¿Cuantas veces se sube la gente al Metro de la Ciudad de México sin pensar si el precio que pagó es suficiente para que el sistema se mantenga funcionando?
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Como los metros de las mayores ciudades del mundo, a excepción del de Hong Kong, el de la Ciudad de México está subsidiado por el gobierno. Y ahora busca nuevos mecanismos para allegarse de recursos y afectar lo menos posible a la población.
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El subsidio del gobierno en este año es de $3,100 millones pesos. Para completar el presupuesto anual, sólo se espera obtener $2,100 millones de pesos por pago de boleto, además de otros $100 millones por arrendamiento de locales.
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El sistema diseña nuevos mecanismos. Por ejemplo, este año invitará a las empresas de telefonía a que tiendan sus cables por las redes del Metro. “Se publicarán las bases para que las empresas que estén interesadas en usar esta vía lo hagan”, adelanta Raúl González Apaolaza, director del sistema de transporte colectivo Metro de la Ciudad de México.
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En el caso de la publicidad, por lo pronto el Metro no tiene ingresos por la renta de espacios. Está en litigio con la empresa Vista, que tenía la concesión de publicidad en las estaciones.
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Para mejorar la recaudación por este concepto, “ahora serán varias empresas las intermediarias entre anunciantes y el Metro. Estimamos ingresos superiores a los $300 millones de pesos en el año 2000”. Tradicionalmente los ingresos por renta de espacios para publicidad no eran mayores a $50 millones de pesos anuales.
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González Apaolaza ha pensado en nuevas modalidades que puedan utilizarse en el futuro, como el uso de pantallas digitales de televisión o impresión de publicidad en los boletos. También piensa seriamente en que el boleto del Metro sirva también para rifas o loterías.
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Sin embargo, como reconoce González Apaolaza, “los ingresos adicionales por el arrendamiento de espacios comerciales, de publicidad y por arrendamiento de derecho de vía, no son significativos para que descarguen el subsidio”.