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¿Te ascendieron?, que no se te suba

Convertirte en el nuevo jefe de tus amigos puede ser una pesadilla si no controlas la situación; evitar la soberbia y mantener una comunicación constante, las claves para sobrevivir.
vie 03 julio 2009 06:00 AM
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La amistad puede ser benéfica para el trabajo, si sabes cómo (Foto: Jupiter Images)

Te ascendieron y ahora eres el nuevo jefe de tus amigos...¿una victoria para celebrar o el inicio de una verdadera pesadilla laboral? Cuando un amigo se convierte en jefe, las relaciones sociales y la convivencia dentro del lugar de trabajo necesariamente deben cambiar, ya que es vital para el funcionamiento de la empresa establecer límites entre líder y subordinado, coincidieron especialistas.

"Lo primero que debe hacer el nuevo líder es asumir su papel y definir límites profesionales, la amistad no cambia, pero las obligaciones y lo que esperan de él sus superiores sí", asegura en entrevista el director general de Monster.com México, Daniel Soto.

Por esta razón es esencial ser claro al comunicarles a tus colegas de tu ascenso. En el mejor de los casos la noticia será dada por los directivos, pero si no es así la recomendación es convocar a una junta donde te presentarás en tu nuevo papel y definirás las estrategias que planeas para el equipo, aconseja la gerente de Relaciones Públicas de Manpower, Laura García.

Dar órdenes a tus compañeros de fiesta o confidentes resulta una situación incómoda, pero antes de dar marcha atrás debes pensar por qué fuiste elegido para el puesto y ‘vestirte' el papel, señala el comunicólogo y catedrático del Tec de Monterrey Ciudad de México, Jesús Meza Lueza.

Para lograrlo nada mejor que adoptar una actitud madura y ser sensato, organizado y prevenir las reacciones de tus ahora subordinados: "No se trata de volverse arrogante o soberbio, sino de mostrar que se es el jefe, se tiene un rango superior, pero todavía se aprende del equipo de trabajo", asegura la investigadora de la Facultad de Pedagogía de la Universidad Panamericana (UP), Mónica López Bátiz.

Sobrevive a tus amigos

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Sé tú mismo: el error más común según los especialistas es volverse soberbio. Aunque te hayan ascendido, recuerda que tu obligación es ser líder de un equipo, y para dirigirlo lo mejor es tener a la gente de tu lado. "No hay nada peor que un nuevo jefe que confunde su rango con superioridad personal (...), un verdadero líder sabe cómo guiar y motivar a un equipo", aconseja Meza Lueza.

Pide retroalimentación: los celos son un sentimiento muy humano que puede darse en cualquier relación, pero cuando el trabajo -y los ascensos- está involucrado, es más común que se manifieste. "Los amigos pueden pensar que ellos son quienes merecían la promoción, así que pedir retroalimentación constante es una forma de hacerles ver que participan activamente en la toma de decisiones", recomienda Daniel Soto.

Sé sincero: un paso fundamental es siempre expresar lo que te incomoda, así que es natural que tus nuevos empleados tengan cosas que aclarar contigo para asimilar el cambio que se da en la relación. "Hay que ser sinceros y expresar los sentimientos de forma clara, enfrentarlos y vivir con ellos", señala López Bátiz.

La amistad sigue: aunque la relación se ve afectada por los nuevos límites profesionales que existen, lo mejor es continuar con el mismo nivel de fraternidad en la medida de lo posible. Si acostumbrabas salir con tus amigos a comer, no tienes que dejar de hacerlo ni tampoco retirarles el habla o pedir que te traten ‘de usted'. "La amistad es benéfica para el trabajo, ya que aumenta la productividad por el compañerismo, lealtad y sentido de pertenencia que genera", agrega el Marketing Manager de Bumeran.com México, Luis Garza.

Evita suspicacias: tus amigos siempre van a serlo, pero no tienes por qué ser sectario con el resto del equipo. Es fundamental que integres a los demás subordinados a una verdadera dinámica grupal. Si sales todos los días a comer sólo con tus ‘cuates', lo normal es que el resto sienta que hay favoritismo o preferencias, pero si balanceas la situación, paulatinamente fortalecerás a tu grupo de trabajo, lo que se reflejará en los resultados laborales, coinciden los especialistas.

Prueba con hechos: si comienzan los rumores sobre preferencias con tus amigos cercanos, la única arma que te salvará de parecer un jefe ‘barco', es demostrar con hechos u con base en resultados concretos, por qué la gente cercana a ti gana bonos o es felicitada constantemente. "Lo importante es nunca premiar a un amigo sólo porque nos cae bien, ya que además de abusar de tu puesto, pones en riesgo la relación de trabajo y a la compañía en sí", asegura el directivo de Monster.com México.

Respalda tus decisiones: si vas a tomar decisiones delicadas, asegúrate de contar con el respaldo de tus superiores. Esto, además de darte un soporte profesional, enviará el mensaje a tus subordinados de que tienes un rango superior y deben alinearse a tus estrategias.

Eres el jefe, no su papá: aunque quieras mucho a un amigo, recuerda que establecer límites es esencial para mantener el equilibrio labora. Si no cumple con su trabajo, tu obligación es reprenderlo y mostrarle las consecuencias que estos actos tendrán. Lo más seguro es que el amigo lo tome mal, pero más que ‘tu cuate', recuerda que eres un jefe y tu obligación es buscar resultados. "Es difícil llamar la atención a un amigo, pero no hacerlo podría significar el fin de tu carrera y un daño permanente a la amistad", concluyeron los expertos.

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