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Negociar 7,475 mdd

Tras perder el tercer puesto global entre las cementeras, Cemex renegociará la deuda que vence en 2014. la incógnita, el costo de la negociación.
lun 25 junio 2012 10:09 AM

CEMEX / Ranking 6

Fernando González acaba de cumplir un año como vicepresidente de Finanzas de Cemex y, mes con mes, tiene una tarea que debe cumplir rigurosamente: enviar la información operativa y financiera de la empresa a las 76 instituciones bancarias con las que la cementera tiene un acuerdo de financiamiento.

El ejecutivo asumió el liderazgo de las finanzas de Cemex después de 22 años de trabajar en la cementera, durante los cuales fue presidente de la firma en Asia, Europa, Medio Oriente, África, Australia, Sudamérica y el Caribe. Ahora tiene en sus manos el mayor reto de la compañía: renegociar los vencimientos de pagos por 7,475 millones de dólares (MDD) que debe cumplir la empresa en 2014, 42% del pasivo total de la compañía. Cemex tiene este año pagos por 385 MDD y en 2013, por 638 MDD.

Después de tres años, la compañía decidió hablar de la renegociación ante la prensa y los analistas. "Estamos en contacto permanente con nuestros bancos por razones obvias y tenemos una buena relación con todos los relacionados con nuestra deuda bancaria", dijo González a analistas en la conferencia sobre los resultados del primer trimestre de 2012. Entre los bancos involucrados están los más grandes del mundo, incluidos BBVA, Santander, HSBC, BNP Paribas, Citigroup y Royal Bank of Scotland.

Los analistas advierten que los flujos de la cementera son insuficientes para hacer frente a la deuda que debe cubrir en 2014. "Es imposible de pagar, ellos no generan ni de lejos esa cantidad", dice Enrique Mendoza, analista fundamental de Intercam Casa de Bolsa. Entre 2008 y 2011, las ventas totales de Cemex cayeron en una tasa promedio de 9% anual.

Quizá la renegociación no sea suficiente para tranquilizar los mercados. "Probablemente, la compañía tenga que reconsiderar su plan de venta de activos aun cuando alcance un acuerdo de refinanciamiento, pues sus acreedores podrían solicitarlo", dice Anne Milne, analista de Bank of America Merrill Lynch. Sin embargo, Cemex redujo su expectativa de venta de activos para 2012 de 500 MDD a entre 250 y 300 MDD.

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El panorama de negociación de la cementera es mejor que el que enfrentaba en 2009, cuando firmó un primer acuerdo de financiamiento con 76 instituciones bancarias e inversionistas privados para los términos de pago de una deuda de más 17,000 MDD.

Tres años después, la demanda de cemento revela un alza de 22% en el primer trimestre con respecto al mismo lapso del año previo. La firma también viene de extender cinco años el vencimiento de algunos pasivos al intercambiar bonos que vencían en 2014 y otros a perpetuidad por notas garantizadas a 2019.

"Incluyendo los fondos obtenidos de los activos nacionalizados por el gobierno venezolano y una reducción de deuda de 131 MDD relacionada con la reciente oferta de intercambio de deuda de la compañía, Cemex cumplirá holgadamente sus obligaciones financieras para junio de 2012", escribió Dan McGoey, analista de Banamex, en un reporte sobre la deuda de la empresa. "Sin embargo, a futuro se ve más ajustado en términos de recursos".

La cementera permanece optimista. "Estamos muy confiados en lo que pasará en el mercado y con los mercados en los que participamos, concentrados en lo que hacemos", dice Maher Al-Haffar, vicepresidente de Comunicación Externa de Cemex, desde su oficina en Nueva York.

Largo camino

En 2007, Cemex tomó la decisión que marcaría sus finanzas durante los cinco años siguientes: comprar la australiana Rinker, una empresa que realizaba el 80% de sus negocios en Estados Unidos.

Para lograrlo, la cementera mexicana incrementó en tres ocasiones su oferta, que inició en 12,000 MDD y llegó a 15,300 MDD. La empresa pidió prestado lo que ganaría en 4.1 años. Antes de la compra, su deuda era equivalente a la ganancia generada en 1.4 años.

"En ese entonces, se confiaba en la capacidad de Cemex de salir sin problemas de la deuda, pero ya existía cierta percepción negativa de la empresa dada la exposición al mercado inmobiliario de Estados Unidos, que ya mostraba señales de debilidad", recuerda Carlos González, estratega bursátil de Monex.

En aquel momento, Cemex generaba 27% de sus ingresos en Estados Unidos. Luego de la compra de Rinker, la cifra subió a 41%. Un año después, estalló la crisis financiera más fuerte en 60 años, que tuvo su origen, principalmente, en el sector construcción.

Las consecuencias para Cemex fueron inmediatas. En 2010, sus ventas de cemento cayeron 18% y el precio de sus acciones, más de 50%, tanto en México como en EU.

La mexicana cedió a la alemana Heidelberg el tercer puesto del pódium de las cementeras globales detrás de empresas que también tienen presencia en México: la francesa Lafarge y la suiza Holcim, que opera aquí con la marca Apasco.

Cemex también cayó en el nuevo listado de ‘Las 500 empresas más importantes de México', en el que pasó del quinto al sexto lugar. Holcim Apasco sufrió la misma suerte, al caer del lugar 117 al 121. (Lafarge no participa del listado.)

Algunas cementeras salieron de la crisis en una posición más competitiva. Mientras que los pasivos de Cemex ascienden a lo que ganaría en seis años, Holcim debe lo que generaría en 2.5 años y la deuda de Lafarge asciende a lo que ganaría en 3.3 años.

Momento crucial

Al-Haffar suelta una carcajada cuando se le pregunta en qué año Cemex saldrá de la crisis por la que atraviesa. Aún es pronto para dar una fecha, dice, sin embargo, reconoce que "la empresa sí está en un momento crucial". "Estamos presenciando un fenómeno importante en América Latina, la parte centro y sur de la región registran un comportamiento económico diferente al ciclo que se observa en el resto del mundo -asegura el vicepresidente de comunicación de Cemex-. Es ahí donde estamos viendo un buen comportamiento".

Cifras de la empresa dicen que en los primeros tres meses del año la demanda de los productos que comercializa crecieron entre 7 y 16%, pese a que los precios han aumentado entre 12 y 20%.

"En el primer trimestre del año, obtuvimos resultados mejor a lo presupuestado", dice Al-Haffar.

Según las expectativas de Cemex, en 2012 los volúmenes consolidados de cemento aumentarán 2%, los de concreto lo harán en 5% y los de agregados, en 3%.

"La combinación de un incremento en volúmenes estimados, así como un mejor desempeño de nuestras operaciones en México, Estados Unidos, Centro, Sudamérica, el Caribe y Asia nos permitirán compensar el rendimiento esperado en la región del Mediterráneo y el norte de Europa", asegura el ejecutivo.

En lo que resta del año, los analistas de bolsa estarán atentos a los anuncios de la cementera.

"Esperamos que antes de fin de año Cemex logre progresos en la renegociación de su acuerdo de financiamiento en 2014, pues al reducir el saldo de los pagarés para ese año, la empresa aliviará la presión que pueda surgir", dice Milne, de Bank of America.

Los riesgos que enfrenta la cementera no están bajo su control, por lo cual deberá estar preparada para cualquier eventualidad. McGoey advierte entre los escenarios posibles una debilidad mayor a la anticipada en la construcción en Europa y la exposición al comportamiento del mercado de divisas y a las tasas de interés. Accival Casa de Bolsa Banamex identifica un riesgo más: opera con una gran proporción de dinero que fue prestado por bancos.

Los analistas confían en la disposición de los bancos para replantear los términos del acuerdo original. La incógnita es el costo de la renegociación.

El acuerdo que firmó Cemex en 2009 tuvo un costo alto. Antes de la reestructura, Cemex pagaba una tasa de interés promedio ponderada de LIBOR (London InterBank Offered Rate) + 4.5 puntos porcentuales. Después de la negociación la tasa aumentó a LIBOR + 6.5 puntos porcentuales. En aquél momento, cada punto porcentual equivalía a 150 mdd. El costo de la renegociación fue de 300 mdd, de acuerdo con cálculos realizados por Grupo Financiero Ixe en mayo de 2009. El escenario puede repetirse, coinciden los analistas, pero aún es pronto para calcular una cifra.

El crédito de Cemex es sindicado, son los bancos quienes administran el préstamo. Por ello, para lograr un acuerdo de renegociación, las instituciones bancarias deberán llegar a un consenso y las condiciones de la reestructura serán las mismas para todas.

"Son ocho o 10 bancos los que tienen el 50% de toda la deuda de 2014", dice Jorge Pérez, director de Relación con Medios de Cemex. Entre los principales prestamistas están Santander, Royal Bank of Scotland, Citigroup, BBVA y HSBC. Los dos últimos se abstuvieron de declarar al respecto a Expansión.

La volatilidad en los mercados de vivienda y, por lo tanto, de cemento, permanecerá. Por ello, la negociación que logre González, el vicepresidente de Finanzas, será crucial. "Tenemos mucho interés en alcanzar una resolución con nuestros bancos tan pronto como sea viable y consideramos que nuestros bancos comparten este punto de vista", dice Al-Haffar.

A González aún le quedan dos años de intercambio de correos electrónicos con instituciones bancarias. La renegociación de la deuda es un hecho, la diferencia estará en los términos en los que se concluya el acuerdo de aquí al año que viene. Para Cemex, habrá un antes y un después de 2014.

Con información de Clara Zepeda y Leticia Gasca.

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