En el valle de Kunar, tropas de EU en Afganistán libran feroces batallas
La provincia de Kunar, en la frontera oriental de Afganistán, es tan atractiva como inhóspita para los extranjeros.
Es una ruta clave para el tránsito de militantes desde Pakistán. Pero también es el escenario de algunas de las más feroces batallas para las tropas estadounidenses en la guerra que lleva 10 años.
Desde un pequeño puesto fronterizo, Pirtle King, las tropas prueban los morteros que usan contra una insurgencia que raramente se deja ver pero que ataca frecuentemente en todos los frentes.
Y más al sur, en la carretera entre Pirtle King y la siguiente ciudad está casi intransitable por la insurgencia.
Fue en este escenario que una unidad estadounidense vivió sus peores pérdidas: una bomba mató a cuatro soldados.
“Cuando me acerqué había un par de piernas que estaban colgando de una de las puertas”, recordó el teniente Ryan Petersen del Segundo Batallón, Infantería 27. “Eso siempre se quedó conmigo… Si alguna vez pienso en esa noche o sueño al respecto, esa es la primera imagen que viene a mi mente”.
Algunos dicen que están contentos de que Estados Unidos ya tenga una fecha definida para su retirada y están felices de que esto termine.
“Mi sensación es que está bien. Que es tiempo de hacerlo”, dijo Petersen. “Creo que hemos hecho lo que hemos podido. Hemos hecho lo que hemos hecho y es tiempo de terminar”.
Unos días después de las pérdidas sufridas, la unidad lanzó tres millones de dólares en bombas en tan sólo 24 horas. Esto detuvo los ataques, por cinco días.