Los festejos de Año Nuevo matan a decenas de aves en Arkansas
Alguien entró en una gran zona de descanso para mirlos en Beebe, Arkansas, cerca de la medianoche del sábado, y encendió fuegos artificiales, lo que contribuyó a la muerte de decenas de aves, dijo un portavoz de la fauna del estado.
La víspera de Año Nuevo pasada, antes de iniciar el 2011, alrededor de 5,000 aves fueron halladas muertas en un área de varios kilómetros cuadrados en Beebe, una ciudad central de Arkansas, en Estados Unidos, a unos 35 kilómetros al noreste de Little Rock, a través de la cual migran las aves y que les sirve como hogar.
Los fuegos artificiales del año pasado provocaron que aves sanas se desorientaran al "volar por todo el lugar" hacia objetos fijos, como árboles y edificios, indicó el portavoz de la Comisión de Juego y Pesca de Arkansas, Ginny Porter.
La muerte de esas aves probablemente “no fue intencional", agregó Porter.
Sin embargo, persisten dudas sobre la intención de la persona o de las personas que encendieron fuegos artificiales que mataron a cerca de 200 mirlos este fin de semana.
A la luz de las muertes del año anterior, un oficial de la fauna del estado y oficiales de policía de Beebe patrullaron la zona, conscientes de los peligros que los fuegos artificiales representan para los mirlos.
Aún así, 50 aves murieron cuando los fuegos artificiales se dispararon alrededor de las 19:00 horas del sábado, dijo Porter, quien agregó: "No sabemos dónde ni quién los encendió (los fuegos artificiales)”.
La mayoría de las muertes de los mirlos ocurrieron cinco horas después de la medianoche, en un montón de árboles en una zona residencial.
"Alguien entró en el criadero y encendió los fuegos artificiales", dijo el portavoz. "Nosotros no los capturamos, no sabemos quién fue".
Los mirlos tienen mala visión nocturna y no suelen volar de noche, de acuerdo con la comisión de juego.
Robbie Stroud, un residente de Beebe, dijo a KARK, afiliada a CNN, que las últimas muertes de aves no fueron tan desagradables como las de hace 12 meses.
"Fue muy salvaje", recordó Stroud sobre la escena del último 1 de enero. "Salimos y enfilamos hacia la calzada, y fue extraño. Había pájaros muertos tirados por todas partes”.
Maggie Schneider y Kara Devlin contribuyeron con este reporte