciará deuda que vence en 2007.
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