¿Público, de alta velocidad y gratis?

En los próximos dos años, unos 11 millones de mexicanos podrán por primera vez acceder a internet de banda ancha si la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) cumple un programa ambicioso de conexiones públicas en zonas aisladas.

La SCT debe instalar más de 250,000 conexiones a internet de alta velocidad para cumplir con un compromiso que el gobierno mexicano adquirió con la Unión Internacional de Telecomunicaciones para instalar conexiones públicas en todos los edificios públicos del país.

El esfuerzo costará unos 1,204 millones de pesos y llevará conexiones satelitales y terrestres a escuelas primarias, centros de atención a contribuyentes del SAT y hasta la supercomputadora ABACUS, ubicada en un predio entre Toluca y la Ciudad de México.

El proyecto incluye: una red de conexión que aproveche la fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad, dos redes satelitales y contratos por licitación para ofrecer conexiones WiFi en casi 100,000 centros comunitarios y bibliotecas.

"Tenemos como prioridad las comunidades aisladas que padecen alta marginación y que tienen entre 250 y 2,500 habitantes", dice Mónica Aspe, coordinadora de la Sociedad de la Información y el Conocimiento de la SCT.

En el despliegue de las redes participan operadores de telecomunicaciones mexicanos y extranjeros. Hughes Network Systems y Elara Comunicaciones se encargarán de instalar antenas receptoras para internet satelital en 21,000 sitios. Iusacell, Operbes (de Televisa), Telmex, Axtel y Telefonía por Cable instalarán y administrarán los 79,000 puntos de conexión restantes.

Al duplicar la cantidad de personas con acceso a internet de banda ancha, dice Aspe, el proyecto e-Mexico -creado en 2000 por el ex presidente Vicente Fox-, podría duplicar el tráfico de internet en México.