¿Quién debe responsabilizarse por las atrocidades de Gadhafi?
Nota del editor: Fred Abrahams es asesor especial de Human Rights Watch, especialista en crisis de derechos humanos y conflictos armados. Él visitó Libia en tres ocasiones con la organización y escribió o es coautor de tres informes sobre esa nación.
(CNN) – Estados Unidos y otros gobiernos occidentales lograron en el pasado aislar al líder libio Moammar Gadhafi por sus ataques terroristas contra occidentales. Ellos no deben hacer menos ahora ante el terror que está causando entre los libios.
El destino de Libia recae en las manos de sus ciudadanos y el intento del gobernante para mantener el poder a cualquier costo de sangre de los manifestantes. Pero las Naciones Unidas, Estados Unidos y otros gobiernos pueden ayudar a proteger a los manifestantes de las armas de Gadhafi y fomentar un resultado democrático. Para hacerlo, deberían sustituir rápidamente las condenas cliché con pasos firmes.
Para empezar, Washington y las capitales europeas deben llamar a Gadhafi perpetrador. Estados Unidos y otros gobiernos han condenado enérgicamente a las autoridades libias y a los funcionarios por el uso de fuerza letal contra los manifestantes , incluyendo aparentes disparos desde un helicóptero el lunes en Trípoli. Pero las declaraciones oficiales no mencionan al "Hermano Líder" por su nombre.
No hay "autoridades libias" o "funcionarios libios" en una posición para actuar con independencia. Libia sólo tiene una sola autoridad y un funcionario que importa: Gadhafi, el hombre que ha gobernado el país por más de 41 años . Washington y otros gobiernos deben entender que esta revuelta es precisamente por él. Y las crecientes muertes ocurren por su negativa a tolerar la disidencia.
En segundo lugar, Washington y las capitales europeas deberían dejar de aplazar las acciones sobre Gadhafi, viéndolo como algo necesario para las relaciones de negocios y de seguridad, o temer que esas medidas enérgicas lo lleven a comportarse peor.
Precisamente la ausencia de medidas enérgicas le dan ahora a Gadhafi luz verde para comportarse peor, como lo ha mostrado con los ataques aéreos del lunes contra los manifestantes.
Estados Unidos, la Organización de Naciones Unidas y otros deberían articular las consecuencias concretas de lo que enfrentará Gadhafi si emplea más fuerza ilegal. Estas pueden ir desde la congelación de activos y embargos de armas, hasta acusaciones criminales sobre Gadhafi y sus principales tenientes por disparos indiscriminados y muertes desleales en gran escala. Gadhafi debe saber que tiene que enfrentar a la justicia por graves violaciones a los derechos humanos.
En tercer lugar, Estados Unidos y los países de la Unión Europea, que consumen la mayor parte de la producción de petróleo de Libia, deben implementar las medidas de manera uniforme, para que Gadhafi entienda que enfrentará a un bloque común. Con frecuencia en los últimos años, Gadhafi ha enfrentado a los países entre sí, colgando contratos lucrativos como cebo para dividirlos.
Washington y las capitales europeas también deben instar a los Estados árabes y africanos a unirse, para que una acción decisiva no sea vista como un ataque occidental. Juntos, los gobiernos deberían exigir que se discuta Libia en una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Y el Consejo de Seguridad debería considerar remitir la situación a la Corte Penal Internacional.
La familia Gadhafi entiende exactamente lo importante que será la posición de Estados Unidos. Por eso el llamado hijo reformista, Saif Al-Islam , pronunció el tan publicitado discurso televisado a la una de la mañana del lunes en Trípoli —horario de máxima audiencia en EU—. Y él orientó su mensaje para Occidente: La lucha actual llevará al caos que amenaza la estabilidad y el comercio . Ustedes deben, dijo Saif Al-Islam implícitamente, seguir apoyando a la familia.
Washington y otros no deben sentirse satisfechos con esa frase. Los manifestantes son ciudadanos libios que están hartos de cuatro décadas de nepotismo y violencia. Ellos están cansados del gobierno de la familia Gadhafi que no rinde cuentas.
Al presionar a Gadhafi, Estados Unidos y otros gobiernos generarán un gran apoyo entre una amplia parte de los libios en el país y en el extranjero. Una posición rápida y consistente alentará a los diplomáticos libios, a los mandos militares y a los jefes tribales que se están uniendo a las protestas cada día. Y dará fortaleza a las decenas de miles de libios que valientemente se han levantado.
Las opiniones expresadas en este comentario son únicamente de Fred Abrahams