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“Estamos solos”

La falta de apoyo del gobierno federal y el Congreso obligó a Eduardo Pérez Motta, zar antimonopolios, a negociar con las empresas y buscar apoyo de otros reguladores.
lun 23 julio 2012 03:04 PM
Eduardo Pérez Mota titular del órgano antimonopolios ha sufrido presiones de las más poderosas empresas mexicanas. (Foto: Alfredo Pelcastre/Monda Photo)
Eduardo Pérez Mota zar antimonopolios cfc (Foto: Alfredo Pelcastre/Monda Photo)

Luchar contra los monopolios económicos en México no es tarea sencilla. Durante sus casi ocho años al frente de la Comisión Federal de Competencia (CFC), Eduardo Pérez Motta se ha enfrentado con las empresas más poderosas del país, como Cemex, Gruma, Grupo México, Telmex, Televisa y TV Azteca. Pero sin un claro respaldo gubernamental, las decisiones de la CFC por lo general han sido criticadas, impugnadas e incluso revocadas en tribunales.

Sentado en una sala de juntas en el último piso de la sede de la Comisión en Santa Fe, Pérez Motta admite en entrevista con Expansión que se siente abandonado por el gobierno, sobre todo porque éste no apoyó las resoluciones del órgano regulador en contra de grandes corporativos. "En muchas ocasiones, estamos solos en este juego", admite. Ese abandono gubernamental -así como la resistencia de algunas empresas a una mayor competencia- ha obligado a la CFC, por un lado, a pactar con sus regulados. Por ejemplo, negoció las condiciones de la alianza entre Televisa y Iusacell, de Grupo Salinas, directamente con las televisoras. Por otro lado, la comisión también optó por coordinarse con otros órganos reguladores como la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) para darle mayor solidez a sus decisiones.

"Me dirán que uno no tiene por qué preguntarle a los operadores si están en la mejor disposición de hacer algo que es de interés público", dice Pérez Motta. "La realidad en este país es que estas empresas en el pasado, de manera directa o indirecta, han hecho lo imposible para que no haya competencia".

El zar antimonopolios asegura que el presidente Felipe Calderón genuinamente buscó fomentar una mayor competencia en México, aunque agrega que a veces la CFC necesita mayor respaldo de algunas áreas del Poder Ejecutivo. También revela que hasta el cierre de esta edición no había tenido acercamientos con Enrique Peña Nieto o con su equipo de transición, pero adelanta que, más allá del cambio de gobierno, la Comisión seguirá tomando decisiones independientes con el consumidor en mente.

En enero, Pérez Motta distribuyó un texto titulado Reflexiones sobre las presiones mediáticas de los últimos días, en el que denuncia las presiones que él y los demás comisionados reciben "en televisión y otros medios de comunicación". Ahora, advierte a empresas con las que se ha enfrentado: "Que sigan. Que hagan lo que quieran. Aquí ni le busquen. Si creen que con eso van a cambiar la decisión, por lo menos mi voto, se pueden esperar sentados".

A su suerte

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En los casi ocho años que Pérez Motta lleva al frente de la CFC, ésta ha impuesto 32 sanciones por prácticas monopólicas, 18 menos que en los ocho años previos. Pero dado que las decisiones de la Comisión afectan los intereses económicos de las empresas, por lo general éstas intentan -por todas las vías- revertir sus decisiones.

En 2005, por ejemplo, la CFC se opuso a la compra de Ferrosur, de Grupo Carso y Sinca Inbursa, por parte de Ferrocarril Mexicano, de Grupo México, al considerar que la fusión podía desplazar a otros competidores. Pese a la decisión de la Comisión, las empresas acudieron a tribunales, donde finalmente lograron en 2011 que se aprobara la operación. Kansas City Southern, uno de los competidores de las dos compañías, asegura que las empresas aprovecharon una laguna en la ley que les permitió darle la vuelta a la CFC.

"Tengo evidencia de cómo operaron en los tribunales y de cómo consiguieron esta decisión, todo esto violando nuestra Ley [de Competencia Económica]", argumenta Pérez Motta.

En abril del año pasado, cuando el pleno de la comisión multó a Telcel con 11,980 millones de pesos (MDP) por prácticas monopólicas relativas, la telefónica no sólo logró que la CFC reconsiderara el caso (y eventualmente desechara la sanción), sino que también evitó que Pérez Motta estuviera presente durante la nueva votación, por supuestamente haber adelantado el sentido de su voto.

Pese al ataque frontal en contra del zar antimonopolios, ni el presidente Calderón ni ningún secretario de Estadio lo defendieron públicamente. De hecho, parte de la evidencia que usó el equipo jurídico de la telefónica en contra de Pérez Motta fue un comunicado de prensa en que el gobierno federal, a través de la Secretaría de Economía, se deslindaba de unas declaraciones de él. Pérez Motta había comparado a un cártel económico como Telcel con un cártel de las drogas.

"Pérez Motta no ha recibido suficiente apoyo de Los Pinos", dice Irene Levy, presidenta del centro de análisis Observatel. "Se aventó la megamulta solito".

¿Se siente descobijado?

Sí, yo he percibido, no sé si descobijo, pero sí que en muchas ocasiones estamos solos en este juego. A veces nos puede pasar en el mismo Congreso, donde hay empresas que se acercan a ciertos legisladores y consiguen que esos legisladores defiendan privilegios para esas empresas. Y sí, uno tiene que salir a pelearse y se siente descobijado ante el Poder Legislativo y a veces ante otras áreas del Poder Ejecutivo.

Es parte del trabajo. Hay que partir de eso y creo que la señal que yo envié a fines de enero cuando se hicieron estas manifestaciones públicas de las televisoras y de presiones y de sacar en los noticieros solicitudes de renuncia por parte de legisladores, que han de tener una relación especial con ellos, lo único que quería manifestar es: esta decisión yo la voy a tomar por los méritos.

¿Cómo es su relación con el presidente Calderón?

Ha sido respetuosa. Mi relación con los presidentes de la República ha sido respetuosa. Con los secretarios de Economía, igual.

Del actual secretario de Economía (Bruno Ferrari), lo digo con más claridad y sin empacho, no tengo más que reconocimiento y aprecio por su trabajo y por el respeto que le tiene a la comisión.

¿Cree que el presidente Calderón de verdad está comprometido con mejorar la competitividad de las telecomunicaciones?

Creo que sí lo está y hay pruebas, porque no es un asunto de discursos y buena voluntad. La Licitación 21 es un buen ejemplo.

Una nueva era

Ante la falta de apoyo gubernamental y los litigios legales interminables que interponen las empresas, la CFC ha adoptado una nueva estrategia basada en la cooperación con otros entes regulatorios. Ésa fue la táctica que siguió la comisión el 6 de junio, cuando aprobó la alianza entre Televisa y Iusacell con la condición de que en 24 meses se licitara una tercera cadena de televisión.

A pesar de que el pleno de la comisión por lo general sesiona los jueves, aquella reunión fue en miércoles e inició dos horas más tarde de lo usual. La meta era que se llevara a cabo al mismo tiempo que la sesión de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), donde se aprobó el programa de licitación de nuevos canales de TV digital.

"Para mí, una condición necesaria -y no suficiente- para emitir mi voto era que se hubiese decidido ya en Cofetel que sí se iba a dar marcha a este programa [de licitación]", dice Pérez Motta. "Lo digo sinceramente, yo sí voté en ese caso hasta saber que la Cofetel ya había tomado esta decisión".

¿Cómo logró que la cfc y Cofetel votaran el mismo día un par de resoluciones que tenían que ver con la tercera cadena?

Ya había tenido comunicación con el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones. Sin duda, comunicación con la Cofetel sí hubo y sí ha habido y yo creo que ahora habrá más.

Esta decisión que se tomó en junio es una decisión que no termina ahí. Abre la puerta para conseguir mayor competencia en televisión abierta y para mí eso es fundamental. Yo voy a hacer lo que sea necesario dentro de las facultades de la comisión y las que yo tenga como presidente de la comisión para que este objetivo, de tener una licitación procompetitiva, se dé antes del 30 de noviembre.

¿Por qué no habla explícitamente de una coordinación entre usted y Mony de Swaan, el comisionado presidente de la Cofetel?

Te voy a contestar abiertamente por qué hemos dado respuestas tan cuidadosas a ese tema. Lo que pasa es que somos órganos colegiados. Ciertamente, esta coordinación y este intercambio de comunicación por supuesto que lo tengo con el presidente de la Cofetel y además tenemos una visión de buena parte del mercado -no en todo- muy parecida. Los dos queremos que haya más competencia.

Obviamente, mi comunicación más sistemática es con él y los dos somos presidentes de las comisiones. Pero yo no te puedo llegar y decir que hubo comunicación entre los plenos de la CFC y Cofetel, porque tengo que respetar las decisiones de mis colegas. Por supuesto que hay comunicación, pero uno debe ser cuidadoso del respeto que uno tiene que tener con sus pares, porque cada quien tomó su decisión.

¿Televisa y Iusacell sabían de esta coordinación?

Claro. Se discutió con ellos todo esto. Para nosotros estaba claro -y para ellos también- que necesitábamos que hubiese espectro [televisivo] en el mercado para que generara más competencia, porque era la única manera de conseguir mitigar el posible riesgo que sobre la televisión abierta pudiera tener [la alianza Televisa-Iusacell]. Y por lo menos la voluntad que yo he recibido de parte de ellos es que están en la mejor disposición de que este mercado [de la televisión] se desarrolle.

¿Las condiciones que finalmente se les impuso a Televisa y Iusacell fueron propuestas por ellas mismas?

Estrictamente en la resolución, fue una obligación que impuso la comisión. Pero sí se discutió con ellos, porque puedes poner condiciones que a lo mejor en un mercado equis simplemente no pueden realizarse.

[Las condiciones surgieron] de una discusión que tuvimos al interior de la Comisión y que tuvimos también con ellos. Al final, cuando se decidió, se dijo: "Éstas son las condiciones y tienen cinco días para aceptarlas o no".

La gran apuesta

Aunque el pleno de la CFC decidió condicionar la alianza entre Televisa y Iusacell a la exitosa licitación de una tercera cadena de televisión digital en 24 meses -a mediados de 2014-, la realidad es que la Cofetel todavía no diseña las bases del concurso, por lo que aún no se sabe si licitará una cadena nacional o varias regionales.

¿Piensa que amarrar la alianza Televisa-Iusacell a la licitación de una tercera cadena provocará un problema legal entre la comisión y las empresas en el futuro?

No veo con qué cara van a llegar con el Poder Judicial a decirle: "Yo me amparo de algo que yo acepté". Pero también tendremos que ver la cara del juez que les diga que tienen razón, porque ellos podrán tener esa cara -y no dudo que la tengan, porque me ha tocado ver cosas de estos señores que no pasan la prueba de la vergüenza-, pero yo quisiera ver la cara del Poder Judicial.

Esta decisión es una apuesta hacia el futuro. Cualquier apuesta hacia el futuro, incluso la tomada el domingo [1 de julio] por los mexicanos, tiene riesgos. Creemos que la mayoría escogimos y tomamos la mejor decisión para el país.

Para nosotros, y de hecho es un asunto que [en la comisión] hemos estado peleando desde hace mucho, es que haya más competencia en televisión abierta. Creo que es una desgracia que en este país desde hace muchos años no se haya licitado espectro para tener más competencia en televisión abierta.

Lo que no podemos olvidar es que por lo menos tenemos entre 55 y 60 millones de mexicanos que la única conexión con el mundo externo es la televisión abierta. Mientras esos mexicanos sigan utilizando ese servicio de manera importante en su vida diaria, este mercado es muy importante.

Lo que viene

Antes de ser nombrado zar antimonopolios, Pérez Motta tenía 14 años de experiencia en el servicio público (10 de ellos bajo sexenios priistas). Sin embargo, como presidente de la CFC sólo ha operado bajo los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón.

¿Ha tenido acercamientos de Enrique Peña Nieto o su equipo de colaboradores?

No ha habido ningún acercamiento por parte del grupo del PRI que contendió en estas elecciones, ni tiene por qué haberlo, porque me imagino que el interés de ellos ahorita es ganar las elecciones.

Estaremos abiertos al diálogo y comunicación por supuesto, como siempre lo hemos estado, y estaremos moviendo y proponiendo acciones regulatorias procompetitivas. Lo hemos hecho y lo vamos a seguir haciendo, les guste a todas las áreas o no les guste. Lo vamos a seguir haciendo porque eso establece la ley. Dicho eso, abriendo la comunicación como debe ser y como lo hemos hecho siempre, también vamos a mantener la independencia de la comisión porque así lo establece la Ley de Competencia... Eso tendrá que ser con cualquier gobierno de cualquier color, porque la Constitución en el Artículo 28 (que prohíbe los monopolios económicos) no tiene color.

¿Cuáles serían los temas prioritarios que le presentaría a Enrique Peña Nieto?

Lo que necesitas es poner en la mesa criterios en la toma de decisiones. Para mí, lo más importante es que los criterios de cualquier toma de decisión del Poder Ejecutivo sean criterios que pongan, por encima de todo, el interés público desde el punto de vista de la competencia y la eficiencia de los mercados, porque creo que eso es la base para lograr una plataforma de productividad y crecimiento.

Creo que el principal reto que tenemos enfrente es conseguir que este país crezca y creo que buena parte de las trabas al crecimiento se debe a la falta de eficiencia en los mercados. A que muchas empresas están más interesadas -aunque es normal en cualquier espíritu empresarial- en cuidar sus privilegios y mercados que en buscar hacer las cosas cada vez mejor y trabajar más orientados al consumidor, que es a lo que te obliga la competencia.

Eso tiene que ser a todos los niveles, también a nivel de áreas restringidas a la competencia como es la energía y como también sucede en otros mercados netamente privados, así como también en todo el marco regulatorio que normalmente opera para cuatro sectores que son fundamentales para la economía del país: telecomunicaciones, transporte, servicios financieros y energía.

En esos cuatro sectores, tenemos la infraestructura básica de productividad que requieren todas las manufacturas para ser competitivos en el exterior y aquí en México, porque México tiene que competir con cualquier país del mundo.

CANALES RESTRINGIDOS
Los cableros quedaron inconformes con las condiciones que la CFC impuso a las televisoras.
La CFC aprobó la alianza entre Televisa y Iusacell, de Grupo Salinas, dueño de TV Azteca, con la condición de que las televisoras vendan por separado sus paquetes de canales de televisión abierta y restringida. Pero los operadores de televisión restringida creen que la comisión desaprovechó la oportunidad de imponer las normas must carry y must offer. Éstas exigen la transmisión gratuita de los canales abiertos en señal restringida y, a su vez, obligan a los operadores de TV de paga a transmitirlos.
Eduardo Pérez Motta, presidente de la CFC, acepta que en un mundo ideal hubiera condicionado la alianza al must carry y must offer, pero asegura que la Ley Federal de Derechos de Autor le impide exigir ese tipo de condiciones.
Miguel Flores, comisionado de la CFC que votó en contra de la alianza entre Televisa y Iusacell, explica: “Evidentemente sería lo ideal, pero la Ley Federal de Derechos de Autor les da el derecho a los dueños de las señales. Era muy riesgoso”.
Sin embargo, Salomón Padilla, vicepresidente de la Asociación de Redes de Telecomunicaciones de México, que aglutina a 25 operadores de TV restringida, cree que el regulador rehuyó su obligación de emparejar el terreno de juego. Considera que así como condicionó la alianza a la licitación exitosa de una tercera cadena, también lo pudo haber hecho con el must offer y must carry.
El debate ya tuvo consecuencias prácticas. A principios de año, PCTV, que provee contenidos a más de 300 operadores de TV de paga, dejó de transmitir la señal de TV Azteca luego de que ésta exigió cobrar.
Pérez Motta, sin embargo, no cree que sea su deber imponer una condición que no está en la Ley Federal de Competencia Económica. “Señores diputados y diputadas y senadores, ¿por qué no lo han hecho ustedes?”, reclama.

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