En la zona de los grandes hoteles de la ciudad de México, se encuentra ya prácticamente terminado el nuevo W. Servilletas colocadas en las mesas, copas puestas, personal perfectamente uniformado y camas tendidas están a la espera de la inauguración.
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Casi todas las ciudades importantes de Estados Unidos cuentan con un hotel W, los cuales han sido decorados con un estilo que retoma la esencia de los pequeños boutiques hotels de Europa, reinterpretado para las grandes escalas de los hoteles estadounidenses. México es la excepción: parece que la sobriedad quedó atrás, dando paso a espacios que insulfan de una gran vitalidad todas las áreas comunes, como si fueran un espacio de convivencia nocturna.
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Las paredes en color cereza, que contrastan con el piso beige, son el trademark del lugar. Dentro de los baños de las recamaras encontrarás uno de los espacios más disfrutables durante tu estancia en este lugar: la tina, cuyo amplio diseño te permitirá relajarte del sofocante estrés o bien de las fiestas que pueden suscitarse en el The Whiskey, bar dentro del mismo edificio. Esta organización es una de las mejores acompañantes de la cadena de hoteles a escala mundial y es operada por Rande Gerber, quien en el pasado manejaba los bares del Delano, Hudson y otros hoteles parte de la cadena Schreger.
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La firma apunta hacia un huésped particular, acostumbrado a las dimensiones y al servicio W: “Whatever / Whenever”. Se trata de un visitante que está dispuesto a dejarse consentir en el sensory setup, un relajante ambiente con música, aromaterapia, sabores y efectos visuales para incrementar la productividad y la creatividad; alguien que busca divertirse desde que entra al hotel y en cualquiera de los espacios destinados a reunir a la mejor concurrencia de la ciudad.
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