Tecnología, palanca de la productividad
Muchas compañías ya han dado inicio a la automatización en sus procesos a través de la eliminación de las capas intermedias en sus aplicaciones logísticas, lo que ha dado como resultado el poder contar con excelentes beneficios en los abastecimientos de sus productos.
Hoy la mayoría de las que están en crecimiento continúan enfrentándose a diversos retos como la entrega de sus productos en tiempo y forma, ya que no cuentan con las herramientas tecnológicas que les brinde un soporte analítico y les permita visualizar cómo se encuentra su nicho de mercado a nivel global.
Las empresas de todo tamaño, que se niegan a realizar una migración tecnológica, corren el riesgo de no llevar el control de todos los movimientos de productos de manera interna —tanto de entrada como de salida— ya que no cuentan con una pantalla de transacción, dando como resultado pérdidas o sobreabastecimiento de sus productos.
Entre los problemas que enfrentan las empresas que carecen de tecnología, está el no poder contar con una optimización de flujos de las operaciones y, por lo tanto, no tener una mejora en la gestión de las relaciones con sus clientes; no poseer un control de la demanda de la producción en tiempo real ni integración de los proveedores y subcontratistas externos en el flujo de trabajo.
Existe un alto porcentaje de compañías que poseen aplicaciones desarrolladas “en casa” que, en la mayoría de los casos, permanecen aisladas del resto del software de gestión y carecen de integración con áreas clave como Logística. Esto hace que todo el proceso sea más lento y, a su vez, más costoso en su administración y mantenimiento.
Actualmente, se contempla la existencia de dos grandes vertientes en el mundo de las aplicaciones. Una es la inteligencia de negocios que puede estar integrada por tableros de control e indicadores de las empresas sin importar el tamaño; sólo se encargan de que éstas tengan su información al día y que con ella tomen las decisiones correctas.
Otra vertiente son los productos especializados muy avanzados que utilizan programación matemática, algoritmos e inteligencia artificial, los cuales permiten tomar decisiones más racionales, ya que ayudan a ver cómo se encuentra la demanda de productos; planea la adecuada transportación y la entrega a los centros de distribución; controla al máximo la calidad y seguridad de cada uno de los productos elaborados por una empresa, y funciona hoy como un indicador de la excelencia operacional.
La integración interna de todos los procesos de la cadena de valor resulta imprescindible para poder obtener la información que se necesita, tomar decisiones estratégicas en el momento preciso e integrar todos estos procesos con el mundo exterior.
Así, las compañías generan el concepto de “empresa extendida”, una característica que proveen las soluciones de negocios de última generación, con lo que pueden habilitar en un mismo ámbito virtual la colaboración de procesos con todos sus socios estratégicos: clientes, proveedores y distribuidores.
El uso de nuevas tecnologías impulsa la excelencia en la cadena de suministro, ya que ayuda a influir, responder a las demandas, planificar las ventas y operaciones en tiempo real. Asegura el suministro óptimo a través de la gestión de provisiones y logística integrada con categoría mundial. Posibilita la excelencia en fabricación de procesos de flujo de demanda, sistemas de producción ajustada y ejecución integrada. En los procesos logísticos, aumenta la rentabilidad del producto y su ciclo de vida; amplía las ofertas de servicio con un enfoque global de los clientes, productos, activos, inventario y provisiones. Apoya, en suma, a las empresas con procesos de negocios flexibles y adaptables para enfrentar los retos de hoy y del mañana.
*El autor es experto en tecnologías de la información (TI). Actualmente es Principal Solution Architect de Oracle de México.