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Pemex: ‘tortuga’ ambiental muy costosa

El rezago de tres años en producción de combustibles limpios es solventado con importaciones caras; esto genera un desembolso anual equivalente a 50 veces el presupuesto 2012 de la Sedesol.
mié 30 mayo 2012 06:00 AM
Además de los millonarios recursos que implica importar gasolina baja en azufre y diesel de ultra bajo azufre, el gobierno se expone a las fluctuaciones del peso frente al dólar y del precio internacional del petróleo. (Foto: Cortesía Pemex)
pemex 74 aniversario petroleo 2 (Foto: Cortesía Pemex)

Las normas ambientales obligan a Petróleos Mexicanos (Pemex) a producir combustibles limpios desde 2009, pero la burocracia en la paraestatal generó una demora de al menos tres años: en el mejor de los casos, será en 2013 cuando cumpla la norma de la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat).

Mientras tanto, Pemex recurre a la importación del carburante, lo que genera un desembolso anual equivalente a 50 veces el presupuesto de 2012 de la Secretaría de Desarrollo Social.

Además de los millonarios recursos que implica importar gasolina baja en azufre y diesel de ultra bajo azufre, el gobierno federal se expone a las fluctuaciones del peso frente al dólar y a las variaciones internacionales del precio del petróleo. Cuanto más paga el gobierno por estos dos factores, más caros le resultan los subsidios que da a los consumidores.

Entre 2009 y 2010, Pemex adjudicó los trabajos para producir gasolina limpia en sus seis refinerías en el país.

La construcción de plantas especiales (hidrodesulfuradoras) quedó a cargo de Empresas ICA en los complejos de Cadereyta (Nuevo León), Ciudad Madero (Tamaulipas), Salina Cruz (Oaxaca) y Minatitlán (Veracruz). ICA cotizó las primeras dos obras en un total de 640 millones de dólares (mdd) y las otras en 720 mdd,.

Las de Salamanca (Guanajuato) y Tula (Hidalgo) recayeron en la unidad en México de la italiana Saipem, que las tasó en unos 350 mdd en total.

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Actualmente, el promedio de avance de esas nuevas refinerías es de 45%, con un máximo de 69% en Cadereyta y un mínimo de 31% en Minatitlán.

Según un reporte de Pemex al cierre de 2011, van en tiempo y forma. Un documento de ICA señala que las adaptaciones a la refinería en Nuevo León estarán operando este año y las otras tres en 2013.

Mientras tanto, directivos de empresas interesadas en las obras para refinación de diesel -que piden no ser identificados- se quejan de que "Pemex trabaja a paso de tortuga" en estos proyectos.

Según el plan inicial de la petrolera, los paquetes de licitaciones para combustibles limpios en diesel tenían que correr en forma paralela a las obras para refinación de gasolina.

Ante una consulta de la revista Expansión, Pemex dijo en un comunicado que ya trabaja en las bases para esas licitaciones y que la producción de diesel limpio comenzará en 2014.

Sin embargo, Pablo Ramírez Romanillos, ex funcionario de alto nivel de Pemex Petroquímica, asegura que la meta de dos años es "irreal y seguramente no se cumplirá". Mientras tanto, argumenta, la importación de diésel es un riesgo económico.

Pemex asegura que está cumpliendo con el abasto de la demanda de diesel limpio, pero aclara que lo hace con combustible importado.

Fuertes gastos
Garantizar el abasto de carburantes limpios mediante compras en el extranjero significa un desembolso  equivalente a 1,635 millones de pesos anuales, que salen de las arcas del gobierno federal.

Ese monto equivale a 50 veces el gasto programable asignado a la Sedesol, la entidad encargada de la política social del gobierno. También es similar a los recursos canalizados a la Secretaría de la Función Pública, el ente anticorrupción del país.

El impacto de esta erogación en las finanzas públicas podría continuar en el mediano plazo, ya que si bien en 2013 entrarán en operación las seis nuevas refinerías, una tercera parte de la gasolina limpia se seguirá importando.

El cuadro se complica por la demora en el proyecto para producir diesel. El consultor independiente Luis Puig Lara dice que el déficit en el abasto de este combustible pesado crece aceleradamente.

Además, como México posee el monopolio de producción y distribución subsidiada de combustibles, debe enfrentar los ciclos económicos internos y externos con precios de venta que no responden a criterios de mercado.

Burocracia interna
Ejecutivos de Pemex, que pidieron el anonimato, reconocen que los retrasos en la ejecución de las obras se derivaron de cambios en la gestión y elaboración de los proyectos.

Además, dicen, por la creación de nuevos organismos internos, aumentó la burocracia en la subsidiaria Pemex Refinación. Con el nuevo organigrama, todo proyecto a licitar debe pasar por el escrutinio del recién creado Consejo de Administración de la subsidiaria y por los distintos comités que encabezan los consejeros independientes de Pemex.

Con este sistema, se requiere al menos un año para que un proyecto sea aprobado.

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