El costo oculto de las becas
Decidir en qué escuela estudiar no es una decisión fácil; además de la calidad educativa, hay que hacer cuentas de los gastos necesarios. En educación superior los pagos mensuales pueden incrementarse hasta un 30% por costos de inscripción que no aclaran las universidades, según información de la Universidad Tecnológica de México (UNITEC).
En especial, "el apartado de becas suele disfrazarse con descuentos que únicamente aplican a un periodo, después la colegiatura corre normal y esa información no se entrega en forma clara", advierte el Director de Admisión Institucional, Aitor San Sebastián.
En México, la población de personas de 20 años y más que cursan una licenciatura, posgrado y profesional técnico suman tres millones 536,369, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) . Los poco más de 10,000 lugares que ofertan instituciones públicas en el país resultan insuficientes para la demanda universitaria, refieren cifras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Desde el punto de vista educativo, hay herramientas para orientar la elección de una escuela privada como el Registro de Validez Oficial de Estudios (RVOE) o la prueba Enlace. Ambos se pueden consultar por Internet en el sitio de la Secretaria de Educación Pública (SEP). Sin embargo, las mayores irregularidades se observan en términos de dinero, alerta la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) .
Hay rubros donde es común ocultar la información a estudiantes y padres de familia, como en las actividades extracurriculares, prácticas y laboratorios, uniformes y "becas" que se ofrecen como respaldo económico, pero en realidad son una disminución económica que durará por poco tiempo, ejemplifica Aitor San Sebastián.
"No solo de palabra se explican las condiciones de la beca, aunque suele ocurrir con frecuencia. Es importante tener documentación sobre esquemas de financiamiento: en qué consisten los apoyos económicos y cómo se mantiene esa ayuda, así no hay sorpresas", agrega el directivo.
Dependiendo del perfil de la institución, los costos "ocultos" -y que se reflejarán en la colegiatura mensual- suben entre un 20 y 30%, según las cifras que ofrece la Universidad Tecnológica de México.
"Los descuentos se utilizan para enganchar y después se ve la manera de retener a ese alumno, aunque una situación común es que deserten de sus estudios y busquen otras opciones", subraya San Sebastián.
Explosión universitaria
La proliferación de alumnos que no incursiona en el sistema público ha generado, en cierta medida, una explosión de universidades privadas. Hace 60 años, se tenía registro de entre cinco y 10 escuelas privadas. Hoy hay más de 1,100 instituciones de educación superior, y fueron los sexenios de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo la época de mayor crecimiento, revela un informe de la Profeco.
Cada año se revocan en promedio 1,180 programas de licenciatura, pero aparecen 2,000 más que son planes con escasa calidad académica, expresa el Rector del Colegio Jurista, Jorge Manrique.
La población universitaria vive en un escenario en el que puede caer ante una estrategia de promoción "agresiva" que, supuestamente, represente menos dinero en el pago de estudios, pero el retorno de inversión y la manera en cómo se darán los gatos en la carrera es "engañosa", reitera Aitor San Sebastián.
Estudiantes y padres de familia tienen derecho de solicitar a la universidad que genere un desglose de los costos que cubrirá la persona durante sus estudios, así como las cláusulas de cómo operan las becas o prestaciones económicas.
Adicional a los préstamos universitarios, existen otras instancias que otorgan este servicio a los universitarios. El Gobierno Federal tiene el Programa Nacional de Financiamiento a la Educación Superior que presta recursos para estudios de licenciatura y posgrado. Los bancos son los que dan el crédito y Nacional Financiera se encarga de garantizar el financiamiento. Los montos de préstamos son de 215,000 pesos para licenciatura y 280,000 para posgrado.
En México, ocho de cada 100 profesionistas han solicitado alguna vez financiamiento para sus estudios, puntualiza una encuesta realizada por OCCEducación, servicio de OCCMundial.