El desempleo y la crisis dominan en el único debate presidencial de España
El candidato socialista a la presidencia del gobierno español intentó este lunes presentar a su rival como una amenaza para el estado de bienestar, en un debate televisado que no se espera que salve a los socialistas de la debacle electoral que les auguran los sondeos el próximo 20 de noviembre.
El desempleo y la crisis de la eurozona dominaron el único cara a cara programado de la campaña entre el conservador Mariano Rajoy y el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, que arrastra con la pésima gestión del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero durante la crisis.
Se prevé que Rajoy gane las elecciones generales por una amplia mayoría.
El Partido Popular (PP) tiene 17 puntos porcentuales de ventaja según dos encuestas, por lo que la única esperanza de Rubalcaba en el debate era intentar generar temor ante los planes económicos de Rajoy, que incluirían importantes recortes sociales, para evitar al menos que alcance una mayoría absoluta en el Parlamento.
"Si le dice a la gente los planes que tiene en la cabeza, ni siquiera le votarían los miembros de su propio partido", dijo Rubalcaba, atacando a Rajoy por dar suficientes detalles sobre los drásticos recortes al gasto público.
Se espera que, si gana las elecciones, Rajoy aplique fuertes medidas de austeridad para reducir el déficit público de España en un momento en el que la crisis de la eurozona podría llevar al país a necesitar un rescate financiero como Grecia, Portugal e Irlanda.
En el debate, Rajoy prometió que no congelará las pensiones, pero Rubalcaba no logró que dijera dónde aplicaría los recortes.
Un bajo impacto del debate
"El impacto (del debate) va a ser bastante bajo (...) no se ha mostrado mucho nuevo", dijo Ismael Crespo, director del Departamento de Comunicación Política de la Fundación Ortega Marañón.
"Rubalcaba intentó poner en duda el programa del PP, mostrar que es un programa oculto. Rajoy intentó demostrar que Rubalcaba es parte del Ejecutivo que ha llevado a España la crisis", añadió.
Rubalcaba dijo que si gana las elecciones no recortaría en gasto público y encontraría la forma de estimular la estancada economía mediante impuestos a los ricos.
"Por qué no lo hizo antes (...) ¿poner un impuesto a los ricos?", contraatacó Rajoy.
"Hay cinco millones de parados que quieren trabajar y no pueden", repitió el líder popular en varias ocasiones durante el debate, atacando a los socialistas por su mala gestión económica.
Una de cada cinco personas en España está desempleada, más de un 21% de la población activa, el índice más alto de la Unión Europea.
El cara a cara de los dos candidatos no incluyó a los partidos más pequeños, como Izquierda Unida o Convergencia i Unió (CiU) o el Partido Nacionalista Vasco (PNV), y el formato, sin preguntas del moderador Manuel Campo Vidal, un periodista veterano y presidente de la Academia de Televisión, dejó poco espacio para las sorpresas.
Rajoy, que perdió dos elecciones generales contra Zapatero en 2004 y 2008, está considerado por una gran mayoría como un político sin carisma que se ha beneficiado de los errores de los socialistas.
Analistas criticaron la incapacidad de Rajoy de hablar sin leer sus papeles durante los 90 minutos de debate en los que cada uno de los dos candidatos tenía bloques de tiempo para hablar y contestarse uno a otro.
"Un político debe estar preparado para hablar durante tres minutos sin mirar a sus papeles", dijo Julián Santamaría, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense, a Reuters.
El candidato socialista pidió repetidamente a su rival que aclarara aspectos de su programa electoral, incluyendo si seguiría rechazando la ley de matrimonio homosexual, que el PP tiene recurrida ante el Tribunal Constitucional.
"Rubalcaba ha ido de menos a más. Para mí ha sido claramente el ganador", dijo Santamaría.
Durante la primera parte del debate, Rubalcaba presionó tanto a Rajoy que éste pareció confuso, y casi empezó a llamar a su contrincante por el nombre de su predecesor.