Lampedusa, el símbolo de una vida mejor para miles de refugiados
Cuando el barco con gente llega a esta pequeña isla italiana en el borde sur de Europa, muchos se ven perdidos, ni siquiera están seguros de en qué país están.
Entre los trabajadores de rescate que esperan en la costa para recibirlos está un hombre con una playera roja y cabello alborotado.
Tareke Brhane trabaja con la organización de ayuda "Salven a los Niños". Él sabe de primera mano por lo que la gente del barco ha pasado.
En busca de una mejor vida
"Hace cinco años yo llegué de la misma manera de Libia. Lo intenté dos veces", dice Bhrane. "La primera vez me quedé cinco días en el mar. No teníamos agua ni comida".
Bhrane es un sobreviviente del peligroso viaje del Norte de África a Europa.
El cruzar el Mediterráneo hacinado en un barco pesquero, que apenas puede mantenerse a flote no es sino el último paso de un viaje largo y peligrosos. Este viaje lo hacen decenas, sino es que cientos de miles de inmigrantes que huyen de la pobreza, el conflicto y la opresión en búsqueda de una mejor vida.
"Algunas personas dicen '¿Por qué venimos hacia acá?'", cuenta Brhane. "Lo hacemos porque no tenemos otra solución. Porque es la única manera".
Brhane y su familia huyeron de su casa en Eritrea en 2003 para escapar del gobierno autoritario de su país.
El reporte de derechos humanos del Departamento de Estado de EU es una lectura deprimente: "Los abusos a los derechos humanos incluyen la privación del derecho de los ciudadanos de cambiar a su gobierno a través de un proceso democrático; asesinatos ilícitos de las fuerzas de seguridad; torturas y golpizas a los prisioneros, que a veces resulta en su muerte; abuso y tortura a los evasores del servicio nacional; condiciones de prisión duras y que amenazan su vida; detenciones y arrestos arbitrarios".
Brhane dice que su familia huyó del sistema de servicio militar obligatorio en Eritrea, la que obliga a los hombres a servir en el ejército de manera idefinida y sin salario.
"Tenemos la obligación de hacer el servicio militar", explica. "¡Me gustaría hacerlo, pero no por el resto de mi vida!".
Más que una aventura, un viaje peligroso
Poco después de escapar a Sudán, Bhrane dice que su madre le imploró para que subiera a un barco rumbo a Europa.
Le llevó 10 días atravesar el desierto del Sahara a Libia, a bordo de una sola camioneta con 34 hombres, mujeres y niños, algunos adentro y otros colgados del techo del vehículo.
"Si te caes, te dejan ahí", dice Brhane.
Brhane se metió a un mundo de traficantes armados que, dice, compran y venden inmigrantes.
"Cuando llegamos a Libia fuimos vendidos a traficantes que nos golpeaban constantemente", escribió en un artículo publicado en The Daily Beast titulado Mi Peligroso Escape de Libia.
"Una vez se llevaron a una hermosa niña menor de edad afuera y nunca la volvimos a ver".
Embarcarte cuesta 'una fortuna'
De Libia, Brhane hizo su primer intento de cruzar el Mediterráneo. Pagó más de mil dólares -una fortuna para un refugiado- por un asiento abordo de un pequeño barco pesquero que lo llevara a Italia.
Había 264 personas abordo. El motor del barco se dañó en cuanto dejaron la costa libia.
Luego de cinco días en el mar, Brhane dice que la marina maltesa los descubrió, sólo para llevarlos de vuelta a los libios.
De abuso en abuso
El gobierno de Moammar Gadhafi los mandó de inmediato a la cárcel.
Brhane pasó meses de una cárcel a otra. Llegó al punto en que estuvo encerrado en la cárcel notoria de Kufra, ubicada en el desierto del Sahara, en una celda sin ventanas con más de 70 detenidos.
Él dice que vio a los guardias abusar de las inmigrantes.
"Si tienes una hermana, madre o esposa nunca podrás verlas a los ojos después de lo que les hacen", dice Brhane. "Las pueden violar frente a ti".
Por fin, Brhane salió de la prisión y encontró los medios de pagar, de nuevo, otros 1,200 dólares a alguien por otro viaje en bote hacia Italia.
Esta vez tuvo éxito y llegó a Sicilia el 26 de octubre de 2005.
Apoyar a que otros logren su sueño
Seis años después Brhane trabaja con un pequeño equipo de trabajadores
humanitarios contratados por el gobierno italiano. Ellos distribuyen botellas de agua y paquetes de galletas entre los migrantes y refugiados del África Subsahariana y el sur asiático, quienes se sientan en el muelle con escalofríos después de su viaje marino.
"Relájense, están en Lampedusa, están en Italia, están a salvo", les dice Brhane. "En diez minutos los llevarán al campamento, ahí habrá comida".
Este invierno llegaron más de 30,000 personas en un periodo de sólo tres meses .
La isla se ha vuelto un símbolo para los políticos europeos que tienen como plataforma una campaña antiinmigrante.
Luego de no estar preparado, el gobierno italiano ahora cuenta con un sistema para procesar a los inmigrantes.
Los trabajadores humanitarios dicen que han visto un incremento con barcos más grande que llegan de Libia, con inmigrantes huyendo del conflicto entre el régimen de Gadhafi y los rebeldes apoyados por occidente.
Y los viajes ilegales siguen terminando con vidas: hace un mes los locales organizaron un funeral para tres pasajeros que se ahogaron después de que su barco llegó a la costa de Lampedusa. Nadie sabía sus nombres.
"Cuando los europeos, estadounidenses y australianos ven las imágenes de los refugiados deshechos y sedientos cruzando desiertos y mares, debe ser difícil vernos como individuos, cada uno con historias de vida únicas", escribió Brhane en su artículo.
Un accidente de nacimiento es lo único que separa a los turistas occidentales, que viajan a Lampedusa para divertirse en sus playas prístinas, de los inmigrantes que llegan a las costas, a veces, muertos.
Brhane se pregunta por qué en el siglo 21, poco menos de un pasaporte hecho de papel divide a la humanidad en dos clases de ciudadanos.
"Los papeles nos diferencian", dice. "Un papel puede cambiarle la vida de un ser humano".
Para los cientos de miles de viajeros, que hacen su propia travesía peligrosa con la esperanza de una mejor vida, Brhane tiene varias palabras de aliento.
"Sé fuerte", dice. "Porque si pierdes la esperanza, todo se ha terminado".