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¿Por qué los CEO mienten en su CV?

La inseguridad de haber estudiado en una institución de poco prestigio ejerce una gran presión; el deseo de un currículum brillante provocó la caída del ex directivo de Yahoo, Scott Thompson.
lun 21 mayo 2012 11:48 AM
La mitad de todos los currículos contienen al menos una imprecisión, ya sea deliberada o involuntaria, según diversos estudios. (Foto: Thinkstock)
curriculo hombre con traje (Foto: Thinkstock)

Tras la salida del CEO de Yahoo, Scott Thompson, suscitada en medio de una controversia por una falsedad en su currículum, seguimos preguntándonos: ¿por qué mintió?

Ya sea que Thompson ‘adornara' su hoja de vida con un título universitario que nunca obtuvo o que simplemente firmara un documento que otra persona falsificó, la mentira le costó una floreciente carrera. También le ganó un puesto en la ignominiosa lista de líderes poderosos que renunciaron ante la vergüenza de haber engañado en sus currículos, donde figuran el anterior CEO de RadioShack, Dave Edmondson y George O'Leary, principal entrenador de fútbol americano en Notre Dame.

¿Por qué lo hacen? ¿Por qué arriesgan tanto por algo que, en el gran esquema de las cosas, es una pequeña deshonestidad?

Thompson no orquestó un esquema fraudulento Ponzi ni malversó millones de dólares en fondos de la compañía. En algún momento de los últimos años, la licenciatura en Contabilidad otorgada por Stonehill College que aparecía en su biografía se convirtió en una doble licenciatura en Contabilidad e Informática, un falso título que apareció periódicamente en su biografía en línea cuando era presidente de PayPal. Después de unirse a Yahoo en enero, su biografía oficial con ese doble título formó parte del informe anual que la compañía presentó ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC por sus siglas en inglés), un documento que todo CEO debe certificar como veraz.

"Fuera él autor o cómplice en la perpetuación de la mentira, no tuvo el valor de corregirla", dice Adam Hanft, experto en cultura del consumidor y estratega de marca.

A riesgo de psicoanalizar a alguien a través de los medios de comunicación, Hanft y otros especialistas en liderazgo y comportamiento humano ofrecen cuatro categorías para explicar este tipo de engaño.

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Inseguridad

La gente miente cuando la verdad es demasiado dolorosa, vergonzosa, o simplemente percibida como inadecuada . "Está claro que no estudió en una escuela de primer nivel, así que yo sugeriría que actuaba bajo cierta sensación de inseguridad o inadecuación. Es una persona que logró éxito a pesar de ello, pero alberga cierta ansiedad y el temor de ser descubierto," dice Hanft.

Aunque ante el mundo exterior Thompson pudiera parecer la encarnación del éxito (una prometedora estrella en la América corporativa que Yahoo arrebató a PayPal para transformar al atribulado gigante de Internet), su propia auto-percepción podría ser muy diferente.

"La mentira resulta de una creencia profundamente arraigada: Soy horrible por dentro. Necesito forjarme una imagen brillante y luminosa para mostrar al mundo. Si alguien descubre quién soy realmente, todo se derrumbará", explica la psicoanalista Elizabeth Singer. "Mira cómo amañar su historia académica le ha traído toda la vergüenza que buscaba evitar."

Desesperación

En este competitivo mercado laboral y en esta economía, embellecer las credenciales no es raro. De hecho, los empleadores están viendo un aumento en el número de mentiras en los currículos, tales como cambiar las fechas de empleo para ocultar un periodo sin actividad o mencionar mayores responsabilidades de las que se tenían, según Michael Crom, vicepresidente de Dale Carnegie Training.

"Con los altos niveles de desempleo y la mayor competencia para conseguir trabajo, la gente empieza a exagerar y a mentir directamente en sus hojas de vida", dice Crom. La mitad de todos los currículos contienen al menos una imprecisión, ya sea deliberada o involuntaria, según diversos estudios.

Un título de una pequeña universidad católica a las afueras de Boston no tiene el mismo brillo que un diploma de Harvard y Stanford en las oficinas de Silicon Valley , por lo que Thompson podría haber sentido que necesitaba el plus de una licenciatura tecnológica. "El mundo empresarial actual es muy competitivo. Si no tienes el máster correcto, si no fuiste a la escuela correcta o no tienes la formación académica correcta, la gente te menosprecia," dice Richard S. Bernstein, asesor de Donald Trump y la Organización Trump.

Autoengaño

Una vez que dices una mentira, y la dejas sin rectificar el tiempo suficiente, puedes empezar a creer que es verdad. "La gente comienza diciendo algo tantas veces que termina por creerlo", advierte el psiquiatra David Reiss.

"Observando el pasado de estas personas, el patrón empezó antes de que llegaran a ser poderosas. Tomaron la costumbre de inflar las cosas por la falta de confianza", dice Reiss. "Y una vez que llegaron a un nivel superior, si se salían con la suya, pensaban que nunca los descubrirían."

Una vez que los ejecutivos alcanzan los altos mandos gerenciales, pueden verse rodeados por aduladores, empezar a creer sus elogios y perder de vista la verdad. "Tienes que ser capaz de mantener la responsabilidad. Lo que pasa con los líderes es que nadie le habla al poder con la verdad", señala David Gebler, presidente de Skout Group, firma que ayuda a las organizaciones a gestionar los riesgos basados ​​en la cultura y las personas. "Se han encerrado a sí mismos en un mundo donde en realidad no creen que estén haciendo nada mal."

Naturaleza humana

Todos tenemos la tendencia de racionalizar el comportamiento que cae en un área moral gris, y muchos de nosotros dilatamos esa línea para cubrir mentiras rotundas. Estamos ‘cableados' para ajustar el relato de nuestras acciones a fin de alinearlo con nuestra identidad. Si creo que soy fundamentalmente una persona honesta, racionalizaré mi comportamiento para presentármelo como ético, independientemente de cómo lo juzgue un observador imparcial.

"El cerebro hace esa danza continua del ‘Cómo puedo conseguir más de lo que quiero mientras me aferro a la identidad que creo tener,'" expone Kevin Fleming, propietario de Grey Matters Intl., una firma de coaching y desarrollo para ejecutivos basada en la neurociencia. "El cerebro siempre está ‘cableado' para reducir la disonancia."

De hecho, uno de los peligros que surgen cuando un individuo destacado es avergonzado públicamente, como ocurrió con Thompson, es que el público se sienta impelido a racionalizar su propia conducta sospechosa. "Nos hacen sentir bien porque colocan nuestro propio comportamiento en perspectiva. Por eso nos encantan los colapsos de los famosos, o las caídas profesionales. Nos permiten continuar con nuestra ilusión de (tener) un comportamiento aceptable."

Sin embargo, las pequeñas mentiras pueden conducir a graves errores. Ellas allanan el camino para que racionalicemos una deshonestidad más grande. Así que lo que sea que extraigamos del episodio protagonizado por Thompson, debemos resistirnos a alegrarnos del mal ajeno (schadenfreude), pues podría conducirnos a un mayor engaño en nuestras propias vidas.

Un portavoz de Yahoo no ha respondido a nuestra petición de comentarios.

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