La bondad de un bien raíz radica en conservar su valor a través del tiempo. Un bien inmueble tal vez no genere mucho efectivo en su venta, pero siempre conserva y hasta excede su valor.
Desde el origen de internet vemos un fenómeno similar con la presencia de empresas en la red: su ‘dominio’, que son esas palabras en una dirección, entre las “www” y “com”.
En su origen, el dueño de un dominio era quien lo registraba en internet. Esto derivó en una gran cantidad de abusos de propietarios de nombres o marcas en el mundo real que tenían que pagar para ‘rescatar’ su dominio, previamente registrado por alguien más. Pero ya hay mecanismos para pelear y ganar batallas contra los oportunistas, aunque sigue siendo un trámite complejo y molesto.
Si usted no ha pensado en esto, es fundamental registrar en toda posible extensión y nombre su persona y empresa. No hacerlo implicará perder este nuevo ‘bien raíz’. Con la entrada de dominios “.biz”, “.info” o “.tv” se abren más flancos para que los ‘vivales’ usen dominios ajenos.
La presencia de una marca y su valor en el mercado pueden subir mucho y a veces pueden costar más que la misma empresa. Un caso notorio fue el pleito legal del dominio www.sex.com que fue vendido por 10 MDD. ¿Dónde acu-dir? A www.nic.mx, para México, y www.icann.org, para casos internacionales.
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