Irreversible, la decisión de Bolivia de demandar a Chile por acceso al mar
El presidente Evo Morales dijo el martes que es irrevisable su decisión de demandar a Chile en un tribunal internacional para resolver la demanda boliviana de una salida soberana al océano Pacífico, una postura que aparentemente ganaba amplio respaldo en el país altiplánico.
El gobernante izquierdista indígena hizo la afirmación en conferencia de prensa, en respuesta al cruce de declaraciones atribuidas por medios locales a autoridades chilenas que habrían advertido que la eventual demanda impediría continuar un diálogo bilateral desarrollado en el último lustro.
"Algo que no vamos a revisar es justamente esta demanda, vamos a presentar la demanda, está definido", dijo Morales, al anunciar que prevé decidir el miércoles, en la reunión semanal de gabinete, si el proceso será encargado a una oficina de la Cancillería o a un embajador plenipotenciario especial.
El mandatario aseguró que la decisión no representa un retroceso al proceso de diálogo, sino "un paso adelante por la reivindicación del pueblo boliviano" que aspira a recuperar el acceso al mar que perdió a manos de Chile por una guerra del siglo XIX.
El tema está incluido en una agenda de 13 puntos, sobre la cual, ambos países, sin relaciones diplomáticas desde 1978, han conversado en el último lustro.
"No quiero pensar que sea una amenaza, si alguien (en Chile) afirma que o diálogo o demanda, tiene derecho a opinar. Nosotros venimos de la cultura del diálogo, el diálogo siempre será primero, pero algunos temas con el diálogo no se pueden resolver", señaló Morales.
"El problema es el tema soberanía, por mandato del pueblo boliviano, mediante la nueva Constitución (vigente desde hace dos años), tengo obligación de cumplir ese mandato y, si el diálogo no me garantiza soberanía, tengo obligación de apelar a la comunidad internacional", añadió.
La demanda tiene apoyo en Bolivia
La decisión de llevar a Chile ante un tribunal internacional parecía ganar apoyo casi unánime en Bolivia, en contraste con las frecuentes disputas políticas, sociales y hasta económicas que caracterizan al país, uno de los más pobres de Sudamérica.
El ex presidente conservador Carlos Mesa dijo el lunes que estaba a disposición de Morales para colaborar en la estrategia de enjuiciamiento al vecino trasandino, aunque advirtió que el proceso sería "muy complejo".
Otro ex gobernante derechista, Jorge Quiroga, coincidió con Morales en que el juicio internacional debía iniciarse sin perjuicio de continuar el diálogo con Chile.
También apoyaron la decisión presidencial, con llamados a "despolitizar" el tema, los partidos opositores del magnate del cemento Samuel Doria Medina y del ex alcalde de La Paz Juan del Granado.
Como podía preverse, sindicatos y otras organizaciones sociales que respaldan al gobierno expresaron su apoyo a la nueva estrategia marítima tras escuchar el lunes una amplia explicación del mismo Morales.
Lo mismo hizo el martes la bancada parlamentaria del gobernante Movimiento al Socialismo, que controla cómodamente las dos cámaras de la Asamblea Legislativa Plurinacional.