El Congreso comunista cubano entra en su etapa final para avalar reformas
El VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) entró en su recta final para aprobar el plan de reformas económicas y sus órganos de dirección, en una jornada marcada por el mensaje del ex presidente Fidel Castro sobre el deber de rectificar "sin vacilación" lo que deba rectificarse.
Tras el trabajo en comisiones, se prevé que a lo largo de la jornada el plenario vote el plan de ajustes y también la candidatura a miembros del comité central, el máximo órgano del partido entre congresos.
La clausura del cónclave comunista cubano tendrá lugar este martes, cuando se conocerán las decisiones sobre su cúpula directiva, donde se espera que Raúl Castro sustituya a su hermano Fidel como primer secretario del partido, el máximo cargo de la organización.
Precisamente, Fidel Castro dirigió este lunes un mensaje a la nueva generación política de Cuba para recordar que está llamada a "rectificar y cambiar sin vacilación todo lo que debe ser rectificado y cambiado, y seguir demostrando que el socialismo es también el arte de realizar lo imposible: construir y llevar a cabo la Revolución de los humildes".
En un artículo titulado Los debates del Congreso, indica que está siguiendo el desarrollo del cónclave y se muestra "asombrado" con la "preparación" y el "elevado nivel cultural" de sus delegados.
A su juicio, la tarea de la nueva generación política de Cuba "es todavía más difícil" que la asumida por la suya cuando se proclamó el socialismo hace 50 años "a 90 millas (unos 145 kilómetros) de Estados Unidos".
"Persistir en los principios revolucionarios es, a mi juicio, el principal legado que podemos dejarle (a la nueva generación). No hay margen para el error en este instante de la historia humana", considera Castro.
Añade que la dirección del PCC "debe ser la suma de los mejores talentos políticos" y ser "capaz de enfrentarse a la política del imperio".
Otro de sus mensajes es que la nueva generación de revolucionarios cubanos debe "ser modelo de dirigentes modestos, estudiosos e incansables luchadores por el socialismo".
Los comunistas cubanos celebran desde el sábado un determinante cónclave para ratificar las reformas con las que el presidente Raúl Castro se propone actualizar el modelo socialista y acabar con la depresión económica que el país arrastra desde el hundimiento del campo soviético.
Sin renunciar al socialismo y con la vista puesta en preservar una revolución que ha alcanzado ya 52 años, los ajustes persiguen estimular la economía con una tímida apertura a la iniciativa privada, el recorte de las abultadas plantillas públicas, más autonomía a la gestión de las empresas estatales y la eliminación de subsidios sociales innecesarios, entre otros.
Es previsible que de este Congreso surjan nuevas y novedosas medidas como la autorización para la compra-venta de viviendas y coches por parte de particulares.
Incluso, según divulgaron este lunes los medios cubanos, el plenario del Congreso estudiará la flexibilización de las formas de transmisión de la propiedad de inmuebles , como permutas o donaciones, entre personas naturales.
En la inauguración del cónclave, el general Raúl Castro, fue incluso más allá de la cuestión económica al proponer la limitación de mandatos en los principales cargos políticos y partidistas del país a diez años.
También planteó abiertamente la necesidad de formar una "reserva de sustitutos" para preparar el relevo de la generación histórica de la Revolución, con un discurso muy crítico con el funcionamiento del PCC al que pidió desterrar el inmovilismo y los dogmas.
El Congreso del PCC, que se celebra en el Palacio de Convenciones de La Habana, tiene lugar a puerta cerrada y a los medios extranjeros acreditados en la isla solo se les ha autorizado la cobertura gráfica de las sesiones de inauguración y clausura.