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¿Comprar casa?

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mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Es difícil imaginar, en estos tiempos en que las tasas de interés se han ido por las nubes, que alguien planea encadenarse a un crédito hipotecario. Y si tan sólo el pensarlo resulta temerario, hacerlo es francamente como practicarse el harakiri.

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Si para quien quiere hacerse de una vivienda, los créditos hipotecarios son por ahora un camino intransitable, entonces ¿cómo realizar ese sueño? Respuesta: el autofinanciamiento inmobiliario podría ser una buena opción (si no es que la única que, de momento, el mercado ofrece). No es exageración. Piense el lector en otra forma que le permita obtener un crédito de hasta N$750,000 nuevos pesos, sin pagar intereses. ¿Hay de otra?

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Mario Lozano Ramírez, director de la división occidente de Firme Plus, la primer empresa autorizada en el país para instrumentar el esquema, sostiene: "A raíz de que los créditos hipotecarios quedaron como una alternativa inalcanzable, la aceptación del autofinanciamiento ha sido mucho mayor, pues la gente esta comprobando que este sistema si la saca de sus problemas". Y para despejar cualquier duda, agrega: "En los 10 meses primeros que llevamos de operar, nuestro número de suscriptores ha crecido 547% (actualmente suman 2,500); el número de adjudicados en 76% (hasta ahora 212); y el monto otorgado, 132% (cerca de N$21 millones de nuevos pesos)".

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Para quienes tienen cierta capacidad de ahorro y están proyectando su necesidad inmobiliaria a mediano plazo, el autofinanciamiento es ciertamente una vía más larga para obtener un crédito, pero finalmente es más accesible. Con una mecánica similar a la que opera en el autofinanciamiento de vehículos, el sistema se integra por grupos de personas que periódicamente aportan sumas de dinero a un fondo común, administrado por un fideicomiso. Así, los integrantes pueden comprar, construir, remodela o ampliar un bien inmueble.

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El gran atractivo del autofinanciamiento, frente a otros esquemas tradicionales, es el bajo costo que representa el pago del crédito. Su secreto: al no padecer la carga de las tasas pasivas, tampoco cobra intereses.

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Con alterativas diferentes en plazos (a seis ó 10 años) y formas de pago (crecientes o iguales), las mensualidades son también más cómodas y hasta menores a las que inicialmente se aplican en los planes bancarios de refinanciamiento de intereses. Y lo mejor de todo: "Aquí si va disminuyendo el saldo del crédito, ya que 93 % de las aportaciones son abono al capital", asegura el directivo de Firme Plus, grupo que ha concesionado 100 agencias a nivel nacional (48 de ellas ya operan).

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Sin embargo, el suscriptor tiene que pagar otras cuotas. Una es por inscripción (4% del valor contratado, más IVA) y el pago se hace en dos partes: 1. 1 % al firmar el contrato de adhesión y, el resto, al salir adjudicado. Además, sobre cada aportación periódica, hay otra cuota por administración (8.64% más IVA, cuando el plazo es de seis años; y de 12%, más IVA, para el de 10 años) y una mAs para el seguro de vida e incapacidad total permanente (que representa 0.038% del pago mensual, sobre las cuotas periódicas totales pendientes por cubrir).

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En cuanto al monto que se puede solicitar, Firme Plus maneja nueve niveles, cuyo valor presente va de los N$26,500 nuevos pesos a los N$530,000 nuevos pesos. Así, al combinar varios niveles una persona física puede obtener hasta N$750,000 nuevos pesos.

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Si el solicitante tiene entre 18 y 65 años de edad, el único requisito adicional para ingresar al esquema es contar con cierta capacidad de ahorro. De ahí otra ventaja, pues, como señala Lozano, "en el autofinanciamiento no haya carteras vencidas. Si el suscriptor no esta al corriente en sus pagos no sale adjudicado". En el peor de los casos, si resulta imposible continuar con las mensualidades, se puede traspasar el contrato o retirarse del sistema. En tal caso se le reintegra al ahorrador el monto de su inversión.

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Eso sí, en el autofinanciamiento hay que armarse de un poco más de paciencia para obtener los ansiados recursos gracias a cualquiera de los cuatro procedimientos de adjudicación. Si el suscriptor va al corriente en sus pagos (y corre con suerte) puede salir beneficiado desde el primer mes que ingresó al sistema (procedimiento por sorteo que está en trámite). De otra forma, deberá acumular la mayor cantidad de puntos (por calificación), ofrecer mayores aportaciones (por subasta) o tener una antigüedad mínima en el sistema de 24 meses, si el plazo es de seis años, o de 40 meses, si es de 10 (adjudicación por antigüedad).

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Con todo y sus bemoles, si su necesidad no es tan apremiante (si, por ejemplo, planea casarse o comprar una casa en un par de años o más) no esta por demás que contemple esta opción. A lo mejor, se puede ahorrar no pocos pesos y, sobre todo, muchos dolores de cabeza.

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