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Empresas, sin estrategias contra chismes

Nueve de cada 10 firmas carecen de formas adecuadas para frenar la comunicación informal; el rumor afecta el ambiente de trabajo y hasta en 30% la productividad de las organizaciones.
mar 03 junio 2014 06:01 AM
Cuando el chisme se convierte en una cuestión cotidiana, la dinámica laboral se enrarece y la comunicación se atrofia. (Foto: Getty Images)
chismes

Nueve de cada 10 empresas en México carecen de estrategias para frena r la comunicación informal como chismes y rumores entre sus trabajadores, según un análisis de Grupo Xtra.

En ocasiones la baja productividad y los problemas internos se relacionan con hechos tan sencillos como hacer el trabajo a partir de una comunicación poco clara, información absurda o contraria a los valores de la empresa o de las funciones para las que cuales se contrató al empleado, opinó la psicóloga laboral, Eugenia Franco.

Los temas que generan más chismes se vinculan a desempeño profesional, ‘errores’ en ascensos realizados, decisiones gerenciales, y romance en la oficina. Aunque esos comentarios parezcan “simples”, vivir en esa dinámica daña a la organización con una disminución de 30% en promedio en el nivel de productividad o facturación en la firma.

Además, la imagen corporativa cambia a ojos de los proveedores, señaló Liliana Silva, directora de mercadotecnia de Grupo Xtra y especialista en comunicación organizacional.

Un error común es pensar que el rumor es inofensivo, cuando la realidad es que contamina el ambiente de trabajo al grado de tener gente menos productiva. Además, es un elemento vinculado al mobbing (acoso) entre empleados.

"El 60% de los problemas empresariales son consecuencia de una mala comunicación”, cita Peter Drucker, gurú del management, en el libro El Ejecutivo Eficaz.

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Eso es fácil de reconocer, lo complejo para muchas empresas es invertir tiempo en crear canales de comunicación oficiales para dar la información que requieren los empleados, como sueldos y compensaciones, planes de carrera, políticas para aplicar ascensos laborales y prestaciones.

La cultura basada en la desconfianza, donde pocos saben cómo y por qué se dan los movimientos dentro de la oficina y el jefe hace que surjan los problemas de desconfianza, desconexión con las necesidades de la empresa y poca credibilidad. “Tarde o temprano eso se convierte en focos de baja productividad”, explicó Franco.

Para la psicóloga laboral, el mayor problema es que l as políticas de comunicación en las empresas son restrictivas , es decir, se limitan a que el empleado reciba comentarios sobre qué hacer y en cuánto tiempo. Eso es “operativo”, lo importante es transmitir al colaborador cuánto importa su visión, dar lugar a que se expresen y reciban una retroalimentación, pero sobre todo hablar con realidades, eso es algo que no saben hacer muchos líderes, pero es necesario si se quieren frenar malentendidos.

“Las políticas de no dejar hablar (al empleado) ni escuchar, acaban en rumores y radio pasillo. La desidia, es decir, ser poco asertivo ante ciertos mensajes que tus propios empleados te envían es lo que aumenta los problemas de comunicación”, precisó la psicóloga por la UNAM.

El reto está en identificar a los líderes de comunicación informal (quienes inician el rumor), persuadirlos a seguir reglas de comunicación y ser claro en cómo actuar cuando el clima se torne en “dimes y diretes”, señaló Lilia Silva.

Para controlar los chismes en la oficina, la representante de Grupo Xtra sugirió considerar estos puntos.

1. No es personal. Los chismes suelen estar llenos de información poco realista en muchas ocasiones, por lo que antes de seguirlos hay que enfocarse en ubicar qué hay detrás de esos comentarios, cómo impactan y cómo lidiar con ese rumor (por ejemplo, comentándolo en forma abierta con el jefe). Seguir y aumentar la cadena de chismes no es opción.

 2. Buscar los hechos. La mejor forma de desmentir un rumor, de acuerdo con Silva, es contrarrestarlo con hechos verídicos. Si el chisme tiene que ver con el ámbito profesional, recurrir a datos administrativos que respalden la posición que se asume.

 3. Evaluar el contexto. Es importante aprender a distinguir entre chismes tontos y graves que sí puedan perjudicar el futuro laboral a comentarios de café que siempre habrá entre colaboradores que gustan de centrar su vida laboral entorno al rumor.

 4. Enfrentar al ‘chismoso’. Algunas personas esparcen rumores porque se sienten inseguras. Es natural que la mayoría de los chismosos sean personas que buscan atención, coinciden las especialistas. Si se identifica al autor del rumor, hay que enfrentarlo directamente y así cortar el problema de raíz.

5. Mantenerse al margen. En la medida de lo posible hay que mantenerse al margen de cualquier actividad que implique hablar sobre la vida personal de los demás.

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