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Subastas, una manera de hacer líquida tu herencia

Estos negocios te ayudarán a encontrar un nuevo dueño para tus artículos de segunda mano; en la guerra de pujas pueden ofertarse desde obras de arte hasta muebles antiguos.
mar 16 septiembre 2014 06:02 AM
La subasta presencial es uno de los canales por los que el SAE comercializa bienes que han pasado al dominio del Estado. (Foto: Getty Images)
subasta

Si en este mes del testamento recibiste una herencia y no sabes qué hacer con ella porque te dejaron muebles del siglo pasado o reliquias que harían ver tu hogar como un museo, puedes subastarlas.

“En las subastas se pueden vender objetos de segunda mano producto de una muerte, divorcio o separación a precios competitivos y es una forma de ponerlos al alcance de varios compradores potenciales”, comentó la gerente del departamento de Arte Moderno de Morton Casa de Subastas, Vivian Gorinstein.

Cuando una persona está interesada en subastar joyas, libros, obras de arte, muebles o reliquias, Morton valúa las piezas por época, artista y procedencia, les asigna tres precios: el de reserva (precio mínimo de venta) y los precios estimados bajo y alto que se aceptarían durante la puja.

Después de revisar la historia del objeto, los valuadores hacen una comparación con el valor que tienen objetos similares, toman en cuenta el precio con el que se ha vendido en otras subastas y se compara con el precio en el que se encontraría en el mercado.

Estos costos se publican en un catálogo impreso y virtual y sirven de referente para un posible comprador.

Cada sábado, Morton Casa de Subastas reúne entre 250 y 300 coleccionistas con 300 lotes y obras de arte para que empiecen la guerra de pujas , la cual puede durar hasta 2 horas y media.

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“Una puja dura 40 segundos en promedio, participar en ellas provoca una sensación de adrenalina”, describió Vivían Gorinstein.

En este negocio quien pone a la venta el producto deberá pagarle a la Casa de Subastas Morton una comisión del 10% a precio martillo o precio final de venta, y quien adquiere el producto deberá pagar el 20% sobre el mismo precio.

Para participar en la guerra de pujas el comprador deberá dejar 500 pesos como garantía si se trata de una subasta sabatina o 1,000 pesos si es una subasta mensual.

Gorinstein advirtió que este negocio también puede prestarse a que charlatanes quieran darle al comprador “gato por liebre”, así que si has decidido poner a la venta tus pertenencias o comprar objetos usados, la gerente del departamento de Arte Moderno recomendó conocer las características de estos y verlos físicamente.

Morton inició operaciones en 1987 y entre los objetos más raros que ha subastado se encuentran primeras ediciones de 100 Años de Soledad, El Llano en Llamas, muebles que pertenecieron a Porfirio Díaz y el emperador Maximiliano y hasta un “trepanador” o extirpador de cerebros, comentó Vivian Gorinstein.

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