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Señor Q (1079)

Tiempo perdido, la historia de un monje, y la catástrofe que no viene.
lun 21 noviembre 2011 04:43 PM

ESTIMADO SEÑOR Q:

Trabajo en un estudio de diseño gráfico donde a menudo nos quedamos trabajando hasta altas horas de la noche, sobre todo cuando tenemos alguna entrega urgente o un cliente nos pide algo rápido. Mis compañeros de trabajo son en su mayoría jóvenes y solteros, y por ello no les molesta desperdiciar sus noches de lunes o martes quedándose en la oficina escuchando música o tomando cerveza. Pero yo tengo una hija de dos años, a quien echo de menos cuando no veo y que me necesita. Cuando intento irme temprano, noto las miradas acusatorias clavándose en mi espalda, pero ya no sé qué hacer. Hablé con la dueña y me prometió mejorar la eficiencia del sistema para que todos podamos irnos a casa temprano. Pero esto fue hace más de dos meses; no ha cambiado nada. Sigo pasando entre 11 y 13 horas de mi día en la oficina. ¿Qué hago? ¿Debo forzar la situación? Rodeada de jóvenes

Querida Rodeada de jóvenes:

Algo que podrías decirle a tu jefa es que es obsoleto medir el rendimiento de un empleado por la cantidad de horas que pasa en su escritorio. Eso es una herencia de la era industrial, de cuando casi todos los empleados trabajaban en fábricas. Ahora, especialmente en las llamadas ‘industrias creativas', como el diseño, un empleado debe ser juzgado por sus resultados, y esos resultados son a veces independientes de las horas dedicadas. Como dice el autor estadounidense Sam Ewing: "Lo que cuenta no son las horas que pones en el trabajo, si no el trabajo que pones en esas horas". Ponte un objetivo razonable para cada día y vete a tu casa y a tu hija tan pronto como lo cumplas. Si tu jefa no lo entiende, dile que mire tu trabajo, no tus horas. Posindustrial, Q

ESTIMADO SEÑOR Q:

Quiero hacerle una pregunta casi metafísica, que no se aplica tanto a mi caso particular sino a la vida misma, si me disculpa la pretenciosidad. ¿Para qué trabajamos? Mantener a la familia alimentada y segura me parece un objetivo válido. Pero pregunto sobre quienes no tenemos familia: ¿para qué tanto esfuerzo? Yo me encuentro sobreeducado (soy sociólogo de la UNAM con un posgrado en estudios de mercado) y subempleado, pero siento que materialmente tengo todo lo que necesito: un departamento razonable, conexión a banda ancha, dinero para comprar libros, ir al cine, tomar tequila con los cuates y escaparme a la playa una vez al año. Siento que no necesito más. Mi vida es bastante satisfactoria así como está, pero igual siento un pinchazo desagradable cada vez que me imagino a mí mismo dentro de 20 o 30 años y haciendo lo mismo que ahora. Si me ofrecen mantener esta vida hasta que me muera, lo pienso racionalmente y acepto la oferta. Pero el corazón me dice lo contrario: me dice que necesito una carrera y una familia para sentirme pleno. ¿Se entiende? ¿El Señor Q es un hombre pleno? Monje urbano

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Querido Monje urbano:

El Señor es un hombre semipleno, porque siempre está buscando algo que no tiene. También tiene familia, pero no carrera. Ambas condiciones -la risa de su nieto, la serenidad de no competir- le han tomado décadas de esfuerzo y tropiezos. Antes de ese proceso, fue un joven parecido a ti, que disfrutaba de la ciudad y sus ventajas como si fueran eternas. Ten paciencia: dentro de algunos años quizás te aburras de tu situación actual y te obligues a tomar una decisión. ¿Salto hacia la carrera corporativa o huida hacia una hamaca en Puerto Escondido? El Señor Q huyó. No a Puerto Escondido, pero sí a un lugar donde ha podido reencontrarse consigo mismo tras años de inercia. Disfruta estos años: no los cambies por nada. Ya sabrás reconocer, cuando llegue, el momento de dar un paso. Huido, Q

ESTIMADO SEÑOR Q:

Tengo miedo. La sociedad es cada vez más espantosa. ¿Qué planeta les espera a mis hijos? Desesperada

Querida Desesperada:

No tengas miedo. En el largo plazo, México y el mundo van a mejor. Y la sociedad, al mismo tiempo, es cada vez menos espantosa. El planeta que les espera a tus hijos será, con seguridad, mejor que éste. Optimista, Q

SEÑOR Q encuentra solución a los problemas que rodean la vida profesional. Si él no tiene la respuesta, seguramente nadie la tendrá.

¿Alguna pregunta? Escribe a: senorq@expansion.com.mx

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