¡Cuánto tiempo hemos creído que la lencería femenina había sido creada sólo para placer del género masculino! La tienda Victoria’s Secret, la fotógrafa Dominique Isserman y la modelo Laetitia Casta nos demuestran que también está hecha para el goce de la mujer. El producto realizado por este trío es un catálogo de prendas íntimas que destaca porque fue una mujer quien tomó las fotos.
- -
Sí, esta es una de las pocas ocasiones en que una artista convierte a otra mujer en "ese oscuro objeto del deseo". Pero, ¿del deseo de quién? De la modelo misma. Gracias a una lente femenina, Laetitia es transformada en un personaje seducido por su propia belleza, un ser que se asoma al espejo de Narciso.
- -
Si lo que Victoria’s Secret buscaba era satisfacer a su principal cliente, Isserman lo logra con creces. Sin embargo los hombres, esos segundos clientes que visitan el establecimiento con el fin de regalarle a su pareja una prenda preciosa, también quedarán totalmente fascinados por la publicidad.
- -
Tanto las fotos que muestran a una autoerótica Laetitia como las que la presentan en extasiada entrega le traerán –no cabe duda– jugosas ganancias a esa tienda que, paradójicamente, evoca el recato de aquella reina inglesa de la que toma el nombre.
-