EU deporta a una ciudadana estadounidense de 4 años de edad
Nota del editor: Ruben Navarrette Jr. es colaborador de CNN, columnista independiente y comentarista de NPR.
San Diego (CNN) — Bajo nuestro sistema dos cosas con claras como el agua: las autoridades están obligadas a tratar a los niños con más cuidado que a los adultos, y los ciudadanos estadounidenses tienen ciertos derechos de los que no pueden ser privados —incluido el derecho a un proceso justo.
Sólo que no intentes decirle todo eso a los papás de Emily Ruiz. Ello saben más. Esos principios no aplican en el caso de la niña de cuatro años de Brentwood, Nueva York, a quien el 11 de marzo —después de viajar a Guatemala a visitar a sus parientes con su abuelo—, le negaron la entrada a Estados Unidos por la Aduana y Protección Fronteriza y la regresaron a Guatemala.
Esa no es forma de tratar a un ciudadano estadounidense. Verá, mientras que sus papás son inmigrantes ilegales, Emily nació en Estados Unidos lo que la convierte en ciudadana. Eso debería significar algo en Estados Unidos. Al menos, eso debería significar que las autoridades no debieron hacer más que saludar a la niña con un amable y sincero: "bienvenida a casa".
En vez de eso, de acuerdo con el abogado de la familia, Emily fue detenida sola por varias horas en el Aeropuerto Internacional Dulles mientras las autoridades intentaban averiguar qué hacer y su abuelo era asistido por lo que parecía un ataque de pánico.
"Es indignante", me dijo el abogado de la familia, David Sperling. "Efectivamente ella (Emily) fue deportada. La trataron como a un 'bebé ancla', una ciudadana de segunda clase. No puedo imaginar que tratarían a cualquier otro ciudadano estadounidense de esa forma".
Hablando de los llamados "bebés ancla", un termino ofensivo usado por parte de la derecha para describir a niños nacidos en Estados Unidos de padres inmigrantes ilegales que supuestamente mantiene a los papás en Estados Unidos, este caso muestra lo falso que es ese concepto. Emily no pudo siquiera quedarse en Estados Unidos, mucho menos sus padres.
Le pregunté a Sperling si creía que Emily fue tratada mal por ser latina.
"Absolutamente", dijo. "Si ella fuera una niña caucásica de un país Europeo, esto jamás habría pasado".
De acuerdo con varias versiones, esto es lo que pasó. Al final de su estancia en Guatemala, Emily y su abuelo se subieron a un avión de vuelta a Nueva York, El abuelo tenía una visa de trabajo y una carta notariada de los padres de Emily que la autorizaba a viajar con él. La niña tenía un pasaporte estadounidense. Pero debido al mal clima, el vuelo tuvo que aterrizar en Washington.
Cuando aterrizaron ahí, y pasaron por el proceso de volver a Estados Unidos, se descubrió que la visa del abuelo había expirado y que lo habían arrestado previamente en los 90 por entrar de forma ilegal. Los agentes lo tomaron en custodia y lo prepararon para regresar a Guatemala.
¿Pero qué pasó con Emily? Cuando ni ella o su abuelo bajaron del avión en Nueva York, su padre, Leonel, llamó a la aerolínea y un representante le dijo que oficiales de inmigración habían detenido a sus familiares en Washington. Así que llamó a los oficilaes de inmigración. Y, cuando le preguntaron acerca de su estatus de inmigración y el de su esposa, el reconoció que ambos eran indocumentados.
Según Sperling, al padre le dieron una opción: Emily podía quedarse en un centro de detención para niños o la mandaban de regreso a Guatemala con su abuelo. El padre dijo que prefería que la niña se quedara con su abuelo, así que Emily fue deportada del país, su país.
Pero extrañamente, dijo el abogado, la única opción que no le dieron al padre fue la de ir a recoger a su hija a Washington. Eso fue lo que quería hacer, le dijo al New York Times, pero nunca le dieron la oportunidad. (El mismo artículo dice que los oficiales de Aduana y Protección Fronteriza le dieron a Ruiz la oportunidad de recogerla en el aeropuerto).
Los oficiales de la Aduana y Protección Fronteriza no quisieron comentar al respecto. Lo más que hicieron fue mandar un comunicado a las agencias de noticias declarando que "la Aduana y Protección Fronteriza se esfuerza en reunir a ciudadanos estadounidenses con sus padres" sin decir realmente qué pasó en este caso.
Sperling me dijo que tiene planes de viajar a Guatemala y traer a Emily de vuelta.
La idea de que un inmigrante ilegal se reúna de manera voluntaria con oficiales de inmigración estadounidenses no es tan descabellada como pensarías. Leonel Ruiz es un inmigrante ilegal, pero también es un papá. Además, si se hubiera presentado, de acuerdo con abogados especializados en inmigración y oficiales de inmigración con quienes he platicado a través de los años, podría haber pasado que no lo aprehendieran y deportaran. Los agentes de inmigración tienen una apreciación amplia, y no tienen que deportar a todos los inmigrantes ilegales con los que tienen contacto.
Aún si fuera cierto que el padre de Emily le dio permiso al gobierno de regresar a su hija a Guatemala, eso no deja libre de culpa a oficiales estadounidenses. Emily es una menor, pero también es una ciudadana estadounidense con derecho a un proceso justo –lo que Thomas Jefferson llamó un derecho "inalienable" garantizado no por su padre sino por su creador.
No es justo ni apropiado que la Aduana y Protección Fronteriza quiera endosar la responsabilidad de si Emily se queda en Estados Unidos o regresa a Guatemala a su padre sólo para que puedan lavarse las manos del caso y decir que seguían órdenes.
Hay reglas y procedimientos establecidos de cómo las agencias de inmigración estadounidenses deben enfrentar a menores de edad, y esas guías están establecidas por años de procedimientos legales. La mayoría de ellos tiene que ver con menores que están en el país de forma ilegal pero que tienen derechos. Los ciudadanos estadounidenses tienen más derechos.
La pregunta sin respuesta en este caso es si la Aduana y Protección Fronteriza siguió estas reglas y sus propios procedimientos e hizo todo lo posible para reunir a Emily con su familia. Parece que no. Parece que los agentes de inmigración estadounidense no esperaron a subir a la niña al avión y deshacerse de ella.
¿Qué le ha pasado a nuestro país? La secretaria del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, parece presumir que el número récord de deportaciones de la administración Obama cada semana, para contrarrestar reclamaciones acerca de que es suave en contra de inmigrantes ilegales. ¿La administración terminó con los inmigrantes ilegales y ahora empezó a deportar sus ciudadanos estadounidenses?
El Comité del Senado en Seguridad Interna y Asuntos Gubernamentales debería indagar el caso, y el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos debería iniciar una investigación. Y si se decidiera que los agentes de la Aduana y Protección Fronteriza actuaron de manera irregular e irresponsable, ellos deberían perder sus trabajaos tan fácilmente como Emily Ruiz perdió su libertad cuando nació.