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Las materias primas pasan del superciclo a la súper volatilidad

La oferta y la demanda de los commodities enfrenta factores que tienen a los precios en una montaña rusa, como condiciones climatológicas adversas y la crisis energética.
jue 14 octubre 2021 05:01 AM
Gráficas y tablas financieras con plantas de al fondo.
En lo que va del año, algunas materias primas han tocado máximos de varios años.

Lo que hasta hace unos meses se veía como el probable inició de superciclo de los commodities, tal como el observado hace unas dos décadas atrás, ahora se percibe más como una súper volatilidad, sin un claro motor que empuje a las materias primas.

Un superciclo se caracteriza por ser un periodo largo de alzas en los precios de las materias primas. Durante la primera década del milenio fue consecuencia del boom de los países emergentes Brasil, Rusia, India y, con mayor énfasis, China. La demanda fue tal que el índice global de las materias primas del Fondo Monetario Internacional casi cuadruplicó su nivel de 2000 al 2011. A partir de ahí, los precios comenzaron su caída y con ello cambiaron los portafolios a otro tipo de inversiones.

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Pero para inicios de este año, algunos analistas y bancos de inversión vislumbraban el ciclo alcista para los commodities. Incluso, el entusiasmo llevó al banco de inversión estadounidense Goldman Sachs a proclamar el “despertar de un nuevo superciclo”. Las declaraciones no eran infundadas. El índice de commodities de Dow Jones creció 112% en los primeros nueve meses del año, luego de que los motores de la economía global reiniciaron su marcha tras las restricciones de 2020 por la pandemia.

Sin embargo, a diferencia del inicio de la década del 2000, el desempeño de los commodities no está relacionado con un sólo factor: el boom de China. Ahora, una demanda creciente de bienes y servicios, y una oferta que no se logra poner al corriente son trastocadas por diversos factores que podrían agruparse en: condiciones climatológicas adversas, crisis energética, transición a energías renovables, cierres temporales por la pandemia y tensiones políticas. Estos factores producen una especie de montaña rusa en diferentes materias primas, a pesar de que el índice sigue al alza.

Un ejemplo claro es la madera. Los precios de los futuros de este commodity tocó un nivel de 1,670.5 dólares el 7 de mayo. Pero cinco meses después, el precio borró 57% de su ganancia. De igual manera, el hierro registró una caída de alrededor de 21%, a 122 dólares, de enero al 8 de octubre, luego de registrar precios máximos por encima de los 200 dólares.

Estas últimas caídas reflejan un poco lo que ocurre con otros metales industriales y en el sector de construcción: la crisis energética ha desacelerado la producción en plantas industriales y las condiciones climáticas más extremas han presionado a los gobiernos de economías desarrolladas a buscar materiales menos contaminantes, de acuerdo con analistas de instituciones financieras como Banco Base o Banco Ve por Más que siguen las tendencias de los commodities.

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“Es claro que los precios de los metales industriales siguen de cerca los precios de los energéticos en el tiempo, debido principalmente a que los motores de la demanda son similares”, comentó Edward Gardner, analista de la consultora británica Capital Economics.

Otro sector afectado por los dos últimos factores mencionados es el agrícola. Esto se observa en el precio de este commodity, el cual alcanzó los 7.4 dólares en mayo y actualmente está en 5.3 dólares. Aún así, el maíz acumula una ganancia de 9.7% de enero a principios de octubre.

En contraste, los precios del carbón y gas natural acumulan ganancias de 233.3% y 125.5%, respectivamente, en dicho lapso, presionando los objetivos inflacionarios en la mayor parte del mundo. La falta de una mayor capacidad de producción de las energías renovables, un acceso limitado a energéticos fósiles y capacidad menguada de gas natural, lleva los precios de estos energéticos a niveles históricos. Para Ana Azuara, de Banco Base, esta es una señal de que los países están buscando “cualquier energético” para producir energía y calentar los hogares en el invierno que está por llegar. Pero en este caso, también existe un componente político que involucra a Rusia, uno de los principales productores de gas, que es acusado de limitar la venta de gas natural a la Unión Europea, para justificar la operación de un nuevo gasoducto.

Este caos en los precios de los commodities parece no encontrar un ancla en el corto plazo y genera presiones en las metas inflacionarias de los países. Las voces de los banqueros centrales que pregonaban como pasajera una volatilidad en los precios comienzan a apagarse. En su último pronóstico, el Fondo Monetario Internacional prevé que la inflación anual para las economías emergentes tendrán incrementos de un promedio de casi 7% durante los últimos meses de 2021.

“La escasez de bienes se está agravando y persistirá durante algún tiempo debido a la escasez de inventarios, los cierres por la pandemia en Asia y la fuerte demanda de bienes importados”, señaló Capital Economics en su último reporte titulado “La escasez sesga los riesgos de inflación al alza”.

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