¿Qué, quién, cómo, dónde?
César Esparza cursaba el cuarto semestre en el Tecnológico de Monterrey y, al asistir a la graduación de su hermano, se le ocurrió crear un directorio de alumnos para que no perdieran contacto.
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Presentó su proyecto en el programa emprendedor del centro de estudios, pero fue rechazado por solicitar la base de datos oficiales de la institución; sin embargo, la consiguió y así nació el primer directorio estudiantil en México.
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La primera edición de Diretec reunió información sobre unas 16,000 personas con datos de sus carreras, direcciones, deportes preferidos y hasta pasatiempos. Hoy existe en formato electrónico e incluye sus e-mail.
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Esparza creó una versión comercial que compite con la Sección Amarilla.“El problema es que los directorios, además de que son muy aburridos, incluyen información que no necesita un hogar, por ejemplo herramientas para maquinaria pesada”, explica.
Bajo el principio de tener un ejemplar a colores que cubriera las necesidades básicas de las casas regiomontanas de clase media, lanzó una edición mercantil con datos de comidas, servicios, y doctores, entre otros.