La catedral londinense de San Pablo busca desalojar a manifestantes
Las autoridades de Londres acordaron tomar acciones legales para desalojar a los manifestantes anticapitalistas que han acampado durante dos semanas afuera de la catedral de San Pablo.
La Corporación de la Ciudad de Londres, la cual dirige el distrito financiero, dijo que tenía motivos legales para actuar, debido a que las más de 200 tiendas de campaña afectan las calles en la zona.
Stuart Fraser, jefe de Políticas y Recursos del organismo, dijo: “No tenemos problemas con una protesta pacífica de 24 horas sin tiendas de campaña —siempre que las calles estén libres— porque los campamentos y las calles no se mezclan”.
El funcionario dijo a CNN que el proceso podía llevar de tres a cuatro meses.
Según un comunicado de la catedral de San Pablo, ellos habían pedido a los manifestantes dejar pacíficamente el lugar, pero las acciones legales se habían vuelto “lamentablemente necesarias” dada su negativa a retirarse.
“La capilla solo da este paso con la mayor renuencia y sigue comprometida a una solución pacífica”, añadió.
El manifestante Spyro Van Leemnen dijo a CNN: “Estamos muy decepcionados de ver que la iglesia ha decidido tomar la ruta de acciones legales. La iglesia debería estar con nosotros. El mismo Jesús sacó a los prestadores de dinero del templo y ahora vemos que el sistema cristiano colabora con ellos para sacar a la gente”.
Dijo que el grupo de Ocupa Londres estaba consultando a un abogado para responder a estas acciones legales. Urgió a los líderes de la iglesia y al alcalde de Londres, Boris Johnson, a unirse a los activistas y a la gente de todas las religiones en un debate, a la puerta de la capital, este sábado.
La catedral, que se encuentra en el corazón del distrito financiero, reabrió este viernes para un servicio especial, luego de una semana de permanecer cerrada por temor a tener problemas de seguridad o sanidad a causa del campamento.
La decisión de tomar acciones legales llega un día después de que un funcionario de la iglesia Giles Fraser, renunció por sus preocupaciones sobre el desalojo de los manifestantes, en un paso que podría llevar a la violencia.
Otros funcionarios de San Pablo han expresado su opinión. Tal es el caso de Graeme Knowles, quien dijo que creían en el derecho de una protesta pacífica, pero ya les habían pedido a los manifestantes retirarse, por lo que estaban consultando abogados para tomar acciones.
El cierre de esta semana de la catedral ha sido el primero en décadas.