Revolucionarios en Egipto afirman que el trato abusivo persiste en el país
"¿Hacia a dónde va la revolución, la revolución que empezó en la plaza Tahrir?", preguntó un mujer de cabello corto y oscuro. "¿Qué pasó con la revolución que hicimos?".
La abogada de derechos humanos Ragia Oman repitió la pregunta ante una multitud de activistas, ciudadanos preocupados y políticos de partidos como la Hermandad Musulmana y el secular Al Waft, quenes atendieron el panel de discusión que se realizó en un barco sobre el río Nilo.
Omran preguntaba acerca de una nueva ley que el Consejo Militar en el poder en Egipto estaba a punto de aprobar, lo cual haría de las protestas un crimen que podría ser castigado con multas enormes y cárcel.
De acuerdo con un vocero de las Fuerzas Armadas Egipcias, la ley propuesta prohibiría las protestas que "fueran un conflicto para la productividad del país".
"Aquellos que protestaran serán encarcelados con una multa mínima de 500,000 libras egipcias", cerca de 83,880 dólares, dijo el comandante Amr Imam.
Algunos de los panelistas llamaron a protestar en contra de la nueva ley.
"Estuvimos callados cuando vaciaron la plaza a la fuerza. Estuvimos callados cuando torturaron a manifestantes en el museo egipcio", dijo Emad Atiya del Partido de la Coalición. "Nuestra respuesta a esta ley en contra de las protestas será protestando".
Atiya se refería al ataque violento de una manifestación organizada el 9 de marzo el la plaza Tahrir en El Cairo. El espacio urbano creciente se hizo famoso luego de 18 históricos, y a veces sangrientos, días y noches de protestas que antecedieron a la renuncia del presidente Hosni Mubarak el 11 de febrero.
Pero a diferencia de esas protestas previas, el 9 de marzo los soldados egipcios atacaron a los asistentes. Los soldados arrastraron a docenas de manifestantes de la plaza a través de las rejas del museo egipcio.
Ahí fue, dice Ramy Esam, de 23 años, cuando lo abatieron a golpes.
"La tortura duró cuatro horas", dijo recientemente. Habló mientras estaba boca abajo porque su espalda, nalgas y piernas tenían heridas horribles, costras y cortes.
"Me quitaron la ropa", Esam continuó. "Usaron palos, varas metálicas, alambres, cuerdas, mangueras, látigas. También me electrocutaron. Un oficial saltaba en el aire y caía en mi cara con sus piernas".
La ferocidad de esta golpiza fue todavía más sorprendente porque Esam es un músico que lideró a las multitudes con canciones revolucionarias en la plaza Tahrir en el clímax del levantamiento.
Al menos 17 mujeres manifestantes también fueron detenidas el 9 de marzo, junto con varios hombres.
De acuerdo con un reporte publicado esta semana por Amnistía Internacional, las mujeres "fueron golpeadas, electrocutadas, fotografiadas mientras les realizaban cateos desnudas, luego forzadas a 'revisiones de virginidad' y amenazadas con cargos por prostitución".
Una de las mujeres nombradas en el reporte era una estilista de 20 años llamada Salwa Hosseini. Ella le describió a CNN como los soldados uniformados la ataron cerca del museo egipcio, la pusieron en el suelo, la cachetearon y atacaron con una pistola eléctrica mientras le decían prostituta.
"Nos querían enseñar una lección", dijo Hosseini. "Nos querían hacer sentir que no tenemos dignidad".
El trato empeoró, dijo Hosseini, cuando ella y las otras 16 prisioneras fueron llevadas a un centro de detención en Heikstep.
Allí, dijo, ella y otras de las detenidas fueron sujetas a "pruebas de virginidad".
"No quisimos que un doctor hombre nos hiciera la prueba", dijo. Pero Hosseini dijo que sus captores la obligaron a hacerse la prueba con la amenaza de recibir más descargas eléctricas.
"Estaba en un colapso nervioso en ese momento", dijo. "No había nadie parado durante la prueba, excepto una mujer y un doctor. Pero varios de los soldados estaban parados atrás de nosotras viendo la parte de atrás de la cama. Creo que los tenían ahí como testigos".
Imam rechazó los alegatos de tortura y "pruebas de virgnidad" luego de las detenciones. Sí confirmó que 17 mujeres fueron arrestadas, sin embargo, y añadió que algunas de las detenidas recibieron sentencias de prisión suspendidas de un año.
"Si son arrestadas de nuevo por violar la ley, ellas tendrán que cumplir su sentencia", dijo Imam.
Organizaciones de derechos humanos están tratando de llevar una relación del creciente número de detenciones a través del país.
"Actualmente estamos compilando estadísticas respecto a la violación de derechos humanos realizada por el ejército", dijo Ahmed Raen, director del Centro de Derechos Humanos Hisham Mubarak. "Los números están en los cientos con respecto a las detenciones y unas decenas en torturas".
Omran dijo que ella y su hermana fueron detenidas por militares egipcios el fin de semana pasado mientras trataban de monitorear un centro electoral durante el referendo histórico sobre la reforma constitucional . Más de 18 millones de personas salieron a votar, emitiendo su voto abrumadoramente a favor de un paquete de enmiendas constitucionales.
Luego de ser interrogados por horas, dijo Omran, ella y su hermana, quienes tenían permisos del gobierno para realizar esos monitoreos, fueron eventualmente liberadas.
"Hay tantas personas que no tienen tanta suerte como nosotros, quienes han sido arrestados y enjuiciados. Y probablemente sus familias no tienen forma de sacarlos", dijo Omran.
"Estoy en shock", agregó. "Porque creí que ese tipo de tratamiento había terminado con el régimen".