El exjefe militar turco será juzgado por intentar derrocar al gobierno
El exjefe militar de Turquía esperaba este viernes tras las rejas por un juicio por su presunta participación en un complot para derrocar al gobierno.
El general, Ilker Basbug, es el oficial de más alto rango en ser acusado por la lucha entre el gobierno que respalda el islamismo y el establecimiento de un régimen secular, defendido por los militares.
Basbug fue arrestado y trasladado a prisión a Silivri después de haber testificado el jueves durante siete horas en una corte de Estambul, dijo a reporteros Iikay Sezer, el abogado del general.
Está acusado de tener vínculos con la llamada red Ergenkon, un grupo nacionalista que según las autoridades han creado docenas de sitios web para distribuir propaganda haciendo un llamado para derrocar el gobierno del primer ministro, Recep Tayyop Erdogan.
"El jefe de la fuerza militar número 26 de la República de Turquía está desafortunadamente arrestado por los cargos relacionados con eliminar al gobierno de la República de Turquía, y establecer y liderar una organización terrorista", dijo Sezer.
Basbug se retiró como comandante de las fuerzas armadas turcas en 2010. Es el último de una larga lista de militares acusados de conspirar contra el gobierno.
La investigación inició en 2007, después de que se descubrió un alijo de granadas y de materiales para fabricar bombas en Estambul. Así inició una ola de arrestos y de varios casos judiciales en los que se involucró a civiles y funcionarios en activo y retirados.
Más de 300 personas han sido arrestadas por su vínculo con Ergenekon. Entre ellos hay 97 periodistas, según el sindicato de prensa de Turquía. La represión del gobierno ha polarizado a la sociedad turca, que ha visto en cuatro ocasiones cómo militares derrocan al gobierno en los últimos 50 años.
Algunos ven las acciones del gobierno para poner un freno al poder militar, como un paso importante para la democratización de Turquía, un candidato a unirse a la Unión Europea.
Pero los críticos aseguran que la investigación es una cacería de brujas con fines políticos. Ellos acusan a Erdogan, un musulmán practicante, de callar a sus oponentes limitando el establecimiento secular, incluyendo el militar.
En julio, los cuatro militares de más alto rango renunciaron después de una disputa con el gobierno sobre el destino de los oficiales encarcelados por el presunto complot contra el Partido Justicia y Desarrollo. El viernes, el presidente turci, Abdullah Gul, dijo a los periodistas que el arresto de Basbug no probaba que era culpable.
"Nadie puede ser declarado culpable antes de que la Corte tome una decisión", dijo Gul. "Todos son iguales ante los tribunales de justicia. Este es un proceso legal".