Qué puedes aprender de los ricos

Acumular riquezas sin tener un fideicomiso no es tarea fácil. No existe una receta mágica para ganar millones, pero ciertos ingredientes pueden ayudar.

El trabajo duro, la educación, la inversión inteligente, la frugalidad, la toma de riesgos, y la suerte llana fueron algunos de los principales factores que los inversores de rendimientos netos ultra altos utilizaron para describirse a sí mismos cuando fueron encuestados por Spectrem Group.

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CNNMoney decidió cavar un poco más profundo. Le preguntamos a varios expertos en riqueza si advertían cualquier rasgo o actitud similar entre sus clientes con un patrimonio neto de al menos 5 millones de dólares.

Esto es lo que surgió:

Emprendedor: entrar en el negocio es un camino común entre los ricos. Aunque hay muchos médicos, abogados y ejecutivos corporativos en el grupo de gente con fortunas de 5 millones de dólares o más encuestados por Spectrem, quienes estan en camino de convertirse en propietarios de negocios tienden a construir incluso un patrimonio neto superior.

Siempre trabajando: La semana laboral de 40 horas es como un horario de medio tiempo para muchos, especialmente para los que han construido empresas. Una semana laboral de 60 a 80 horas es más la norma, al igual que las vacaciones con trabajo, de acuerdo con el planificador financiero certificado Doug Flynn de Flynn Zito Capital Management.

Alta energía: Muchas personas con alto valor neto tienen una gran cantidad de energía, no necesitan dormir mucho, y disfrutan de actitudes en general optimistas, según el psicólogo James Gottfurcht, que dirige Psychology of Money Consultants, con sede en sede en Los Ángeles.

Los superricos tienden a ser visionarios, dijo la psicóloga Kristen Armstrong, asesora de riqueza estratégica en Ascent Private Capital Management. Describió a muchos de sus clientes como personas que son “fuerza de la naturaleza” . “Veo una y otra vez que tienen una muy buena capacidad de prever y una increíble capacidad de concentrar sus esfuerzos y energía una vez que ven una posibilidad”.

Extremadamente confiados: Gottfurcht dijo que la mayoría de sus clientes que crearon su propia riqueza poseen lo que él llama una “expansiva y saludable grandiosidad”. Y con ello quiere decir una sensación de “yo puedo hacer cualquier cosa”. También están abiertos a maneras creativas de alcanzar sus metas.

Armstrong también dijo que sus clientes tienen una gran confianza en sí mismos y en los demás, y creen firmemente que el mundo se adaptará a sus ideas de negocio.

Algo común entre los clientes más ricos de Gottfurcht es lo que él denomina “trastorno narcisista de la personalidad”. Es decir, ellos piensan que son especiales y “requieren de una excesiva admiración”, tienen un alto sentido de lo que merecen y una falta de empatía por los demás, dijo.

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Discernimiento: Pese a toda su confianza, los clientes de Armstrong saben que no son la persona más inteligente en la habitación en cada cuestión. Pero ellos mismos saben rodearse de gente que lo es, la cual les ayudará a realizar su visión.

Entre los dueños de negocios, a aquellos que les va mejor son los que van más allá de la propiedad única, y se asocian con otros para ampliar sus empresas, dijo Flynn.

Modestos: A pesar de los retratos glamorosos de Hollywood de la vida de los ricos, muchos multimillonarios viven más modestamente. La mayoría de los clientes de Flynn han optado por no elevar su estilo de vida al mismo ritmo que su creciente riqueza.

“Ellos siguen vistiendo su vieja camisa a cuadros”, dijo. O por lo menos, los hombres lo hacen.

Tolerantes al riesgo, pero no impulsivos: Cualquier persona que tenga un negocio es por naturaleza una persona que toma riesgos, señaló Flynn. Pero no hay espadachines inversores entre sus clientes.

Tienen algunas metas de inversión a corto plazo pero tienden a tener un horizonte de tiempo más largo que la mayoría de los inversores. Ya sea que inviertan en una acción o en un edificio, se aferran a ello siempre y cuando tenga sentido para ellos. Pero no invertirán todo en una sola apuesta, de acuerdo con Flynn.

“Siempre existe el chico que le apuesta todo a algo, tiene suerte y luego se sale. Pero ésa no es la receta para la mayoría de la gente”, dijo Flynn.