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¿Trabajas en una oficina divertida?

Establecer dinámicas de juego entre compañeros puede aumentar la rentabilidad de las empresas; despertar la creatividad del ejecutivo importa y 90% del día de un director consiste en improvisar.
mar 26 abril 2011 06:02 AM
La satisfacción es un ingrediente vital para lograr la productividad y rentabilidad en la empresa. (Foto: Photos to go)
trabajo feliz (Foto: Photos to go)

Alegre, aburrido, opresor, ¿con qué palabras definirías la oficina dónde te desempeñas? La satisfacción en el trabajo no depende sólo del salario, a la mayoría de los colaboradores le gusta la idea de "tener voz" en su empresa, para proponer ideas que permitan mejorar su ambiente laboral. Esa conclusión se plantea en un libro llamado ¿Qué quieren los trabajadores? (What Do Workers Want?), de Richard Freeman. Pensando en el quehacer cotidiano, ¿qué tipo de dinámicas o estrategias podrían impulsar que un colaborador se siente feliz en su oficina?, en especial si se considera que satisfacción es un ingrediente vital para lograr productividad y rentabilidad en una empresa.

Una herramienta poderosa es "empoderar a todos los colaboradores", y diseñar actividades con las que se pueda crear un "espacio de vínculo" con ellos. "No llegar todas las mañana con la típica acción de contestar correos". Hay por otras cosas sencillas , como "iniciar alguna mañana con ejercicios o crear noches de cine", platica la directora de la firma de consultoría Meyer Creativity Associates, Pamela Meyer.

La también autora del concepto "playspace" (lugar de juego) asegura que una limitante consiste en que las organizaciones ven estas dinámicas, como "tonterías", acciones para las cuales no hay tiempo.

Sin embargo, diversión + trabajo es una combinación que puede dar resultados más que atractivos. Un estudio realizado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) señala que las empresas incrementan sus ingresos (hasta un 40%) cuando generan un ambiente donde los equipos se sienten apreciados y sus ideas son "bienvenidas".

"Si queremos estar atentos para detectar algo que dé valor al cliente, las organizaciones necesitan mantener un espacio para sus empleados, en el que exista una sensación de felicidad", señaló Meyer durante su presentación en el Congreso Internacional de Recursos Humanos, el pasado 7 y 8 de abril en la ciudad de México.

Manos a la obra

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En opinión de la autora del libro From Workplace To Playspace algunos aspectos a considerar para crear un espacio de trabajo ‘divertido', son los siguientes aspectos: 

1. Apostar por la integración. El primer paso es fomentar la interconexión con los empleados. A través de una dinámica (por ejemplo escuchar música en la mañana, o desayunar una vez a la semana juntos), el colaborador otorga un sentido diferente a su lugar de trabajo. Hay que recordar que la persona se mueve en el "contexto de las relaciones". Si puede aumentar sus "conexiones", a través de juegos, se sentirá en confianza para llamar a un compañero de la oficina en caso de algún problema.

2. Pensar en atmósferas gratificantes. ¿Te ha sucedido que sales de una junta cansado y sin energía ? Eso puede entenderse, según las situaciones que vaya viviendo la empresa. Pero, a la par, el negocio necesita ubicar un espacio (aunque no sea físico, puede ser una rutina) donde la persona se sienta "plenamente él o ella misma, donde no se castigue por ser creativo y compartir ideas", aclara Mayer.

Una opción es trabajar en mecanismos (reuniones semanales fuera de la oficina, redes sociales como Facebook donde la gente comparta sus pensamientos).                                                                                                                            

3. Actitud provocativa. Esto significa que, como jefe, es importante "ampliar las maneras tradicionales de pensar y de ser, y sacar de la zona de confort (a los colaboradores). Hay que estirar un poco a la gente y mantenerlos involucrados.

Aquí el límite es la necesidad, el presupuesto y la creatividad de la compañía, puede recurrir a una actividad cultural, deportiva o lo que considera necesario para impulsar a su gente a no conformarse, sino dar más de sí.

"Las cosas y los resultados pasan más rápido cuando llegas al momento de emocionarte". Un empleado que pierde esa energía y satisfacción se establece en una zona de comodidad, advierte la especialista.

Pareciera una labor "titánica e imposible" para muchas empresas. Aunque invertir en generar ambientes menos estresantes tiene sus ventajas. Meyer señala como ejemplo el caso de Umpqua Bank, institución bancaria con sede en Portland, la cual permite, entre otras actividades, que sus empleados escuchen a los Rolling Stones o el grupo que deseen en las mañanas. Y no le ha ido nada mal en resultados, este banco figura entre las 100 mejores compañías para trabajar de Fortune.

Google es otro ejemplo conocido.  Recurre a aspectos, como tener juegos, zonas de esparcimiento y usar colores alegres. "Parecen cosas juguetonas o bobas, pero tienen un significado de negocio", asegura Meyer.

Para la especialista, fomentar este tipo de ambiente , tiene otras ventajas (además de números en resultados). Estas medidas permiten conocer la capacidad de improvisación, creatividad de las personas.

Generalmente "se es muy bueno para evaluar el avance de los colaboradores, si cumplieron con el plan. Pero rara vez se evalúa cuál fue el desempeño desde el punto de vista de la improvisación. Hasta el 90% del día de un ejecutivo consiste en esa capacidad. En vez de dejar estas cosas al azar puedes hacerlo parte del lenguaje y de la práctica cotidiana de la organización", sugiere la consultora.

Pamela Meyer advierte que un reto importante es "tener cuidado con ser prescriptivos". Pensar que una forma de trabajar es adecuada para todo mundo es un error. Para establecer estas dinámicas, hay que ser sensibles a la cultura, el perfil y las necesidades de cada empresa. "Algunas compañías, por ejemplo, no son partidarias de crear grandes grupos, sino reuniones con grupos de menor personal".

Tampoco, agrega, se puede obligar a una persona tímida a participar de algunas actividades. Al "forzar por definición la actividad ya no es juego, se convierte en algo del trabajo".

Por ello, indica Meyer, lo importante es que las áreas de Recursos Humanos hagan una evaluación y determinen qué dinámicas pueden funcionar según las características de la organización y cómo llevarlas a cabo.

 

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