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¿No se acuerda de nada?

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mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Abre el refrigerador y no se acuerda qué andaba buscando. Se para del escritorio para ir por algo y a los dos pasos ha olvidado por qué. Busca desesperadamente sus lentes cuando desde hace horas los tiene colgados del cuello. Si alguna de estas situaciones le es familiar, lea lo que sigue…

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Los estudios han demostrado que estas escenas son comunes sobre todo en las décadas de los 30, los 40 y los 50, precisamente cuando las personas deben desempeñar varios papeles simultáneamente: ser padres, cónyuges, empleados, divorciados y hasta hijos de padres que entran a la tercera edad, supone más cosas que hacer, que recordar y que planear. Por eso, los lapsus de memoria son más que comunes en estos años.

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Y si a esto se le suman etapas prolongadas de estrés, tensión, falta de sueño y fatiga, el cuadro está más que completo y los olvidos a la vuelta de la esquina. Pero como todo en la vida, si se le contempla bajo una lente optimista, tiene solución. Para empezar, hay que dejar de preocuparse. Después, hay que hacer todo lo que esté al alcance para bajarle al estrés. Dicen que el primer paso para deshacerse de este molesto verdugo es reconocerlo. El segundo, combatirlo con ejercicio, meditación, respiraciones profundas, etcétera.

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Se recomienda, asimismo, ganar una hora extra de sueño poco a poco. Irse a la cama 15 minutos antes durante una semana ayuda; lo mismo que implementar algunas técnicas de higiene del sueño, tomar un baño caliente antes de irse a la cama o un vaso de leche tibia.

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Para atacar frontalmente la debilidad de memoria, simplemente hay que proponerse poner más atención sobre aquellas cosas que se desea recordar. Si lo que no recuerda es dónde dejó el lápiz, no se preocupe, tome otro. Pero si lo que olvidó es dónde dejó el coche antes de entrar al centro comercial, para la próxima tómese unos segundos para fijar en su memoria el sitio donde se estacionó, en lugar de bajarse del coche y correr a comprar.

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Ah, y deje de pensar que, sea lo que sea lo que le digan, lo va a olvidar, porque la profecía seguramente se cumplirá.

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