Los méritos de Daniel

Las historias de negocios que publicamos durante 2011 nos dieron lugar a discusiones muy interesantes, enriquecedoras y hasta inéditas dentro del equipo editorial.

Comenzamos el año con una bomba: el pleito público entre Carlos Slim y Emilio Azcárraga. El tamaño de sus empresas, la influencia de ambos empresarios en la economía (y en la política) mexicana y las consecuencias de esta rivalidad en muy diversos sectores nos hicieron concluir que se abría un nuevo capítulo en los negocios del país.

La polémica llegó después cuando apareció la idea disruptiva de que el desafío de Azcárraga a Slim podría convertir al principal accionista de Televisa en un rol model para hombres y mujeres de negocios al plantarle cara al hombre más rico del mundo. Eso podría inspirar a que muchos otros empresarios hicieran lo mismo con competidores mucho grandes que ellos y, bajo dicho supuesto, al propio Azcárraga le podrían salir competidores, de menor tamaño, tan respondones como él. No todos en la redacción compartieron esta idea. El desacuerdo planteaba que la forma en la que se está peleando esta guerra (patadas por debajo de la mesa) no es la que permitirá que los consumidores ganen.

Más adelante, registramos en la revista una historia que marca un hito en el mercado de valores: una compra hostil muy peculiar, en la que no hay una confrontación franca entre la presa y el cazador, y en la que aún hoy el comprador no acepta que quiere quedarse con la empresa. Se trata del grupo de aeropuertos más grande del país, GAP, que en medio de una pelea por el control de la compañía se enfrenta a un take over silencioso pero efectivo de Germán Larrea y su Grupo México.

Parte del origen de este enfrentamiento se relaciona con cómo se llevó a cabo la privatización de los aeropuertos. Entre otras cosas, obligaron a los compradores a crear consorcios entre accionistas que no necesariamente tienen alineados los intereses. Sorprendió igual que la ley del mercado de valores aún permita que haya empresas que, como GAP, usan sus estatutos internos para evitar que los accionistas vinculen su participación accionaria a la toma de decisiones de la compañía. Entendemos que hay un régimen de transición que concluirá con este tipo de situaciones, pero el término legal "derechos adquiridos" suena a "el que parte y comparte...".

Una de nuestras historias preferidas fue la que dio lugar a la polémica portada titulada ‘México, te odio' con la cual tomamos perspectiva ante lo que estamos viviendo en el país. Rencontramos en los argumentos y datos duros la esperanza que la demagogia, la ignorancia y los intereses personales nos habían arrebatado. En general, los editores coincidimos en esta perspectiva. A muchos de nuestros lectores les pareció una historia rosa que atendía a intereses oficiales y que negaba los horrores en materia de inseguridad.

El consenso más reciente fue en la selección del personaje del año: Daniel Servitje, el director de Bimbo, la mayor empresa a nivel global de productos horneados. Daniel no fue el único personaje de los negocios que fue analizado para este nombramiento. Fue el que mejor cumplió con los criterios de los editores. Uno de los más importantes fue reconocer no sólo el qué se había logrado este año, sino el cómo se había hecho.

En la parte de los qués, destaca convertir una empresa familiar con su foco en México en la compañía global más grande de su segmento. Pero vean los cómos.

Tal como se consigna en la historia, Daniel supo ser persistente para darle la vuelta a una operación que, año tras año, provocaba pérdidas en un mercado estratégico, Estados Unidos. También fue paciente para recibir la aprobación de las autoridades argentinas y hacerse de la mayor panificadora de ese país luego de ocho años de esfuerzos. Disciplina es el tercer elemento que usó para realizar las compras de los activos que tenía Sara Lee en Estados Unidos y en Europa sin desbordar la capacidad financiera de la empresa y para realizar las fusiones de la mejor manera y no sólo de la forma más rápida. Para Expansión, el cómo se hace el negocio tiene ahora tanta fuerza como el qué negocio se hace.

Los editores le deseamos a toda la comunidad Expansión que obtengan lo mejor de este 2012 que estamos empezando (el qué), y para pregonar con el ejemplo, lo hacemos a través de esta edición (el cómo).