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Roberto Alcántara, ¿el empresario del sexenio?

Al dueño de VivaAerobús se le ha relacionado con Enrique Peña y el supuesto Grupo Atlacomulco; el 74 empresario más importante reconoce haber sido amigo del padre del actual mandatario mexicano.
mar 11 noviembre 2014 06:00 AM
Dueño de VivaAerobús y presidente de Grupo IAMSA, que tiene 24% del mercdo de viajes por autobús. (Foto: Gilberto Contreras / Revista Expansión )
roberto alcantara, dueño de vivaaerobus (Foto: Gilberto Contreras / Revista Expansión)

(NOTA DEL EDITOR: Ésta es la primera de tres entregas del reportaje publicado por Expansión en su edición del 24 de octubre.)

“(Al presidente Enrique Peña Nieto) lo conocí de chiquillo (...), pero jamás lo he molestado ni una sola vez para que me reciba (...), para que nos ayude con el régimen fiscal”, dice en entrevista para Expansión el dueño de VivaAerobús y uno de los principales transportistas del país, Roberto Alcántara, acerca de los rumores sobre su cercanía al mandatario y al llamado Grupo Atlacomulco.

El también presidente del grupo de autotransporte IAMSA es el 74 empresario más importante de México , según el ranking de Expansión. El grupo tiene casi 24% del mercado de viajes por autobús y mueve unos 260 millones de personas al año, publica la revista, cuya suscripción está disponible en el Kiosco Digital.

Sin embargo, muy pocos conocen a Alcántara. “ Me gustan los medios , pero no me gusta estar en los medios”, dice. “Tengo que ser discreto”.

Esto contribuye a generar todo tipo de rumores y acusaciones. En mayo de 2014, el columnista Alberto Aguilar, de los diarios El Universal y Milenio, escribió que el empresario quiere la tercera cadena de televisión.

En septiembre, la revista Proceso publicó el artículo ‘Roberto Alcántara, el empresario consentido’, en el que lo señalaba como uno de los “empresarios del sexenio”.

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Un mes después, el semanario publicó una entrevista en la que Alcántara niega los rumores . Políticos del PAN y el PRD afirmaron en agosto que el empresario ganó la licitación para operar el telepeaje de forma poco transparente. Otras figuras como el izquierdista Andrés Manuel López Obrador suelen decir que la familia Alcántara es cercana al Grupo Atlacomulco.

Entre políticos

La familia de Roberto Alcántara es una de las más prominentes de Acambay, en el Estado de México. Su abuelo, Manuel Alcántara, fue presidente municipal en 1927 y llevó la luz eléctrica al pueblo, cuenta Edgar Serrano, cronista del municipio. Su padre también presidió el pueblo, a finales de los 50, y más tarde fue senador por el PRI.

El rumor sobre su cercanía al Grupo Atlacomulco existía dentro de la propia empresa, dice Epigmenio Álvarez, ex director jurídico de IAMSA, que trabajó ahí entre 1993 y 2010.

Alguna vez le tocó negociar con Banco Interacciones , de Carlos Hank Rhon, el hijo del profesor Carlos Hank González, supuesto líder del Grupo. “Alguien me preguntaba si había algún problema (de conflicto de intereses) —dice—. Yo decía: ‘No, no tenemos nada que ver’. (...) Nunca vi que se mezclara la política con la parte de negocio”.

Al margen de los rumores, hasta ahora, el único contrato con el gobierno que Alcántara ha ganado en este sexenio es el del telepeaje IAVE. El empresario nunca ha tenido un cargo político, pero dice que no oculta su afiliación.

Cuenta que fue a la preparatoria con Pedro Joaquín Coldwell, actual secretario de Energía, y reconoce haber sido amigo del padre de Peña Nieto, a quien también se identifica con la supuesta élite de Atlacomulco.

Al principio, vendía medias

Alcántara tiene su oficina en Lomas de Chapultepec, uno de los barrios más exclusivos de la Ciudad de México. El edificio, rodeado por mansiones, parece austero. No hay ningún letrero que indique que ahí está la oficina del mayor transportista de México.

De estatura baja y pelo escaso y cano, viste con chamarra de lona, pantalón de mezclilla y camisa a cuadros. Es el mismo estilo de ropa que ya llevaba de niño, según recuerdan sus familiares y amigos de Acambay. Habla pausado y usa palabras como “trastumbando”, “trebejos” y “rijosa” mientras recuerda sus inicios.

De niño, tenía que coser costales de maíz, cumplir con sus tareas escolares, ordeñar una vaca, darle de comer, limpiar su pesebre y repartir la leche. “La que me sobraba, la vendía”, dice. Su padre no permitía que él ni sus ocho hermanos se quedaran sin hacer nada.

“El güero”, como lo llamaban en casa, nació en la primavera de 1950 en Acambay. Unas 60,000 personas viven allí, entre las montañas, a unos 20 kilómetros de la cabecera municipal, Atlacomulco. Allí montó sus primeros negocios.

Con 10 años, abrió un puesto en la plaza principal del pueblo para vender maíz, aguas frescas y dulces. Después empezó a ofrecer, casa por casa, medias de mujer “de color tabaco, con talón, sin talón, con raya”, dice. A los 16 años dejó la casa de sus padres. “Me fueron”, recuerda.

Negocios de maíz

Su padre, Jesús Alcántara Miranda, que creó la empresa de autobuses Grupo Toluca, lo envió a la Ciudad de México a estudiar la preparatoria en el Colegio Franco Español. Como no era muy bueno en la escuela, su padre lo puso a trabajar.

“Me dijo: ‘Tú estás aquí de huevón’”, cuenta. Le dio un molino de nixtamal. “La mitad (de lo que ganes) es para que pagues el molino y la mitad para que pagues tus gastos”, le dijo. Pero no le alcanzaba para ninguna de las dos cosas.

Terminó la preparatoria y se dedicó de lleno al negocio. Le fue bien: además del molino, abrió varias tortillerías y una empresa de transporte de carga para el maíz. “En sus negocios, siempre fue exageradamente inquieto”, dice su sobrino Noel Alcántara.

Por la ruta de su padre

Su padre, sin embargo, le decía que hacía “puras pendejadas”, recuerda Alcántara, que estuvo años casi sin comunicarse con él. A finales de los 70, en una visita, lo convenció de que se uniera a su compañía de camiones de pasajeros.

“Su padre lo jaló de vuelta al autotransporte (…) ‘Te voy a dejar esta empresa a ti y a Arturo (su hermano)’, le dijo”, cuenta Hugo García Blake, que conoce a Alcántara desde hace 40 años.

Hoy, Alcántara es el principal transportista del país. Preside Grupo IAMSA. También tiene aviones, con la aerolínea VivaAerobus; trenes, con el suburbano de la Ciudad de México, y autopistas, pues opera el telepeaje IAVE. “Nuestra actividad es mover gente”, dice.

Recién entró a los medios de comunicación. En julio de 2014 se volvió el principal accionista individual de Grupo PRISA, una de las compañías de medios más importantes del mundo hispano, con operaciones en 22 países.

(Con información de Wendy Selene Pérez,  Norma Rodríguez, Cristina Nieto, Jaqueline Tavera, Raúl Martiarena, Enrique Hernández, Jessica Bigio y Cinthya Bibian)

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