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Los demócratas controlarán el Senado de EU gracias a las victorias en Georgia

El pastor bautista Raphael Warnock y el documentalista Jon Ossoff aseguran que su partido tendrá la mayoría en la Cámara Alta, lo que facilitará el camino de Joe Biden como presidente.
mié 06 enero 2021 04:04 PM
Victorias históricas
Los demócratas Raphael Warnock y Jon Ossoff harán historia con sus victorias. El primero, será apenas el tercer afrodescendiente elegido para el Senado por un estado sureño y el segundo, el senador más joven desde Biden.

Los demócratas han dado este miércoles gran paso hacia el control del Senado de Estados Unidos. Raphael Warnock, el pastor de la iglesia de Atlanta donde oficiaba Martin Luther King, y el documentalista judío Jon Ossoff ganaron en una disputada segunda electoral vuelta en Georgia.

Warnock ganó su elección por el escaño que actualmente ocupa la republicana Kelly Loeffer, mientras que Ossof ocupará el puesto del republicano David Perdue. Tanto Loeffler tanto Perdue contaron con el apoyo de Donald Trump, del que son incondicionales, pero los escándalos del presidente les cobraron factura.

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Con este resultado, los demócratas contarían con 50 asientos en el Senado, igual que los republicanos. Pero la futura vicepresidenta Kamala Harris tendrá el poder de romper el empate, y hacer inclinar la balanza del lado demócrata.

El partido ya tiene una estrecha mayoría en el Cámara de Representantes de Estados Unidos.

El control de ambas cámaras permitirá a Biden avanzar en sus nombramientos políticos y judiciales, así como darle cauce a sus prioridades legislativas, desde el alivio del coronavirus hasta el cambio climático.

El pastor bautista hace historia al convertirse en el primer senador afrodescendiente en la historia de este estado sureño, marcado por la historia de esclavitud y racismo de Estados Unidos. Es apenas la tercera persona negra en ganar un escaño senatorial en el sur del país.

"Les hago una promesa esta noche: voy al Senado a trabajar para toda Georgia", declaró el reverendo de 51 años en un mensaje publicado en sus redes sociales.

En un mensaje de video, Warnock, cuya Iglesia Bautista Ebenezer es legendaria en Georgia debido a su papel en el movimiento de derechos civiles bajo King, recordó su humilde educación como uno de los 12 hijos de una mujer que trabajaba en campos de algodón.

"Debido a que esto es Estados Unidos, las manos de 82 años que solían recoger el algodón de otra persona fueron a las urnas y eligieron a su hijo menor para que fuera senador de Estados Unidos", dijo.

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Para hacer historia, el demócrata derrotó a Loeffler, una emprendedora de 50 años, que había sido nombrada senadora en diciembre de 2019. A la espera del resultado final, el demócrata se imponía con el 50.6% de los sufragios.

El compañero de partido de Warnock, Jon Ossoff tiene una ventaja sobre Perdue de 0.6%, suficiente para evitar un recuento de votos.

"Georgia, gracias por la confianza que me han otorgado", dijo en una breve declaración la mañana de este miércoles.

Con el 98% de los votos escrutados, Ossoff tenía una ventaja de 16,370 sufragios ante el senador republicano David Perdue, un margen superior al que Biden logró ante Trump en ese estado en noviembre.

El documentalista de 33 años se convertirá en el miembro más joven del Senado desde Joe Biden, quien ganó su escaño por Delawere en 1973, con solo 29 años.

Además, Warnock y Ossoff on los primeros demócratas en ganar los puestos de Georgia en el Senado desde el 2000.

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Un desastre para los republicanos

Estos resultados equivalen a una derrota final para el presidente saliente Donald Trump, quien se convertirá en el primer presidente de Estados Unidos desde 1932 en perder la Casa Blanca y ambas cámaras del Congreso en un solo mandato.

Además, significará una derrota sin precedentes en Georgia, uno de los bastiones del Partido Republicano en el sur de Estados Unidos.

Trump celebró mítines para ambos candidatos republicanos, pero eclipsó la campaña con acusaciones falsas de que su propia derrota en las elecciones presidenciales de noviembre estuvo teñida de fraude, atacando repetidamente a funcionarios republicanos en el estado.

El último fin de semana, su presión al secretario de Estado de Georgia, el también republicano Brad Raffensperger, para que “encontrara” suficientes votos para revertir la victoria de Joe Biden opacó la recta final de la campaña.

Los funcionarios de Georgia rechazaron las peticiones del presidente saliente e insistieron que su conteo fue el correcto.

Las teorías conspirativas del presidente para evitar reconocer su derrota en las urnas, han perjudicado al Partido Republicano, de acuerdo con algunos analistas.

Si los demócratas ganan, las pérdidas "recaerían directamente sobre los hombros del presidente Trump y sus acciones desde el 3 de noviembre", dijo a CNN Gabriel Sterling, un republicano y un alto funcionario electoral de Georgia.

"Es un desastre épico para el Partido Republicano con un daño incalculable", tuiteó Matt Mackowiak, presidente del partido en el condado texano de Travis, que criticó a Trump por lastrar a su formación con sus acusaciones infundadas.

La elección marcó un cambio en la política de Georgia y el sur más amplio y profundo. Al menos 4.5 millones de votantes participaron, rompiendo las cifras de participación anteriores para las carreras de segunda vuelta.

Impulsados por el estrecho triunfo de Biden en Georgia en noviembre, inédito desde 1992, los demócratas lograron movilizar a sus votantes, especialmente el crucial electorado afroestadounidense.

"Georgia va a hacer historia una vez más", dijo la congresista demócrata Ilhan Omar.

Para Dave Wasserman, analista del Cook Political Report, independiente, la participación en estos comicios recuerda a la ola demócrata en las elecciones a la Cámara Baja de hace dos años.

"Esto es lo que vimos en 2018: muchos votantes de Trump simplemente no se manifiestan cuando Trump no está en la boleta electoral", tuiteó.

Una estrategia fallida… que se repite

A pesar de que es una estrategia que ha mostrado resultados negativos, ambos senadores republicanos, siguiendo el ejemplo de Trump, que nunca reconoció su propia derrota, predijeron que finalmente ganarían e insistieron en que seguirían luchando: "Tenemos un camino hacia la victoria y nos mantendremos en él", dijo Loeffler a sus partidarios en Atlanta.

Durante la campaña, los republicanos habían pintado a Ossoff y Warnock como radicales que perseguirían una agenda de extrema izquierda. Pero ese mensaje no logró resonar entre muchos habitantes blancos de los suburbios que han abandonado cada vez más al partido republicano bajo Trump.

Los tambaleantes esfuerzos de Trump para anular su propia derrota se trasladan al Congreso más tarde el miércoles, cuando el vicepresidente Mike Pence presidirá el recuento de votos electorales para certificar la victoria de Biden.

Trump ha pedido a Pence que descarte los resultados en estados que perdió por poco, aunque Pence no tiene autoridad para hacerlo. Algunos legisladores republicanos han dicho que intentarán rechazar algunos recuentos estatales, una medida que no tiene ninguna posibilidad de éxito pero que podría forzar el debate y alargar el proceso de certificación.

Los partidarios de Trump planean manifestarse en las calles de Washington DC, con la ciudad preparándose para una posible violencia. La policía expulsó de la ciudad al líder de un grupo de extrema derecha e hizo varios arrestos cuando las protestas se intensificaron el martes. Trump se dirigirá a la multitud a las 11:00 am, hora del Este (10:00 am, hora de la Ciudad de México).

Con información de AFP y Reuters

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