¿Quién es Martha Sahagún de Fox?
Dos de julio, ¿boda o triunfo?
-Para mí fue una fecha sumamente importante por haber unido mi vida al hombre al que amo, pero también sé que para los mexicanos representó un año de haber logrado ese cambio por el que todos luchamos.
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¿Sentía la necesidad de un compañero sentimental?
-Hombre y mujer son la armonía, y así está determinado desde los propios designios del Creador. Ambos necesitan del complemento y no porque uno sea más y otra menos, sino porque cada uno tiene ciertos dones y características que son necesarios. Me siento inmensamente feliz, aunque soy esposa de quien en este momento es Presidente, de quien estoy enamorada es de Vicente Fox.
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¿Alguna vez soñó con ser la señora de Los Pinos?
-No, ni de niña cuando jugaba con mis hermanos en la casa de pueblo. Nunca pensé que esa muchacha de provincia, de un lugar de Michoacán, llegara a tener el compromiso que yo tengo hoy.
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¿La responsabilidad es con su esposo o con México?
-Ser la esposa de Vicente Fox representa para mí el compromiso más grande que tengo, pero también lo siento con el país… para mí es muy alentador que ese cambio de nación se haya logrado de manera prioritaria por ese impulso que le dimos las mujeres.
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Feminista al cien por ciento, ¿verdad?
-Bueno, es que la lucha política me permitió comprender a las mujeres; yo quiero ser una mano amiga, para trabajar al lado y por las mujeres de las comunidades pobres, que no sólo llevan la carga de los hijos, sino también la económica del hogar. Por las indígenas con sus chiquillos descalzos y sin ninguna oportunidad, y por las obreras explotadas.
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¿Qué le dicen las mujeres cuando se le acercan?
-Muchas cosas. Recuerdo una anécdota en un lugar del norte, donde el precio de la luz es un problema por las condiciones del clima; un grupo de mujeres me llamó y me dijo de manera muy espontánea: "Martha, ¡bájanos la luz por favor!" ¡Y qué más quisiera yo, pero no es tan sencillo! Luego uno de los secretarios que iba con nosotros me decía: "pues seguramente lo que quieren es que les bajes el switch" [risas]. Para mí eso refleja mucho, esa esperanza que tienen las mujeres y que tanto me motiva.
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¿Con qué sueña la primera dama?
-Con poder lograr una convergencia en el país, unificarnos todos dentro de nuestras propias diferencias y poder cerrar esas heridas que pudieron haber quedado. Me parece que independientemente de mi gozo y felicidad personal, compartida con mi esposo, es ahí donde los mexicanos tenemos que poner el dedo, buscar la reconciliación de nuestro queridísimo país.
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¿Cuál ha sido la mejor experiencia de trabajar al lado y no detrás de Vicente Fox?
-La oportunidad que he tenido de hablar con políticos, intelectuales, académicos; de ellos he aprendido las soluciones y los programas que hay en otros lados para darme cuenta de que todo lo que ocurre en nuestro país tiene remedio, si bien no en el plazo inmediato, si en uno bastante razonable.
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¿Cómo piensa trabajar para lograrlo?
-Con un programa muy bien estructurado y una agenda propia, totalmente diferente a la de Vicente. No me voy a encasillar en un solo plan: nuestro proyecto se llama México y tendrá que abarcar todo lo que el país representa: familias con oportunidades, salud, educación y trabajo; familias marginadas que tengan una mejor calidad de vida, niños con una esperanza en el futuro. El compromiso mayor del Presidente es con estas personas marginadas y por eso también es mi mayor compromiso; lo que yo haré será trabajar en el proyecto del presidente Fox.
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