Laura Chinchilla figura como favorita para las elecciones en Costa Rica
La costarricense Laura Chinchilla, candidata a la presidencia del Partido Liberación Nacional (PLN), podría ser la primera mujer en la historia de la nación centroamericana en llegar a la jefatura del Ejecutivo.
Se dice orgullosa de que con miras a las elecciones del domingo 7 de febrero la gente reconozca su liderazgo, “porque es algo que habla bien de Costa Rica en el sentido de que se están superando las distinciones de género y lo que se valora es la capacidad para llevar a buen puerto a nuestro país”.
Chinchilla nació el 28 de marzo de 1959 en San José. Estudió Ciencias Políticas y en 1994 asumió la titularidad del Ministerio de Seguridad Pública, primera mujer en ocupar el cargo. Más tarde, en 2002, fue elegida diputada al Congreso de la República, en el que impulsó leyes para disminuir la pobreza, aumentar la inversión social y combatir la violencia y la discriminación contra las mujeres.
Su cercanía con el presidente Óscar Arias se hizo evidente en 2006, cuando comenzó el segundo gobierno del mandatario (el primero abarcó de 1986 a 1990), ya que éste la nombró primera vicepresidenta de la República y ministra de Justicia.
La estrechez de su relación se puso de manifiesto nuevamente cuando Chinchilla fue nombrada candidata del oficialista PLN para el periodo presidencial 2010-2014.
Sus críticos señalan que su proximidad con Arias demuestra que, una vez en el poder, únicamente será como un títere del mandatario ganador del Premio Nobel de la Paz 1987. Sin embargo, ella responde que de llegar a la presidencia ejercerá su gobierno y éste “será para el pueblo costarricense”.
Las últimas encuestas la sitúan como favorita con 44% de la intención de voto, lo que le bastaría para llevarse el triunfo sobre sus competidores Otto Guevara, del Movimiento Libertario; Ottón Solís, de Acción Ciudadana; y Luis Fishman, del Partido Unidad Social Cristiana.
Chinchilla ha prometido que de llegar al poder dará prioridad a la lucha contra el narcotráfico y buscará que el país sea capaz de generar toda la energía que consumen sus 4.6 millones de habitantes.
