¿Vas a estudiar fuera? Conoce el terreno
Ya sea para estudiar un idioma o continuar con la formación académica, radicar un tiempo en el extranjero es una vía para fortalecer el currículo y recibir nuevas ideas sobre cómo mejorar en el desempeño laboral.
Se trata de una decisión atractiva que anualmente moviliza a miles de mexicanos. Sólo en el período 2009-2010, poco más de 13,000 estudiantes viajaron a Estados Unidos para cursar la licenciatura o estudios de posgrado, según datos de la red Education USA, del Departamento de Estado de EU.
Salir del país es un impulso importante para lograr mejores condiciones profesionales, por ejemplo. Pero alcanzar esa ventaja requiere responder previamente a preguntas clave, como: "¿ qué tipo de programa responde a tus necesidades y metas laborales -personales en lo futuro?", plantea Tim Wright, director regional de Education USA, una red global que integra más de 400 centros de asesoría en apoyo a la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales de EU.
El candidato también necesita investigar la historia de la escuela de su interés, cuáles son sus credenciales y por qué se distingue. En el caso de programas MBA, las universidades deben contar con estadísticas sobre colocación laboral de sus estudiantes por país, expresa Peter Von Loesecke, director general del evento MBA Tour (que se realizará en la ciudad de México el próximo 15 de agosto).
Wright específica que las carreras internacionales se cubren un 80% con presupuesto familiar y el 20% restante es apoyo de la universidad y otras fuentes. Esta relación cambia en un posgrado; aquí un 60% es capital personal y el 40% proviene de financiamiento.
Mudarte de país, aunque sea por pocos meses, implica un desembolso financiero, así como cambios en la trayectoria profesional y en la dinámica de vida. Por ello es importante que estés bien informado sobre cómo será tu estadía fuera de tu país. A continuación te presentamos algunas preguntas que los estudiantes mexicanos se plantean comúnmente sobre su visita al extranjero, de acuerdo con información recabada durante el encuentro ‘Pre-Departure Orientation', organizado por Education USA.
1. ¿Me puedo ir sin tener muchos recursos?
Ser un estudiante internacional depende más de tu capacidad y empeño que de lo económico. Existen diversos mecanismos de financiamiento, sin embargo, como aspirante necesitas pasar varios filtros, entre éstos: ser aceptado por una universidad; acreditar idiomas ; aprobar exámenes orientados a tu campo de estudio (el GMAT, por ejemplo, es para evaluar candidatos a un MBA); contar con un currículo académico destacado; realizar ensayos y tener una buena entrevista, indica Wright.
2. ¿Qué ciudad elegir?
Eso depende, en una primera instancia, de tu interés personal y profesional. Casi siempre, las escuelas que se ubican en las grandes urbes llevan ‘las de ganar' por lo que representa vivir ahí. Ojo: no descartes opciones académicas sólo porque no se desarrollan en una metrópoli ‘glamorosa'.
"Un gran número de estudiantes quiere ir a Boston o Nueva York, algunas de las ciudades más caras. ¿Por qué no pensar en otras localidades, quizá más pequeñas, pero con programas igual de reconocidos?", añade el directivo.
3. ¿Cuándo empezar los trámites?
Las universidades abren sus convocatorias con un año de anticipación, pero debes considerar un año y medio para realizar los trámites que implican este viaje: preparar entrevistas, tramitar visa, analizar financiamientos e incluso visitar el campus de tu interés. Ese recorrido puede ser virtual aunque, a decir de Wright, la mejor opción es acudir directamente para conocer el lugar y platicar con profesores y estudiantes.
4 ¿Qué sucede con la visa de estudiante?
En el caso concreto de Estados Unidos, lo primero es preocuparse porque la universidad te acepte, porque la embajada solicita la carta que extiende la escuela. Cada país tiene sus propias particularidades en ese trámite. David Sotelo, egresado de Administración por la UNAM, confiesa que estuvo a punto de perder su estancia en Melbourne, Australia, porque "se tardaban más de lo que la universidad podía esperar" en otorgar el permiso. "Finalmente lo logré, faltando sólo cuatro días, casi con boleto en mano", platica.
Una regla fundamental es comprobar ante el consulado que existe la posibilidad de cubrir el costo del programa académico por un año.
5. ¿Qué sucede con los préstamos?
Las instituciones suelen otorgar dos tipos de ayuda: créditos y scholarships (becas que no requieren re-pago) . En los posgrados, generalmente hay un año en el que no se paga y después se comienza a cubrir el préstamo del crédito, en ciertos años y con un interés fijo.
Aquí lo importante es averiguar bien cómo te pueden apoyar para concluir con esa ‘deuda'. Algunas universidades permiten convertir un crédito en beca si realizas alguna actividad sin fines de lucro al término del programa, como impartir clases.
6. Inglés ¿a medias?
Para ser aceptado en un programa académico necesitas comprobar cierto puntaje del idioma; sin embargo, quizá no garantice que eres experto al hablarlo. La prueba ‘de oro' llega en las primeras clases en el extranjero. Por eso, la recomendación es dominarlo tan rápido como puedas, expresándote no sólo en clases, sino en cuanta actividad extra académica puedas.
7. ¿Estudiar y trabajar mientras cursas un programa?
Eso depende de la opción académica que hayas elegido. Si bien es útil conseguir un ingreso adicional o practicar el idioma mediante un trabajo, hay que pensar en la carga académica de tu programa. Tú mismo te darás cuenta si puedes tener un "extra" en tu nueva faceta como estudiante internacional.
8. ¿A quién elijo como roommate?
Un esquema muy común para ahorrar en el extranjero es conseguir a un ‘compañero de cuarto'. La recomendación en este caso es considerar a los latinoamericanos, porque tienen afinidad con los mexicanos en ciertos aspectos.
Eso en cuanto a vivir, pero para socializar la recomendación es - por supuesto- ser lo más abierto posible a conocer otras culturas, así te entrenas en el idioma y generas un networking profesional internacional.