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¿Despertará la banca?

Las fusiones y adquisiciones parecen completar la superación de la crisis bancaria; sin embargo, su
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

No cabe duda que el mundo cambia rápidamente. Hace unas semanas, en el entorno de la convención de la Asociación de Banqueros de México, mientras se señalaban las deficiencias de la banca y el sistema financiero en general y su incapacidad para respaldar al proceso productivo del país, se especulaba acerca de las estrategias que podrían seguir las instituciones para superar el actual estado de cosas.

- Si bien se hablaba de la posibilidad de que se realizaran nuevas fusiones, se suponía que éstas deberían girar alrededor de Serfin y Bancrecer, instituciones en proceso de venta. Y en esa línea se especulaba acerca de cuál de los dos bancos más grandes, Banamex o Bancomer, sería más agresivo. Hoy eso ha quedado muy atrás.

- Las condiciones han cambiado tanto que, incluso, pareciera que el escenario en que operará la banca de ahora en adelante se ha modificado. A diferencia de aquel en el que se preveían dificultades para obtener financiamiento externo hoy, gracias a que las agencias Moody’s y Standard & Poor’s mejoraron la calificación de la deuda externa de México, hasta se teme el ingreso excesivo de divisas.

- La economía mexicana también se benefició del anuncio de la fusión entre los grupos financieros Bancomer y BBV-Probursa, en una operación que representa un hecho inédito en lo que se refiere a la magnitud de la participación de la banca foránea en el mercado nacional.

- Por otra parte, esa fusión está en línea con las tendencias que marca la globalización para el capital financiero. En México, apenas en septiembre, Expansión destacaba el interés que tenían Santander, Citibank y BBV, los tres bancos foráneos con mayor capital en México, de aumentar su participación en el mercado nacional y ofrecer servicios de banca integral.

- Hoy, con su participación en Bancomer, los de BBV tomaron la delantera con respecto a sus competidores locales y del exterior; pero, como lo advirtie José Madariaga, presidente del Consejo de Administración de BBV-Probursa, “de algo podemos estar seguros: nuestros competidores son muy capaces y seguramente están preparando sus propias acciones”.

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- Gabriel Olivares, socio consultor del Grupo de Economistas Asociados (GEA), especialista en el tema de la banca, considera que “la fusión de Bancomer y BBVA es muy positiva, ya que con ella Bancomer quedará totalmente sano. En respuesta, es posible que Santander y Banamex no se quedarán cruzados de brazos, por lo que podrían ir por Serfin o Bital”.

- Por otra parte, no está de más señalar que en el marco de la Convención Bancaria, que se realizó a principios de marzo, existía un consenso entre diferentes analistas y banqueros acerca de que su situación podría mejorar drásticamente si, además de la creación del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y la emisión de los bonos IPAB, se aprobaran la Ley de Concursos Mercantiles y la Ley de Ejecución de Garantías, a lo que algunos añaden, como un factor también necesario, la capitalización mediante la participación de instituciones foráneas en la banca.

- ¿Cómo se encuentra la banca?
Hay algunas señales que han despertado el optimismo en el sector. De acuerdo con el informe que preparó Grupo Financiero Banamex-Accival acerca del desempeño de una muestra de instituciones durante 1999, mejoró su utilidad y, los índices de capitalización y además, el programa Punto Final permitió bajar 28% la cartera vencida, en comparación con diciembre de 1998.

- No obstante, Carlos Rossell, del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), es tajante: a casi cinco años de la crisis que estalló en 1994, la banca no ha terminado de superarla; más bien ya desaparecieron muchas instituciones víctimas de ella y las que sobreviven todavía tienen problemas. Por eso, desde hace cinco años la banca no cumple con su función, que es la de “captar recursos y prestarlos a las empresas y personas físicas”.

- Por supuesto, eso no les impide “descremar” al mercado. Rossell aclara: “No es que no haya créditos en funcionamiento, porque ya había unos antes de la crisis y se han otorgado algunos nuevos a grandes empresas que no tienen ningún riesgo; en cambio, la gran masa del crédito desapareció”. Es más, aclara, “eso afecta a todo el sistema, ya que los bancos extranjeros que están en México tampoco operan como debe ser, sino que siguen la misma estrategia que los bancos mexicanos”.

- El análisis que proporciona Gabriel Olivares de GEA confirma esa realidad. “En 1994, el financiamiento total al sector privado representó 13.2% del PIB total... En enero-septiembre de 1999, dado que el flujo del crédito fue negativo, ese porcentaje fue negativo en 3.4%”. Además, entre 1994 y 1999, el financiamiento de la banca múltiple al sector privado tuvo una contracción de 42.3% en términos reales.

- Por otra parte, la función crediticia de la banca es un elemento imprescindible en su desempeño. Alejandro González, asesor de Bursamétrica, explica: “Mientras no haya crédito, la banca registrará resultados volátiles y, si bien en 1999 logró beneficios gracias al trading con tasas –por el momento de inestabilidad que se vivió en enero, al que siguió el proceso de estabilización en los meses siguientes–, en este año no podrán obtener esos beneficios, porque la baja inflación y relativa estabilidad han reducido sus márgenes.”

- Hasta ahora, la razón por la cual no se otorgan créditos tiene que ver, aparte de la disponibilidad y el costo de los recursos, con la voluntad de las instituciones. Rossell recuerda que “todos los banqueros han señalado sin cesar que volverán a prestar hasta que se apruebe una nueva legislación que los proteja de la no cobrabilidad de los créditos”.

Los puntos vulnerables
Obviamente, hay otros elementos que influyen en la voluntad de la banca. Algunos de esos elementos son consecuencia de las estrategias económicas del gobierno y, por supuesto, afectan la evaluación de activos y el grado de riesgo en cada institución. - En ese sentido, Olivares señala: “No he visto por ningún lado que los bancos hagan un desglose de la información relacionada con la participación en las pérdidas que se derivan del pagaré Fobaproa, ahora pagaré IPAB. No se sabe qué tanto de eso ya han reservado y cuánto les falta”. Y no se debe perder de vista que los intereses del pagaré IPAB son muy importantes en el resultado global de los bancos.

- A su vez, González destaca el carácter discrecional con que se ha regulado a ese sector y pone de ejemplo la cuenta de impuestos diferidos, que antes permitía mejorar los resultados y a partir de este año deberá reducirse 20% anualmente, para que en el 2003 sólo reste 20%. Si bien se ha comenzado a eliminar la aplicación de criterios flexibles para hacer frente a “situaciones especiales”, todavía hay un artículo que deja abierta la posibilidad de que se solicite esa benevolencia contable y será hasta el término del primer trimestre cuando se sepa qué bancos se acogieron a esa disposición.

- Además, la situación de los bancos, incluso los que llegan con gran fuerza, depende en gran medida del entorno económico mundial y a ello se agrega la persistencia de algunos puntos grises en la economía nacional, como es el impacto de los pasivos del IPAB en la deuda pública y la sobrevaluación que ya registra el peso.

- De ahora en adelante se deberá acelerar la transformación de la banca. De acuerdo con González, debido al grado de inversión y la fusión de BBVA y Bancomer, las expectativas cambiaron en estas dos semanas. Por eso, bajo el supuesto de que se autorizará el nuevo marco jurídico, “si antes se estimaba que la reactivación del crédito se daría hasta el segundo semestre del 2002, ahora es probable que se observe una reactivación en el último trimestre (del 2000) o en el primer trimestre del 2001. La razón de ello es que se espera una mayor competencia de bancos extranjeros que vendrán a capitalizar a la banca”.

- Además, ahora se requiere pensar en forma global y con los modernos sistemas electrónicos; eso determinará la evolución de la banca. En el sistema, el único fuerte que queda es Banamex. Los demás o están en crisis como Serfin o son muy pequeños. Su alternativa es fusionarse u operar en un plano muy pequeño.

- En ese sentido, y “considerando por ejemplo las proporciones de los bancos mexicanos con los españoles, los primeros están muy lejos de alcanzar a los segundos vía la absorción de las pequeñas instituciones, por lo que –considera Rossell– el camino más probable es la fusión con grandes instituciones foráneas”, entre las que se podrían observar algunos bancos estadounidenses, de quienes se extraña que no inviertan con mayor fuerza en México. 

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