El ministro ruso del Exterior viaja a Siria en plena fuga de embajadores
Una alianza de países árabes y varias naciones europeas llamaron este martes a consultas a sus embajadores en Damasco, en lo que constituye un esfuerzo internacional para enviar un mensaje contundente a Siria.
Tres días después de que Rusia y China vetaran una resolución sobre el país árabe en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que pretendía exigir al presidente sirio Bachar al Asad detener la violencia contra la oposición, los líderes mundiales encontraron otras maneras para presionar al régimen.
El Consejo de Cooperación del Golfo, que incluye a los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Arabia Saudita, Omán, Qatar y Kuwait, anunció que sus miembros están retirando a sus embajadores de Damasco y que han expulsado a los embajadores sirios de sus países.
La decisión se tomó "con profundo dolor y enojo" por el aumento de los asesinatos en Siria, “que afectaron a niños, ancianos y mujeres", de acuerdo con comunicado del consejo. Las naciones del Golfo creen que los países de la Liga Árabe, que se reunirán la próxima semana, "deben tomar una acción decisiva contra la escalada de violencia contra el pueblo de Siria", según el comunicado.
Desde Europa, España, Francia e Italia llamaron a sus embajadores, después de que Gran Bretaña lo hiciera el lunes, el mismo día que Estados Unidos cerró su embajada en Damasco, argumentando que el gobierno sirio se negaba a abordar sus preocupaciones por la seguridad.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió a al Asad "cambiar este camino equivocado, antes de tomar la vida de más civiles inocentes", según dijo en un mensaje en directo en la televisión turca.
La visita de Rusia
El ministro del Extranjero de Rusia, Sergey Lavrov, visitó Damasco este martes para reunirse con el presidente sirio Bachar al Asad, días después de que líderes internacionales acusaron a Rusia de dar luz verde a Siria para matar a más civiles.
“El ministro Lavrov llegó a Damasco en medio de una recepción masiva popular por el apoyo de Rusia a Siria, a su pueblo y a su programa de reformas”, de acuerdo con la agencia estatal de noticias siria SANA.
Rusia y China vetaron una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que habría exigido a Al Asad detener la violencia y buscar una solución a la crisis.
"Todos los líderes en todos los países deben comprender su responsabilidad. Usted entender el suyo", dijo Lavrov al Asad, de acuerdo con la agencia rusa de noticias RIA. "Nuestro interés es que los pueblos árabes vivan en paz y armonía".
Lavrov calificó la condena occidental del veto como "histérica", según Ria Novosti. Tanto China como Rusia han dicho que se oponen a la violencia y quieren resolver la situación mediante el diálogo. Lavrov pidió a la Liga Árabe "preservar y ampliar" su misión de observación, suspendida por el incremento de la violencia.
Bombardeo incesante
A pesar de que Siria trataba este martes de presentar una imagen en el extranjero de apoyo popular, activistas opositores reportaron más muertes. Al menos 21 personas murieron en las primeras horas del día, incluidos 15 en Homs, otra persona, de 15 años, en las afueras de esa ciudad, y cinco en Damasco. Al menos 128 personas fallecieron el lunes, la mayoría en Homs , de acuerdo con la opositora Comisión General de la Revolución Siria.
“La situación va más allá de cualquier descripción”, aseguró la comisión en un comunicado. “Algunos de estos mártires murieron con metrallas y otros estaban bajo los escombros, sus cuerpos no pudieron ser identificados debido al estado en que se encontraban", añadió la oposición.
Activistas contrarios al régimen y varios de los 13 países miembros de la ONU del Consejo de Seguridad que votaron a favor de la resolución han dicho que Rusia y China tienen sangre en sus manos a medida que más miembros de la oposición son asesinados.
Moussa Azzawi, de la Red Siria de Derechos Humanos, dijo a CNN en Londres que “la situación es terrible. El lunes fue un baño de sangre. Tenemos fotos de niños de menos de 14 años que perdieron la mitad del rostro, niños de menos de cuatro con cicatrices de bombas en todo el cuerpo. Tenemos fotos de un niño de menos de un año que estaba murieron en el regazo de su madre” dijo Azzawi.
Las Naciones Unidas calculan que aproximadamente 6,000 personas han muerto desde que las protestas comenzaron a principios de año. El Comité de Coordinación Local reporta 7,339.
Mientras los conflictos diplomáticos han fallado para frenar las miles de muertes en los 11 meses de conflicto, residentes y activistas opositores dicen que están desesperados por recibir ayuda para detener la represión contra los disidentes.
Un activista opositor en Homs, identificado solo como Danny para proteger su seguridad, dijo que las fuerzas de gobierno dispararon cohetes contra la ciudad después de la resolución.
“Hay cohetes a un costado a la casa. Estoy junto a una ventana y un cohete pudo haberme matado”, dijo Danny. Otro activista opositor conocido como Omar Shakir dijo que había francotiradores listos para disparar contra “cualquier cosa que se moviera”. El régimen sirio ha culpado constantemente de la violencia a “grupos terroristas armados”.