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Italia revive la crisis de basura, con 10,000 toneladas en Nápoles

La gente pasa entre montañas de residuos que se acumulan diariamente en las calles porque no hay dónde depositarlas
mar 23 noviembre 2010 09:58 AM
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Los niños brincan entre bolsas de basura, el olor se acumula en las calles y las montañas de desechos no dejan de crecer en la tercera ciudad más grande de Italia, Nápoles, y las comunidades aledañas.

Desde septiembre, Italia vive una crisis generada por la presencia de toneladas de basura sin recoger que se acumulan en sus calles y, durante estos dos meses, se han vivido repetidos episodios de violencia y enfrentamientos entre los vecinos, que se oponen a la reapertura de vertederos, y las fuerzas del orden.

Los napolitanos están viviendo entre casi 10,000 toneladas de basura que, aunque aún no generan una emergencia sanitaria, las autoridades no la descartan y tampoco han ofrecido una solución a la crisis de basura porque no hay vertederos que la reciba.

Un equipo de expertos de la Comisión Europea, encabezado por la titular de la dirección general de Medio Ambiente, Pia Bucella, visitará Nápoles para revisar la situación y, probablemente, podría denunciar de nuevo a Italia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea si no soluciona el problema.

Una de las soluciones recientes es el contrato por valor de 30 millones de euros de Alemania para tratar las basuras que se acumulan en la provincia de Nápoles (sur de Italia).

En Nápoles funciona sólo el vertedero de la localidad de Chiaiano, con capacidad para tratar cerca de 600 toneladas diarias de residuos, la mitad de lo que la provincia produce diariamente.

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Los vertederos de Caivano y Battipaglia están al límite, y el alcalde de Terzigno, Domenico Auricchio, decidió hace unos días cerrar el basurero de la localidad tras los resultados de los análisis del terreno que demostraban la presencia de partículas dañinas para la salud.

Las fuerzas del orden y los investigadores han sostenido siempre que detrás del problema de la basura y de las protestas de los ciudadanos se encuentra la Camorra, la mafia napolitana, que no quiere perder el gran negocio del reciclaje ilegal de desechos.

En 2008, cuando Italia vivió otra crisis, Alemania aceptó transportar la basura en tren hasta sus incineradoras y plantas de tratamiento de residuos y el gobierno mandó construir nuevos vertederos y envió del Ejército a limpiar las calles.

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