Arbolitos, nueva opción para productores
La producción de pinos naturales se abre como una nueva oportunidad de negocios para los productores que viven cerca de zonas boscosas, ya que por una parte la calidad de los árboles de Navidad en México ya es equiparable a la de los que crecen en los bosques de Estados Unidos y Canadá y por otra parte aún se tiene que importar una gran cantidad confirman autoridades de agricultura y comercializadores.
En México existen más de 10 millones de hectáreas de bosque con potencial para sembrar pinos de Navidad, principalmente en los estados de Puebla, Morelos, Michoacán, Chiapas, Veracruz, Coahuila, Baja California Norte,
Hidalgo, Distrito Federal, Estado de México, Guanajuato y Jalisco.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) de los aproximadamente 1.6 millones de árboles que se comercializan en el país, un millón tienen que traerse de Estados Unidos y Canadá para satisfacer la demanda, lo que abre una nueva opción para los productores.
Según la misma Conafor es falsa la idea de que a fin de evitar la deforestación se deben comprar árboles artificiales en lugar de un pino natural, sino todo lo contrario, pues ahora existe la opción de que una vez que concluye la temporada navideña los árboles naturales se entreguen a empresas que los vuelven a plantar o los procesan para convertirlos en composta.
"La sobrevivencia en las reforestaciones es muy baja, de cada 100 plantas se pueden morir 70", advierte Marisela Zamora, investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias.
A pesar de los apoyos del gobierno que reciben quienes se dedican a la siembra de pinos, se necesita ampliar la superficie de siembra, según Zamora, pues un árbol necesita crecer durante 10 o 12 años para estar en condiciones de llegar al mercado y eso requiere estar sembrando árboles constantemente.
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