La devoción de Richard Gere por el budismo lo llevó a adquirir recientemente –por un precio no revelado– un enorme templo fabricado en los Himalayas, nada menos que el pabellón que representará a Nepal en la Expo mundial Hannover 2000. Este templo, que el gobierno de Nepal accedió a vender, es especial porque simboliza la coexistencia pacífica del budismo con el hinduismo en el país de las nubes durante más de 2,500 años. Es una obra inmensa, edificada por 800 personas, con toneladas de madera, piedra y metal, que será desarmada el 31 de octubre del 2000, cuando termine la Expo. Hasta entonces, el representante del Dalai Lama en Hollywood decidirá cómo llevarse a casa la última pieza de su colección, cosa que no le representa mayor problema pues, como dice el dicho, la fe mueve montañas. Aunque ciertamente el dinero también ayuda.
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