Los hombres prefieren viajar ligero, pero que no falte su osito de peluche
“No sólo los niños se acurrucan con su peluche favorito para que los lleve a la tierra de los sueños. Casi una tercera parte de los adultos también necesitan su abrazo de osito”, difundió en un comunicado la cadena de hoteles Travelodge.
En los últimos 12 meses, Travelodge ha reunido cerca de 75,000 osos de peluche olvidados en sus 452 hoteles en el mundo.
En una encuesta realizada entre 6,000 británicos por esta cadena de hoteles, 35% de los adultos admitieron dormir con un peluche porque les parecía acogedor y les ayudaba a des estresarse luego de un día de trabajo duro.
Según el estudio, 25% de los hombres reportaron haber llevado un oso de peluche a un viaje de negocios, ya que les recuerda su casa y les ayuda a conciliar el sueño cuando extrañan los abrazos de su pareja.
“Acurrucarse con un osito de peluche es una parte importante de nuestra psique nacional, ya que evoca un sentimiento de paz. (…) Por ello no es sorprendente la popularidad de llevar osos a viajes de negocios. Evoca los sentimientos de seguridad y calor de hogar y ayuda a dormir, como en la infancia”, dijo a Travelodge la psicóloga Corrine Sweet.
El estudio demostró que 51% de los adultos británicos tienen todavía un osito de peluche de su niñez y el promedio de edad de estos osos es 27 años.
Uno de cada 10 hombres admitió esconder su osito de peluche cuando su novia se quedaba a dormir en su casa y 14% de los casados reconoció que esconde los osos cuando tienen visitas.
Extrañamente, 15% de los hombres dijeron dar a sus ositos trato de mejores amigos y compartir secretos íntimos con ellos. Lo mismo hace el 10% de las mujeres consultadas.
Asimismo, 14% de los que son padres dijeron que pasaron sus ositos de peluche a sus hijos.
“Nunca antes habíamos tenido 75,000 ositos olvidados en los hoteles Travelodge. Nuestro personal ha trabajado extremadamente duro para reunir a estos peluches con sus dueños”, dijo Shakila Ahmed, vocera de la cadena de hoteles.
“El hecho de que un hombre guarde un oso de peluche no reduce su virilidad ni su entusiasmo para tomar cerveza”, publicó el sitio The Frisky. “Aunque no todos los hombres viajen con sus ositos, quienes sí lo hacen corren el riesgo de pasar un ridículo cada vez que atraviesan una inspección de equipaje”.
Los juguetes, aseguran en el sitio, “Son un símbolo de la época en la que todos los hombres consideraban los nuggets de pollo un manjar. (…) Cada vez que los hombres desempolvan sus peluches tienen una regresión a su infancia, al sonido de las pistolas láser y al olor del tapete del Nintendo. Es muy difícil juzgar cuánto ha viajado uno sin recordar dónde comenzó el viaje.
